La figura del presidente Javier Milei y su propuesta política generan opiniones diversas: el diputado nacional por San Luis, Carlos D’Alessandro, alejado de La Libertad Avanza, expresó en el programa Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) que "vino a hacer un service técnico a la Argentina".
El diputado nacional por la provincia de San Luis, Carlos D’Alessandro, lidera el bloque Coherencia en la Cámara de Diputados. Se desempeña como licenciado en Administración y profesor en Emprendimiento e Innovación, y además ostenta diplomados en “Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública” por la Universidad Católica de Córdoba, junto con un postgrado en Marketing por la Adam Smith University. Además, se alejó del espacio La Libertad Avanza para fundar su propio bloque, denunciando problemas de transparencia y la existencia de una “nueva casta” en el Gobierno nacional.
Imagino que a usted le habrá pasado lo mismo que a toda la sociedad argentina: sorprenderse por el resultado favorable al gobierno nacional en las elecciones de hace un par de domingos y por cómo eso modificó el humor político, las perspectivas y las proyecciones. El propio Milei afirmó que daban por muerto a su gobierno y ahora lo dan por reelecto. Usted, que fue fundador de La Libertad Avanza, elegido originalmente y luego se distanció del espacio, puede ofrecer una perspectiva dual. ¿Cómo lo vivió y cómo imagina que esto repercutirá en la Argentina?
Entiendo lo que hizo la ciudadanía en todo el país: respaldar y profundizar el cambio, alejándose de la vieja política. Milei sigue proponiendo una alternativa disruptiva, pero, como escuché recientemente a un productor agrícola de relevancia en nuestro país, la idea de que vino a hacer un “service técnico” a la Argentina no parece el camino adecuado. La profundización de las políticas libertarias que propone probablemente se vaya desarticulando.
Si bien contó con un gran apoyo a nivel nacional, no fue el respaldo que obtuvimos en 2023, cuando presentábamos una propuesta de cambio. El desgaste del gobierno se percibe en todo el país; en mi provincia, San Luis, los vecinos muestran miedo de que vuelva el pasado. Lo que le falta a la oposición, y que estamos intentando construir desde Coherencia, es un liberalismo más pragmático, menos agresivo, con raíces en el liberalismo social surgido en el siglo XIX de la mano de John Stuart Mill. Un Estado minimizado pero efectivo, que no abandone a la sociedad, es el camino viable.
Nosotros sostenemos que la capacidad de reelección del gobierno no es tan probable como se cree. La sociedad busca desacelerar la inflación, eliminarla progresivamente, transparentar y reforzar las instituciones, algo que no está haciendo el gobierno actual ni con el poder judicial —por la falta de miembros en los nombramientos— ni con el legislativo, que funciona como escribanía en ambos congresos. El “service técnico” que la sociedad demanda actúa como un antibiótico contra gobiernos como el kirchnerista, que han generado corrupción sistemática y afectado la productividad.
Además, se requiere una propuesta productivista estratégica que permita a Argentina capitalizar su potencial y garantizar crecimiento con arraigo, apoyado en la capacidad productiva del país. Lo que todavía falta es liderazgo en la oposición, conformada por espacios derrotados que deben distanciarse de las prácticas desgastadas del kirchnerismo. Si observamos el abanico de liderazgos actuales, muchos gobernadores que apoyaron a Milei —sobre todo del peronismo— aprobaron leyes como la Ley de Régimen de Grandes Inversiones, que beneficiaban a sus provincias, demostrando capacidad de liderazgo. En el norte del país se observa potencial para que gobernadores consolidados enfrenten el proceso electoral hacia 2027 y reúnan a la oposición constructiva. Esto permitiría mantener equilibrio fiscal, controlar la inflación y promulgar normas útiles, como una reforma laboral pragmática, que fortalezca la productividad. Por ejemplo, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, tiene posibilidades de consolidar liderazgo.
Milei, legitimidad y representación
El peronismo siempre tendrá futuro, pues está profundamente arraigado en la sociedad argentina. Según un filósofo con quien conversé, Argentina es lo que es gracias al peronismo, que generó clase media y una tercera vía entre socialismo extremo y capitalismo salvaje. Si el peronismo recupera esa visión estratégica, centrada en el trabajador y la producción, y busca alternativas modernas, puede crecer. Pero si sigue inclinándose a la izquierda, como ocurrió con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner o el kirchnerismo, perderá votos progresivamente.
Actualmente, en la provincia de Buenos Aires, el peronismo se ve atomizado y localista. Lo que debe recuperar es el espíritu de movimiento que permite articular grandes frentes en busca del bien común y de soluciones que beneficien a todos los argentinos.
MV/MU