En esta edición semanal del L'Osservatore Romano, se comparte desde la portada una guía de oración de Francisco a la Virgen María en estos tiempos del coronavirus. Ademas, y en este sentido, el Papa Francisco, en su homilía en la Misa en la residencia de Santa Marta, continuó rezando por los enfermos de esta epidemia. También lo hizo por los prisioneros, por nuestros hermanos y hermanas encerrados en la cárcel expresando que “Están sufriendo y debemos estar cerca de ellos con la oración, para que el Señor les ayude, les consuele en este momento difícil” . El sermón completo se encuentra publicado con esta edición.
En las páginas centrales se incluye el mensaje completo que Francisco ofreció para la Jornada Mundial de la Juventud que este año se celebrará a nivel diocesano el 5 de abril, domingo de Ramos. En el mismo, subraya el vínculo entre el proceso sinodal dedicado a los jóvenes y está centrado en el tema «¡Joven, a ti te digo, levántate!» (cf. Lucas 7, 14. El mensaje, abre un ciclo de tres textos pontificios reunidos por el verbo “levantarse” y dedicados a las nuevas generaciones en camino entre la JMJ panameña del 2019 y la de Lisboa programada para 2022.
La audiencia general del miércoles 11 de marzo tuvo un curso particular, condicionado por las medidas tomadas para contener el riesgo de propagación del Covid-19. En el vídeo en directo, el Papa Francisco celebró su catequesis —dedicada a la siguiente Bienaventuranza: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados» (Mateo 5, 6)— en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano; sin tener contacto directo con los peregrinos que pudieron escuchar su reflexión, sentir su cercanía y recibir su bendición dirigida en particular a los enfermos a través de los enlaces de radio y televisión y de los medios de comunicación social. La audiencia que comenzó con la lectura de algunos versos del Salmo 119 se transcribe en forma completa y oficial en la página 8 de este ejemplar.
Del mismo modo se incluye el último Ángelus en donde el Papa rezó especialmente por “los olvidados de Idlib”. El papa Bergoglio centro su breve sermón dominical en el texto de la liturgia especial de este tiempo de Cuaresma donde el Evangelio presenta el relato de la Transfiguración de Jesús (San Mateo 17,1-9). El mensaje fue filmado desde dentro del Palacio Apostólico, en donde luego del rezo de la oración mariana, el Papa Francisco dirigió algunas expresiones de saludo, recordando en particular la tragedia que está viviendo el pueblo sirio y quienes están sufriendo con la epidemia del coronavirus. A pesar de este lugar inusual, obligado por las restricciones de la pandemia, el papa Bergoglio decidió de todas maneras asomarse a la ventana tradicional para saludar a los fieles que habían seguido el Ángelus a través de las pantallas de televisores distribuidas en la Plaza San Pedro.
