Los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Vladimir Putin y Joe Biden, se reunieron hoy en Ginebra y sellaron el encuentro con un apretón de manos a las puertas de un lujoso palacete del siglo XVII ubicado en “Villa La Grange”. Será la primera reunión cara a cara de ambos mandatarios, en donde Biden buscará formar una relación más estable con su par ruso.
En tierra neutral y en búsqueda de una marcada operación de deshielo entre ambos países, Biden y Putin se encontraron cara a cara y los flashes se dispararon cuando se apretaron las manos. Previamente, grabaron el momento con el presidente de Suiza, Guy Parmelin, quien se sumó a la foto con ambos líderes.
El presidente norteamericano sostuvo que "siempre es mejor verse cara a cara", en tanto que Putin se mostró positivo en que sea un encuentro con una agenda "productiva".
Desde la Casa Blanca, habían sostenido que la idea del encuentro es "restaurar la previsibilidad y la estabilidad de la relación entre Estados Unidos y Rusia", un valor que se fue perdiendo en la administración del ex presidente Donald Trump.
Tensiones y puntos en común
Al menos tres puntos claves configuran el mapa de tensión que actualmente atraviesa la relación rusa-norteamericana. Por un lado, el envenenamiento y encarcelamiento del opositor al gobierno de Putin, Alexey Navalny; luego, la tirante relación entre Rusia y Ucrania; y por último, las acusaciones norteamericanas al Kremlin por ciberataques informáticos.
Por otro lado, también estarán sobre la mesa cuestiones que ambos gobiernos comparten, entre ellos el control de armamentos nucleares y una agenda que Biden tomó como propia al asumir como Presidente: el cambio climático. A su vez, el encuentro busca tratar otras cuestiones de peso como la estabilidad de Afganistán luego de la retirada de tropas estadounidenses y los programas atómicos que llevan adelante Corea del Norte e Irán.
La multiplicidad temática, con más o menos importancia dependiendo de cada tema y los intereses de los mandatarios, alargaría el encuentro entre cuatro y cinco horas de acuerdo a las estimaciones del Kremlin.
En primera medida, habrá un encuentro entre Biden, Putin y sus hombres de confianza, Antony Blinken y Serguei Lavrov, que después se llevará adelante hacia una sesión más ampliada.
Por su parte, el presidente norteamericano llega envalentonado de su primera gira internacional en la cumbre del G7, en donde pudo reunirse con los mandamases del Viejo Continente.
La búsqueda de estabilidad en la relación de los dos colosos sucede mientras la pandemia sigue sumando contagios y decesos en los países del mundo.
Factor Trump
El arribo de Biden a Ginebra, además de traer una agenda tensa y de puntos en común, carga con la relación entre el último presidente norteamericano y Putin.
Durante sus cuatro años en la Casa Blanca, se sostuvo la sospecha de que Donald Trump había ganado las elecciones del 2016 con ayuda rusa. En ese marco, Biden afirmó que le marcaría la cancha a Putin mostrandole "las líneas rojas" que no se deben cruzar.
"No busco un conflicto con Rusia, pero responderemos si Rusia continúa sus actividades dañinas", había anticipado el presidente socialdemócrata.
Por el lado ruso, Putin mantendrá su encuentro con el quinto presidente norteamericano desde que se sentó en la silla del Kremlin. Especialistas afirman que una de las estrategias fundamentales del líder ruso era reafirmar el poderío global del país al reunirse con su par occidental.
En una entrevista con NBC, Vladimir Putin afirmó que espera que Biden sea menos impulsivo que Trump, y calificó al ex mandatario y empresario como "talentoso".
GI/FL
