Una nueva réplica del terremoto ocurrido en Turquía tuvo lugar este lunes 27 en el este del país. A causa del temblor al menos una persona murió y decenas resultaron heridas, en medio de las críticas por la gestión de la asistencia humanitaria y la reconstrucción de las de cientos de miles de viviendas destruidas que dejaron a millones de personas en la calle.
El flamante sismo de magnitud 5,6 en la escala de Richter tuvo su epicentro en el distrito de Yesilyurt, en la provincia de Malatya. Se trata de una de las regiones más afectadas por los violentos terremotos de 7,8 y 7,6 de magnitud que sacudieron Turquía y Siria y causaron mas de 44 mil muertos el 6 de febrero.
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El organismo que difundió el desastre ocurrido a partir de la flamante réplica del terremoto fue la agencia pública de gestión de catástrofes a través de un comunicado emitido por televisión. "Un ciudadano perdió su vida. Unos 69 quedaron heridos", informó Yunus Sezer, responsable de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD).
Por su parte, el alcalde de la ciudad de Yesilyurt indicó en la televisión Habertürk que un padre y su hija, que habían regresado a su casa para recuperar algunos objetos personales, se encontraban entre los escombros de un edificio derrumbado.
El agravamiento de la delicada situación humanitaria en Turquía tuvo que ver con el estado de la infraestructura, considerando que el reciente sismo provocó el colapso de numerosos edificios que habían sido dañados a principios de febrero. En tanto, la AFAD registró casi 10 mil réplicas tras el temblor inicial, entre ellas la del 20 de febrero que fue de magnitud 6,3. El nivel de destrucción dejó un saldo de 173 mil edificios dañados por la sacudida, según la prensa local.
En ese sentido, las autoridades turcas abrieron una investigación criminal por el desplome de miles de inmuebles que causaron decenas de miles de muertes. Según fuentes oficiales, al menos dos millones de personas abandonaron por su cuenta las zonas afectadas en las últimas tres semanas y cerca de 1,5 millones se han quedado sin hogar, mientras que la mayoría todavía vive en tiendas de campaña gestionadas por el gobierno y por oenegés internacionales.
La denuncia contra la Cruz Roja
El lado B de la trágica situación humanitaria que atraviesa Turquía tiene que ver con la gestión de la asistencia humanitaria que incluye las millones de personas que se quedaron sin casa a raíz de los derrumbes.
En medio del caos por la última réplica, una investigación periodística publicó que la Cruz Roja o Media Luna Roja turca vendió tiendas de campaña a una oenegé local del este del país, provocando una ola de indignación en la ciudadanía que se volcó a protestar en las calles de Estambul.
Según el periodista Murat Agirel, Haluk Levent, artista y fundador de la ONG AHBAP, admitió haber comprado 15.250 tiendas de campaña, 2.500 de ellas a Kizilay, la Media Luna Roja turca, el tercer día posterior al terremoto y en medio de los operativos de rescate a contrarreloj.
En tanto, la venta de las tiendas de campaña, que alojan a los millones que se quedaron sin hogar, fue por un valor de 2,3 millones de euros y luego fueron repartidas en las regiones del sudeste de Turquía devastadas por el terremoto.
Por su parte, el presidente de la Media Luna Roja, Kerem Kinik, confirmó en Twitter que Kizilay Cadir, una filial de esta organización encargada de la fabricación de tiendas, había vendido a AHBAP las tiendas por el "precio de fabricación". "La cooperación de la Media Luna Roja con AHBAP resulta moral, razonable y ética", defendió.
"La mayor organización caritativa en Turquía, la Media Luna Roja vendió tiendas de campaña en lugar de distribuirlas de manera gratuita a aquellos que las necesitaban y lo hizo en un momento en que la gente las suplicaba tres días después del sismo. Es un escándalo", opinó por su parte el periodista que reveló estos hechos.
CD CP