Luego de la confirmación de la condena a Cristina Kirchner el diputado nacional Eduardo Valdés acusó a la Justicia de haber hecho “trampa” por rechazar la apertura de los recursos de apelación y señaló los vínculos entre Mauricio Macri y los jueces y fiscales involucrados en la causa Vialidad. “Había una voluntad de meterla presa”, dijo en diálogo con Jorge Fontevecchia en dialogó con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Eduardo Valdés es diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Fue embajador argentino también en el Vaticano, jefe de gabinete de la Cancillería en 2003, fundador y director de la Escuela Nacional de Gobierno del Instituto Nacional de Administración Pública a mediados de los noventa.
Decías que Cristina Kirchner nunca aceptaría que la indulten. Entrevistamos aquí a distintos penalistas y constitucionalistas, muy cercanos también al kirchnerismo. y decían que el error fue de Alberto Fernández, que debería haber indultado a la expresidenta y haber instruido al procurador general para que declarara nulo el proceso judicial. ¿No creés que un indulto de un futuro eventual presidente peronista no sería una solución? ¿Tiene razón este penalista que nos dijo que fue un error de Alberto Fernández no haberla indultado?
Lo que sé desde mi lugar es que Cristina nunca aceptó, o aceptaría, ser indultada, porque ella pelea por su inocencia. Cristina siempre ha estado a derecho, nunca faltó a una sola audiencia porque cree en la Justicia. Nunca se imaginó profugarse, y menos ser indultada. Eso es, al menos, es lo que yo escuché y vi en estos tiempos, y en tiempos de Alberto Fernández también. Aparte, las causas estaban abiertas. Para indultar, tiene que haber causa cerrada. Por eso creo que es absolutamente injusto que no se hayan abierto los recursos de apelación presentados, porque la Justicia le hizo trampa, una vez más. Se iban presentando los recursos de las arbitrariedades que iban pasando en esta causa Vialidad, y le decían que lo acumulaban para resolverlos. Al final no resolvieron ninguno. Y hay casos graves, que son públicos.
¿Te gustaría a vos, Jorge, que te juzgue alguien que va a jugar al fútbol a la casa de tu denunciante? Entonces vos apelás, y te toca otro que va a jugar al pádel y al tenis a la casa del mismo denunciante, en otra casa que tiene. El principio de independencia está violado totalmente, como el principio de cosa juzgada en esta causa que estaba cerrada. La había mandado el propio juez Ercolini, el juez de primera instancia, a que la tramite la provincia de Santa Cruz. En primera, segunda y tercera instancia la causa estaba cerrada y había cosa juzgada. Y él, cuando asume Macri, y Macri lo manda a Iguacel a auditar obras en Santa Cruz, reabre una causa con peritos que mandó él, y que dicen que no hubo delito en la construcción de las obras. Pero había una voluntad de meterla presa. Por eso esta causa está viciada de todos estos hechos. No importaban los vicios que se iban cometiendo en la misma, sino llegar a la condena firme.
Vos sos una persona equilibrada, moderada. ¿No te parece que también hay que hacer un análisis respecto de que no puede haber dos docenas de jueces y fiscales amigos del presidente Macri, y que no haya ningún justificativo para que haya sido juzgada en primera, en segunda y en Casación?
Ya te dije que Ercolini violó el principio de cosa juzgada.
El juez Ercolini fue nombrado en 2004 por Néstor Kirchner. En el Tribunal Oral Federal 2, que dictó la condena, los jueces Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu fueron nombrados en 2011. Andrés Basso se incorporó en 2015, todo bajo la presidencia de Cristina. El fiscal Diego Luciani también asumió en 2013, con un decreto firmado por Cristina. En la Cámara de Casación, Mariano Borinsky fue designado en 2011, también durante el kirchnerismo. Más allá del principio de que las discusiones jurídicas son complejas, ¿no sentís que una parte importante de la sociedad cree que Cristina merece ser condenada, y eso implica algo desde el punto de vista no ya jurídico, sino simbólico? De la misma forma que, desde el punto de vista simbólico, una condena a alguien que es el principal líder de la oposición también representa algo simbólico. ¿No sentís que estamos en un dilema donde cada uno tiene parte de la razón?
No. Porque yo te estoy dando elementos concretos de violación de principios indispensables para llevar adelante un proceso. No importa quién nombró a quién, porque no se nombra un juez adepto a uno. Se nombra un juez. Lo que sí demuestra que no corresponde, es que el juez vaya a jugar al fútbol a la casa del que está denunciando. Lo que sí viola el derecho es cuando uno va a jugar al pádel a la casa del denunciante.
El actual ministro de Justicia, Cúneo Libarona, habló diciendo que esta causa, cuando se condenó en Casación, no tenía las pruebas necesarias para ser condenada. Lo mismo dijo Rodolfo Barra. Te estoy hablando de gente que no pertenece al espacio nuestro. Si estaban esas dudas y estos hechos notorios, ¿por qué la Corte no abrió la causa, no abrió el recurso? ¿Había principio de profugación de la persona para no abrir el recurso y resolver todo rápido? Ella siempre estuvo a derecho.
Fijate vos que el que se profugó volvió a la Argentina cuatro años después, y volvió a su casa, tranquilo. Ni siquiera lo tuvieron un día detenido. Y a la que estuvo siempre a derecho, no le abren el recurso de apelación para sustanciar las dudas que había sobre el proceso. Es muy difícil. No importa quién nombró a los jueces, el problema es para dónde piensan esos jueces.
¿Tantos jueces, todos amañados? ¿No te llama la atención, con un mínimo de análisis?
Primera instancia: Ercolini, ya te lo dije. Segunda instancia le toca a Mariano Llorens, que jugaba de arquero en el equipo de Rodrigo Giménez Uriburu y Luciani. Llorens jugaba en el mismo equipo, en el Liverpool. Es el que dice "apela y va a juicio oral". ¿Y a dónde van? A donde juega el capitán del equipo y el fiscal que acusa, dos de los tres jueces. Y después le tocan los del tenis. ¿Qué querés que te diga? Yo no le desearía a nadie que esos sean los jueces que te juzguen a vos.

Desde ya. Pero el planteo, me parece, son las causas por las que te juzgan, los motivos por los que te juzgan. Me parece que es una simplificación decir que es Magnetto, Macri, son los jueces...
Yo hablé de Macri porque jugaban al fútbol en la casa de él. Nadie viene a jugar al fútbol a mi casa.
Bueno, porque no jugás al fútbol.
No, no juego al fútbol. Pero no se me ocurre convocar a jugar al fútbol a los tipos que me tienen que juzgar.
No era el caso. En este caso, no eran los tipos que lo tenían que juzgar a él, eran los que tenían que juzgarla a ella.
Eso es más grave. Si la tenían que juzgar a ella no los invito, para que no queden dudas. Ya que la persigo tanto…
Pero eso puede hablar mal de Macri, puede hablar mal de los jueces. No estamos hablando de un juicio como el de Lula, que era un solo juez, un solo equipo de fiscales y que duró dos años y medio. Estamos hablando de diez años y dos docenas de jueces y fiscales. Lo que uno tendría que plantearse es que hay algo más, desde el punto de vista político y social.
El de Lula duró mucho más. El del departamento duró mucho más. Empezó cuando Lula estaba en su primer gobierno. Se fue acrecentando, que es distinto.
Pero en el caso por el que Lula es condenado, el del departamento, hay un solo fallo, que es el fallo del juez Moro, con tribunal especial hecho especialmente para ese tema, que era el Lava Jato. Yo creo que lo que vos te referís es que el caso Lava Jato comenzó mucho antes, pero de cualquier forma estamos hablando de un juez.
Ahí está, tenés un juez. ¿Cuál fue el problema por el cual la Corte se aboca?
Por la relación del juez con el fiscal.
Por la relación del juez con el fiscal, es así. Acá el juez y el fiscal jugaban al fútbol en el mismo equipo, todos los sábados. No está bien. El juez y el fiscal no tienen que tener esa connivencia. ¿Por qué acá lo naturalizamos, y allá no?
Hay distintos sistemas de elaboración penal, en los cuales, en algunos, el fiscal y el juez trabajan juntos, y en otros trabajan separados. No soy un especialista en ese punto.
Acá es exactamente lo mismo.
Carlos Beraldi denunció irregularidades en el proceso judicial contra CFK
Vos podés marcar una falta en alguno de los integrantes que la juzgaron, pero hay tantos que algunos no tienen esa falla y pensaron de la misma manera. Si vos tenés, sobre 24 personas que intervinieron, ocho que tuvieron inconvenientes éticos y otros doce que no, mi pregunta es: ¿no te hace reflexionar que, por lo menos, es opinable?
Es una persona que tiene 634 causas iniciadas, algo anormal. Hasta le iniciaron causas por decir que no era abogada. Fueron juristas importantes los que salieron y hablaron, y ríos de tinta. Y resulta que el propio juez Bonadío, el juez más parcial que le tocó a ella en la historia, tuvo que sacar el fallo diciendo que tenía el certificado analítico. 634 causas, algo anormal en cualquier situación. Cuando no salía la condena rápido como querían, le querían aplicar el sistema de la "Ficha Limpia". Se peleaban entre libertarios y macristas sobre quién era más revolucionario con la Ficha Limpia. Que, si ponían la fecha electoral tal, había que meterla presa antes.
Yo no estoy inventando cosas. Lo escribió el columnista Morales Solá en La Nación, que dijo que había que encarcelarla antes de que se terminara la fecha del cronograma electoral de la provincia de Buenos Aires. El poder mediático juega, y en este caso jugó, y fuerte. No es normal que, en el día de ayer, la tapa del gran diario argentino sea una foto de Cristina en la puerta de su casa, con unas rejas delante. No sé si la viste. Otro periodista, intimó antenoche a los jueces, desde un canal de televisión que es del mismo grupo del diario, diciendo que se pongan a laburar, como diciendo "saquen el fallo mañana", y haciéndole ruidito con los dedos. Yo no creo en las brujas, pero que las hay, las hay.
A lo que me refiero es que es más complejo que considerar solo el poder mediático.
Yo creo que lo menos complejo, para una persona que siempre estuvo a derecho, era abrir el recurso judicial. Eso era lo menos complejo. Y estábamos todos esperando.
Voy a otro punto. Cuando vos le preguntás a la sociedad argentina si Cristina fue culpable de corrupción o no, ¿te llamaría la atención que encontrás una mayoría que piensa que sí, y que algo dice eso? O que hayan votado a Macri o hayan votado a Milei.
No tengo duda de que hay un porcentaje importante de la sociedad que cree que Cristina es culpable. Pero no cree que Cristina es culpable por la causa Vialidad, sino porque esos periodistas de los que hablábamos antes dicen "Cristina chorra" o "Cristina ladrona" desde la televisión, desde la radio y desde el medio de comunicación gráfico. Entonces, por supuesto que hay toda una generación que está convencida de que Cristina es chorra. Pero para eso están los jueces.
¿No creés que, de la misma forma que una parte importante de la sociedad está convencida de que Cristina es culpable de corrupción —o que el gobierno de Cristina tuvo hechos de corrupción, y ella es responsable por acción u omisión— muchos jueces y fiscales también piensen lo mismo? También son ciudadanos. Hay un marco del derecho que es hermenéutico.
Hubieran abierto el recurso. ¿No se merece una presidenta de la Nación, que nunca se corrió, que le abran el recurso de apelación y nos expliquen qué opina el tribunal respecto de los jueces que la juzgaron? ¿Qué opinaban sobre si había hecho cosas juzgadas o no en la causa Vialidad? ¿Qué piensan sobre los jueces que jugaban en la casa de Mauricio Macri? Para eso les pedía que abran el recurso. Por ahí decían que esto estaba justificado y se cierra la causa. Pero no abrir un recurso de apelación es una omnipotencia de poder.
¿Y cómo sigue? ¿Cómo te imaginás que sigue esto hoy?
Hoy no sé cómo sigue. Esto sucedió ayer. Creo que el doctor Dalbón fue a la Corte Penal Internacional. Nosotros vamos a seguir peleando, clamando justicia. Ella nunca pensó en ser indultada, porque se cree inocente. Y nosotros le creemos que es inocente. Yo particularmente estudié abogacía y no veo ningún motivo de culpabilidad de parte de ella. Por eso seguiremos, en el ordenamiento jurídico que corresponda, peleando la inocencia. De eso no hay duda.
Como abogado, ¿vos creés que el Supremo Tribunal de Brasil hubiese anulado la causa contra Lula si el fiscal hubiese ido a jugar al pádel, al tenis o al fútbol con el juez? ¿Por eso solo lo hubiera anulado? ¿O lo anuló porque, en realidad, había chats en los que el juez le daba instrucciones al fiscal?
¿Y qué sabemos si cuando jugaban al fútbol no hablaban entre ellos?
No lo sabemos. Ese es el punto. Mientras que en el caso de Brasil sí lo sabemos, porque están los chats.
Que vayan a jugar al fútbol es tan grave como los chats.
No, no es lo mismo.
En Brasil no debe haber relación entre el fiscal y el juez.
Yo creo que una cosa es la sospecha y otra es la confirmación. En el caso de Brasil vos tenías a Moro dándole órdenes al fiscal de cómo proceder. En este caso, suponemos que si iban a jugar al pádel o al fútbol, podía haber cierto contubernio, pero es una sospecha, no es una prueba.
El mismo sector que acá aplaude que la condenen a Cristina Kirchner fue el que aplaudió a Moro cuando lo trajeron a la Argentina. Lo tenía de ídolo. Inclusive lo aplaudió a Moro cuando Bolsonaro lo hizo ministro de Justicia, por haber cumplido. No cambian las posiciones de las personas porque le comprobaron a Moro tal o cual cosa. Esos son los mismos que hoy creen que Cristina tiene que ser condenada.
A muchos no nos gustó Moro, ni antes, ni durante, ni después. Y esto que vos estás escuchando de mi boca, lo has escuchado muchas veces. Lo escribí en el diario Perfil antes de que sucediera el recurso. Gracias por cederme el lugar, pero la verdad es que no me respondieron lo que escribí este domingo, pidiendo que los jueces deben serlo y parecerlo. Es lo que me enseñaron en la facultad. De todos los diez jueces, ninguno fue o pareció. Y te lo muestro con los ejemplos que te estoy diciendo.

Aprovecho la confianza que tenemos para poder tener un diálogo con un tono respetuoso. Sé que vos estás a la altura de poder llevar adelante una conversación así. Yo creo que el juez Moro llevó adelante una tarea realmente muy meritoria en Brasil. No en el caso de Lula, pero sí en el caso de Lava Jato. Se recibieron 2.000 millones de dólares de devolución de coimas. Coincido que el caso de Lula es la peor parte de Moro. Pero me parece que vos también coincidirás en que, si hay corrupción y hay un juez que lleva adelante una mega causa y consigue que se devuelvan 2.000 millones de dólares, evidentemente es porque hubo corrupción.
Todo el caso Odebrecht es un caso absolutamente corrupto. El tema es que cuando un juez comete un error en una situación tan delicada como fue esta, me llama la atención. También tengo derecho a dudar en las otras cuestiones. Lo que no quiere decir es que no haya existido la corrupción del caso Odebrecht.
Que casualmente, hoy, en la Argentina no podemos tratar al caso Odebrecht. ¿Por qué el sistema judicial que condena a Cristina Kirchner no logra investigar acá el caso Odebrecht? ¿Sabés por qué? Porque está vinculado Calcaterra en la Argentina. El que era el capitán del equipo de las obras públicas en la Argentina sobre el sistema Odebrecht se llamaba Calcaterra, que era el dueño de la empresa IECSA, que era la empresa de Mauricio Macri y de la familia Macri. Por eso no sabemos hoy cuál fue el efecto Odebrecht en la Argentina. Y ninguno de estos jueces se animó a plantear el tema. Ninguno.
Creo que el caso Odebrecht hizo verosímil y creó las condiciones de posibilidad para las sospechas sobre Lula, luego desestimadas. Los casos de corrupción, como los bolsos de López y los muchos otros, generan el marco de posibilidad para las sospechas sobre Cristina. No todo el mundo que comete delitos es condenado. Eso no quita que, aquellos que sí son condenados, se los esculpe porque otros no. Todos los casos de corrupción deben ser juzgados de la misma manera. Te agradezco la disposición para una conversación de este tipo. Lo que estuve viendo en los medios de comunicación es una mirada unívoca en un sentido o en el otro. Una mirada fanática de que Cristina es inocente y estos jueces son horribles, y otra mirada que se pregunta por qué los jueces no se apuran a meterla presa rápido y aumentarle la condena a doce años. Pedí hablar con vos porque sé que sos una persona muy, muy equilibrada para poder mantener este diálogo.
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