El gobierno de Venezuela se ha enfrentado a acusaciones de tortura generalizada, ejecuciones extrajudiciales y mala práctica económica, ahora que el país con las mayores reservas de petróleo del mundo tiene dificultades para importar alimentos y medicamentos básicos. Eso no le impidió ganar un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La Asamblea General de Naciones Unidas eligió este jueves 14 nuevos miembros para el consejo de 47 países. Los asientos se asignan por grupos regionales, y Venezuela obtuvo 105 votos para ganar uno de los dos puestos para América Latina. Terminó detrás de los 153 votos de Brasil y noqueó a Costa Rica, que tenía 96.
“Un voto por Venezuela es un voto por la tortura, el asesinato y la impunidad que se han convertido en marcas registradas del gobierno del presidente Nicolás Maduro”, dijo antes de la votación Louis Charbonneau, director para la ONU de Human Rights Watch. “Es una bofetada a los millones que han huido del país, los muchos que enfrentan condiciones humanitarias extremas y las innumerables víctimas que nunca lograron salir”.
La elección de Venezuela para un organismo que supuestamente promueve y protege los derechos humanos en todo el mundo también daría a los críticos estadounidenses de la ONU otra razón para acusar al organismo mundial de parcialidad y disfunción. El presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos en 2018, diciendo que tiene un sesgo en contra de Israel.
“Cualquier elección del régimen de Maduro al Consejo de Derechos Humanos haría una burla de la causa de los derechos humanos”, dijo la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos Morgan Ortagus el miércoles.
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El consejo tiene una larga historia de incluir miembros con reputaciones cuestionables sobre el mismo problema que se supone deben ayudar a supervisar. Los miembros actuales incluyen Egipto, República Democrática del Congo y China, que ha sido criticado por Estados Unidos por una campaña de detención de musulmanes uigures en la provincia occidental de Xinjiang.
“El Consejo de Derechos Humanos es el mayor fracaso de Naciones Unidas”, escribió la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, en el Miami Herald la semana pasada. “En lugar de proteger los derechos humanos, durante mucho tiempo ha protegido a tiranos, dictadores y autócratas que abusan de ellos”.
En julio, un informe de Naciones Unidas pedía al gobierno de Maduro tomar “medidas inmediatas y concretas para detener y remediar las violaciones graves” de los derechos económicos, sociales y civiles. El régimen de Nicolás Maduro –que ha culpado a EE.UU. de sus problemas económicos– ha utilizado programas sociales de manera discriminatoria, por motivos políticos, como herramienta para el control social, según el informe. A la vez, las fuerzas de seguridad a menudo recurren a la tortura o a los tratos inhumanos, como descargas eléctricas, asfixia, golpizas y violencia sexual para obtener confesiones, añadía.
MC