En el marco de un volcánico jueves 17 de octubre en Venezuela, el jefe parlamentario Juan Guaidó acusó al gobierno al gobierno de Nicolás Maduro de haber "asesinado" al concejal opositor Edmundo "Pipo" Rada, cuyo paradero se desconocía desde el miércoles. El cuerpo del dirigente del partido de Guaidó apareció "calcinado, con dos tiros de gracia en la nuca", dijo Guaidó a la prensa, reclamando una investigación internacional sobre el suceso.
"Esto es un asesinato de la dictadura de Maduro, hay claros indicios de que la causa es política", aseguró el líder opositor, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países.
Guaidó denunció ante la prensa que "el crimen de Rada fue cometido por las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES). Es la información que tenemos preliminarmente". Las FAES, un cuerpo de élite de la policía creado en 2017, son acusadas de múltiples violaciones de derechos humanos en su lucha contra la delincuencia, incluidas supuestas ejecuciones.
Guaidó no detalló dónde hallaron el cuerpo de Rada, concejal del municipio Sucre (este) de Caracas, pero insistió en que reclamará uuna "investigación independiente, imparcial e internacional" para el esclarecimiento del caso:
Las autoridades chavistas no se han pronunciado sobre la muerte de Rada, quien militaba en el partido Voluntad Popular junto a Guaidó y era conocido como líder social en la populosa barriada de Petare, colaborando con actividades sociales y en la organización de comedores comunitarios.
Como paradoja, poco antes de la denuncia opositora por la muerte de Rada, el presidente Nicolás Maduro festejó que Venezuela obtuviera una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a pesar de las críticas de ONGs y varios países latinoamericanos.
"El mismo día que un sistema de la ONU permite que una dictadura como la de Maduro se siente en una silla bañada de sangre, asesinan a Edmundo Rada", sostuvo Guaidó.
Un informe de la alta comisionada para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, indicó en julio pasado que el gobierno venezolano reportó 5.287 muertes por "resistencia a la autoridad" en 2018 y otras 1.569 entre el 1 de enero y el 19 de mayo de 2019. Muchos de esos casos, según Bachelet, pueden constituir ejecuciones extrajudiciales.
Eufórico, Maduro calificó como una "victoria" el ingreso de Venezuela este jueves al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para el período 2020-2022, un hecho que coincidió con la excarcelación de 24 opositores.
"¡Victoria en la ONU! Con 105 votos a favor Venezuela ingresa como país libre y soberano al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Por encima de las amenazas triunfó nuestra diplomacia bolivariana de paz y la libre autodeterminación de los pueblos", celebró Maduro en Twitter.
¡Victoria en la ONU! Con 105 votos a favor Venezuela ingresa como país libre y soberano al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Por encima de las amenazas triunfó nuestra Diplomacia Bolivariana de Paz y la libre autodeterminación de los pueblos. ¡Viva la Patria! pic.twitter.com/5gwFcCuv7d
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) October 17, 2019
Caracas obtuvo 105 votos, en un escrutinio marcado por aplausos cuando se anunció el resultado. Dos asientos estaban disponibles para América Latina. Brasil ganó el segundo escaño con 153 votos. Costa Rica, que había tratado de bloquear a Venezuela, consiguió 96 adhesiones. El canciller bolivariano Jorge Arreaza, recalcó por su parte, que se trata de una "victoria histórica" obtenida en medio de "una campaña feroz y brutal del gobierno de Estados Unidos y sus países subordinados".
AFP / HB / DS