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experiencia exitosa

Vietnam, modelo y socio fundamental para la Argentina

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Hanoi. La vibrante capital de un país de crecimiento sostenido en 37 años. | embajada de vietnam

La visita del Presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Vuong Dinh Hue, a la Argentina con motivo del 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas sirve de puntapié para analizar el crecimiento económico sostenido que ha venido exhibiendo el país del sudeste asiático desde hace más de tres décadas.

En ese sentido, cabe también destacar la gran importancia de este vínculo para nuestro país. ¿Puede Argentina encontrar en la experiencia vietnamita soluciones para sus propios problemas de desarrollo? Al mismo tiempo: ¿Cómo podríamos profundizar nuestras relaciones económicas con Vietnam? Son algunas de las preguntas de cara al futuro de las relaciones bilaterales.

Salida de la guerra y auge económico. La renovación de Vietnam tras la guerra (1955-1975) se afianzó en un programa de reforma general conocido como Doi Moi (1986). Se podría trazar un paralelismo con lo que fue la Reforma y Apertura (1978) llevada a cabo por Deng Xiaoping en China, comprendiendo ambos procesos como transición de una economía cerrada y centralmente planificada a una de mercado bajo gestión del Estado con participación privada e inversores internacionales.

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Los objetivos del Doi Moi, según remarca el Banco Mundial en su documento “Vietnam 2035”, incluían estabilizar una economía inflacionaria y con desequilibrios sostenidos, mayor participación del sector privado, incrementar la producción del sector agrícola, crecimiento del sector externo -principalmente exportaciones- y apertura económica a la inversión extranjera directa con fines productivos: desarrollo de capital y tecnología. ¿Suena conocido?

Hacia 1986, Vietnam estaba agotado debido a décadas de resistencia y conflicto. Se necesitaba una transformación profunda para romper con el subdesarrollo, lo que significó la promoción de la industrialización y modernización de la economía, acompañado de una fuerte integración regional con sus países vecinos del Sudeste Asiático y los grandes jugadores continentales como China, Japón y Corea del Sur.

Durante los últimos 37 años, la economía de Vietnam ha logrado tasas de crecimiento difíciles de encontrar en otros países, especialmente por su constancia. Hoy Vietnam es un país convertido en una economía en desarrollo, con incremento económico estable y fortalecido en materia de defensa y seguridad.

Si en el primer período de Doi Moi (1986-1990) el crecimiento promedio anual del PBI fue del 4,4%, en el período 1991-1995 el PBI promedió se duplicó, alcanzando el 8,2%/año. Estas tasas se mantuvieron así en los años subsiguientes.

En el período 2016-2019, por ejemplo, Vietnam alcanzó un crecimiento promedio de 6,8% anual. En esos años, el país asiático se ubicó entre los 10 de más rápido crecimiento en el mundo y en una de las 16 economías emergentes más exitosas. 

La salida de esa crisis se dio por una mayor apertura comercial a nivel internacional y la promoción de facilidades a la inversión hacia dentro. A su vez, hubo un fuerte impulso a la integración regional.

El impacto de la pandemia de COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, afectaron a Vietnam igual que al resto de los actores del teatro global. Aún así, las políticas fiscales y monetarias para apoyar la implementación de un programa de desarrollo alcanzaron una escala equivalente a más del 8% del PBI. De hecho, en 2022 el aumento del PBI vietnamita superó el 8% anual, situándose entre los países con mayor crecimiento del mundo.

Una serie de desequilibrios macroeconómicos empujados por un sistema de precios subsidiados llevó al nivel de inviabilidad al gasto público del Estado en los 80s. La inflación alcanzó para la década de 1980 un 168% promedio, rozando máximas de 320%. Tipos de cambios varios y otros problemas generales. Eso era Vietnam previo al Doi Moi (¿el camino de la Argentina actual?).

La importancia de la apertura comercial. Vietnam encaró un proceso de profunda integración económica internacional en muchos niveles y de acuerdo con los principios y estándares del mercado global. Vietnam, respectivamente, normalizó relaciones con China en 1991, con los EEUU en 1995, promovió las relaciones con los países vecinos y con otras potencias del mundo y se unió a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), en 1995.

Vietnam ha logrado adherirse a distintos organismos multilaterales y profundizar su participación activa en el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio, la Organización Internacional del Trabajo, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Asiático de Desarrollo (ADB) y distintos foros. Además, de forma bilateral ha mantenido relaciones económicas con más de 230 países y territorios, firmó cerca de 100 acuerdos comerciales.

En los últimos tiempos, Vietnam ha firmado y aprobado muchos TLC de nueva generación con un alcance y un nivel de compromiso más amplios que los previos, como el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (Cptpp) o el Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Vietnam (Evfta).

El propio presidente de la Asamblea Nacional, Vuong Dinh Hue, durante su reciente visita a Europa, propuso medidas específicas a los líderes de los países europeos para construir y fortalecer la cooperación integral en el comercio e inversión. ¿El objetivo?, que los inversores europeos puedan sentirse seguros al hacer negocios en Vietnam. Con sus acuerdos de libre comercio, Vietnam cubre casi el 90% del PBI global.

El proceso de integración regional. Uno de los pilares del crecimiento vietnamita es su participación central dentro de la Asean y su correspondiente Comunidad Económica (AEC). A diferencia de lo que sucede con el Mercosur, lo fundamental es el desarrollo conjunto. 

Para eso, el foco está puesto en lo económico y comercial, no en los vaivenes políticos hacia dentro de cada país y en las relaciones bilaterales que traban una organización que debiera propulsar los negocios y acuerdos internacionales.

Con una población total de 600 millones, la ASEAN pretende convertirse en un mercado único a través del proceso de integración económica regional.

La Asean funciona bajo una serie de objetivos para un desarrollo conjunto que marcan el norte para la asociación regional: competir e innovar, conectar y desarrollar, apoyar a las PyMEs, colaborar entre lo público y lo privado e integrar con la economía global. La Asean, más allá de todo, es pragmática y ese es un valor importante en las relaciones globales de hoy, que pareciera aún no comprenderse en estas latitudes.

Las relaciones Argentina y Vietnam. En 2010, Argentina y Vietnam iniciaron el camino hacia una Asociación Integral, que busca profundizar las relaciones bilaterales en orden de alcanzar una Asociación Estratégica. El trascendental viaje a la Argentina del Presidente de la Asamblea Nacional -primera visita de alto rango en más de una década- tiene ese objetivo.

En términos comerciales, Vietnam es actualmente el sexto socio comercial de la Argentina y el quinto mercado de exportación de Argentina en el mundo, además de un socio clave en la cooperación Sur-Sur de Argentina en el Sudeste Asiático. Por su parte, Argentina es el tercer socio comercial de Vietnam en América Latina. 

El intercambio comercial bilateral ha venido aumentando sostenidamente, de 316 millones de dólares en 2007 a 5.150 millones de dólares en 2022, de los cuales Vietnam a menudo tiene un déficit comercial de 2 a 3 mil millones de dólares al año.

Las relaciones comerciales entre ambos países tienen un potencial enorme que, de materializarse, favorecería a ambos en diversas cuestiones. Vietnam puede ser para la Argentina la puerta de entrada a la Asean como mercado común, a la vez que convertirse en una opción mayor para el consumo de productos elaborados, en comparación con otros países de esa región. A su vez, Argentina se presenta como proveedor estable de alimentos y commodities en una coyuntura global muy volátil.

No caben dudas que el proceso de despegue económico de Vietnam representa un modelo para Argentina, país con el que además tenemos una enorme complementariedad económica y un potencial ampliamente subaprovechado. 

No se trata de copiar o replicar, sino de aprender de esta experiencia y tomar como referencia políticas exitosas que podrían ayudar a la Argentina a romper con un ciclo de décadas sin crecimiento y una fallida apertura comercial global. Por lo tanto, Vietnam bien puede ser tomado como un ejemplo exitoso y convertirse en un socio fundamental para el futuro de la Argentina.

*Cofundador de Reporte Asia.

** Director Ejecutivo del Observatorio Sino Argentino.