Según un reporte financiero en un año la Inteligencia Artificial estaría al borde de la quiebra. La tendencia a la baja es constante y si no se modifica, las empresas de IA podrían desaparecer.
ChatGPT y OpenAl caerían en bancarrota en 2024 |
Télam
Un alarmante pronóstico en base a una reciente evaluación financiera da cuenta del sombrío futuro que podría depararles a las empresas de Inteligencia Artificial. En concreto, según un reporte financiero del portal especializado, Analytics India Magazine, en el transcurso del año entrante la Inteligencia Artificial estaría al borde de la quiebra.
De hecho las compañías referente en materia de nuevas tecnologías con IA, como es el caso de ChatGPT y OpenAl, podrían caer en quiebre durante 2024.
Esta lectura pareciera poco creíble o cuanto menos inesperada, teniendo en cuenta el boom que implicó el impacto por la aparición, hace pocos meses atrás, de estas plataformas de Inteligencia Artificial. No obstante, los especialistas avizoran que podrían irse a la bancarrota durante el año entrante, si no se logra modificar la fuerte tendencia declinante.
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Cabe preguntarse por qué a tan poco tiempo de la explosiva presencia de estas empresas que vinieron a revolucionar cada aspecto de la vida de la humanidad, estarían en peligro de extinción.
En principio podría parecer un pronóstico no solo inquietante, sino además extremo. Lo cierto es que conforme la evaluación financiera en la que se basa la catastrófica predicción OpenAI, empresa dueña de ChatGPT, no estaría atravesando un buen momento.
Lo alarmante, es que los analistas prevén que la situación es tan clara respecto a una tendencia constante y progresiva a la baja, que hasta se animan a decir que no puede descartarse la quiebra para el año próximo.
Estas estimaciones caóticas son recibidas con preocupación por parte de empresas como Microsoft, que en su caso apostó con inversiones millonarias a las nuevas tecnologías de ChatGPT.
Las plataformas con IA funcionan alimentadas con gran y variada cantidad de información. Sin embargo, a las puertas de ingreso hacia una nueva era, las autoridades comenzarán a regular con qué tipo de información se alimentan estos sistemas. Principalmente cuál es su origen y fuente primaria.
Precisamente lo que se presenta como el “talón de Aquiles” que podría derribar al gigante es el uso inapropiado de esa información que le da vida. De hecho el punto vulnerable y crítico gira en torno a las potenciales violaciones a los derechos de autor. Este aspecto podría ser la debilidad que tire por tierra el porvenir de ChatGPT y otras plataformas similares.
El conflicto está en que el sistema de las aplicaciones que funcionan con IA podrían llevar consigo mismas el germen de su propia destrucción: es muy probable que al iniciarse en la actividad y, para que la IA llegase a su estado actual, haya sido necesario alimentar estas herramientas con material de diversas fuentes, sin discriminación, incluso con aquellas protegidas por leyes de derecho de autor (copyright).
-Caída de usuarios. El portal especializado, Analytics India Magazine, elaboró y difundió un reporte que refleja información que daría basamento a las estimaciones de una posible quiebra a futuro de OpenAI y ChatGPT. En ese sentido, del relevamiento de datos surge que el sitio web de ChatGPT habría registrado una caída constante y progresiva de usuarios en el primer semestre del año.
Por consiguiente, el boom inicial de estas plataformas y las empresas de IA, desde principios de 2023 se fue desdibujando en forma gradual y cada vez fue menor la recurrencia de personas que visitaron la plataforma en la primera mitad del año.
De este modo, los usuarios, según datos del portal SimilarWeb, se redujeron a “apenas” 1.500 millones para julio de 2023. Si bien es una cifra considerable, sufrió una notoria merma respecto de los 1.700 millones de junio y los 1.900 millones de mayo.
Esta es una tendencia declinante que se sostiene y profundiza con el paso de los meses. Si bien este colapso en la cantidad de usuarios no tiene un motivo claramente identificado, existe una posible teoría. Algunos analistas intentan una explicación, en el hecho de la ausencia de estudiantes en las escuelas durante el mes de mayo, por su ciclo anglosajón, lo que podría haber provocado la baja de usuarios.
Por otra parte, están quienes justifican esta baja en el hecho de que los usuarios que poco a poco crearon sus propios bots, perdieron el interés en el sitio de ChatGPT.
-Elevado costo diario. A su vez, las estimaciones que hacen los especialistas afirman que la operación diaria de ChatGPT exigiría gastar cerca de USD 700.000 por día, lo que representa una cifra que se vuelve monstruosa al cabo de un año.
Lo cierto es que la empresa OpenAI, lanzó el revolucionario bot de inteligencia artificial, impulsando el desarrollo en masa de estas nuevas tecnologías. Sin embargo, no se previó un peligro o problema implícito: no se dimensionó el tamaño del proyecto en cuanto a sus costos de mantenimiento, difícil de equiparar con las ganancias generadas.
Este ahogamiento, pudo verse retrasado debido a la entrada de Microsoft con su millonaria inversión en OpenAI, lo que podría haber permitido que por algunos meses la empresa tuviese oxígeno suficiente para garantizar sus operaciones. Pero como en cualquier organización empresarial, si los ingresos y ganancias no son genuinos, más temprano que tarde, podrá terminar en peligro de bancarrota.
Es claro que los costos de ChatGPT son muy elevados y su empresa matriz se encuentra debilitada y en desventaja, porque es muy pronto para que cualquier empresa líder en IA, como OpenAI, Anthropic o Inflection, puedan aventurarse en el mercado de oferta pública inicial (OPI) para vender sus acciones en el mercado de valores.
De modo que para el 2024 se estima que las pérdidas serán muy superiores a sus ingresos, lo que se traduce técnicamente en una inevitable bancarrota. Sin embargo, le quedaría la chance de sobrevida, en caso que Microsoft o algún otro gran inversionista apueste por mantener vigentes a estas empresas que ya empiezan a dar las que podrían ser las últimas bocanadas de aire.
