MEDIOS
Nueva edición

L'Osservatore Romano de esta semana: "Encontrar a Jesús en la oscuridad"

En este número semanal se destaca el mensaje del Papa Francisco "de ánimo y amistad" a los "periódicos callejeros".

Nueva edición del Osservatore Romano.
Nueva edición del Osservatore Romano. | Cedoc

En esta nueva edición semanal del L'Osservatore Romano en lengua española, la palabra de Papa Francisco “Encontrar a Jesús en la oscuridad de nuestras dudas” encabeza este ejemplar y determina uno de los ejes de una de las Misas diarias en la Capilla de su residencia en Santa Marta. La misma que se transcribe en forma completa en las primeras páginas resalta desde la voz del Santo Padre que: “Tanta gente sufre tristeza. Recemos hoy por ellos. Muchas veces hemos escuchado que el cristianismo no es sólo una doctrina, no es una forma de comportarse, no es una cultura. Sí, es todo eso, pero más importante y, ante todo, es un encuentro. Una persona es cristiana porque ha encontrado a Jesucristo, se ha dejado encontrar por Él. Así es como se da el encuentro. Pero el encuentro no es sólo el momento de partir el pan, aquí, sino que es todo el camino. Nos encontramos con Jesús en la oscuridad de nuestras dudas, incluso en la fea duda de nuestros pecados”.

El Papa Francisco ha enviado una carta al mundo de los periódicos callejeros, para reconocer su labor y sobre todo a los vendedores, que en su mayoría son "personas sin hogar, terriblemente marginadas y desempleadas". El Pontífice ha subrayado que gracias a la venta de estos diarios en todo el mundo hay miles de personas que pueden vivir y trabajar. La misma se acompaña en forma completa y oficial en la página 6 de esta edición.

Las dos páginas centrales de este ejemplar contienen la exhortación que Francisco dirige a los fieles de todo el mundo a través de una carta. La misma va acompañada de dos oraciones a la Virgen- difundida en la mañana del sábado 25 de abril, pocos días antes del comienzo del mes tradicionalmente dedicado a la Madre de Dios. Publicamos los textos de la carta papal y de las dos oraciones marianas: la primera es la que el Pontífice dirigió a Nuestra Señora del Divino Amor en un mensaje de vídeo con ocasión de la misa celebrada el 11 de marzo pasado por el Cardenal Vicario Ángelo De Donatis en el santuario romano para la Jornada Diocesana de Oración y Ayuno; la segunda, inédita, ha sido compuesta para la ocasión. Entre otras reflexiones, el papa Bergoglio enfatiza que -«Redescubrir la belleza de rezar el Rosario en casa en mayo» en esta época de aislamiento social debido a la pandemia.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En respuesta a la propuesta de crear un ente destinado a profundizar en la figura, el pensamiento y las enseñanzas de Juan Pablo I (26 de agosto de 1978 – 28 de septiembre de 1978), el Santo Padre Francisco estableció la Fundación Vaticana Juan Pablo I el 17 de febrero. El Papa Juan Pablo I ha sido y sigue siendo un punto de referencia en la historia de la Iglesia universal, cuya importancia -como había señalado San Juan Pablo II- es inversamente proporcional a la duración de su brevísimo pontificado: “magis ostentus quam datus”. Esta iniciativa se encuentra en la página 7.

En la página ocho, con la que culmina esta edición se transcribe el texto de su audiencia general del 29 de abril, en donde concluyó el ciclo de catequesis sobre las Bienaventuranzas evangélicas. En la biblioteca privada del Palacio Apostólico Vaticano, donde tiene lugar la cita semanal de los miércoles, desde que se tomaron las medidas de distanciamiento social dirigidas a contener el contagio del coronavirus, el Pontífice comentó la última bienaventuranza, refiriéndose a los «perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mateo 5, 10). En ella, el Sumo Pontífice expresó que «En este momento, hay muchos cristianos que sufren persecución en varias partes del mundo», por ello, «debemos esperar y rezar para que su tribulación se detenga cuanto antes». Ellos son «los miembros sangrantes del cuerpo de Cristo que es la Iglesia».