El Censo 2022 ya arrojó su primer gran dato: en Argentina viven 47.327.407 personas. A mediados de agosto habrá más precisiones sobre la distribución por sexo, provincias y departamentos. Entonces empezarán a emerger las novedades de un estudio periódico que, aún con interrupciones, siempre arroja revelaciones fundamentales. Aquí, algunos puntos destacados de sus 153 años de historia a partir de un informe del sitio El Gato y la Caja.
1869
Cuando cuatro quintos de los adultos no sabían leer ni escribir, el primer censo determinó que había 1.877.490 habitantes. Lo más llamativo: se indagó sobre las “condiciones especiales” de los encuestados ilegítimos, amancebados, dementes, sordomudos, ciegos, cretinos, imbéciles, estúpidos, opas, con bocio, inválidos o huérfanos.
1895
Entre los 3,9 millones de habitantes, se contabilizaron más varones extranjeros que nativos de 30 a 59 años. El informe consignaba que “la raza latina forma la inmensa mayoría de la población (...) pero las germánicas, anglosajonas, escandinavas contribuyen al mejoramiento de ella”.
1947
Un mega operativo de seis jornadas y 300 mil trabajadores. El primer peronismo ponderó el rol de la industria y la tecnología “para llegar hasta los lugares más apartados del territorio”, mediante “caminos en perfectas condiciones de transitabilidad, abundancia de vehículos automotores y utilización de la radiotelefonía en las zonas de muy difícil acceso”.
1980
Cada vez más mujeres buscaban empleo, lo que se explica por los cambios en su rol tradicional, pero también por la debacle económica de la dictadura, la incipiente precarización del trabajo y la necesidad de más de un sueldo para el sostén familiar. Empezaba a configurarse una sociedad con menos amas de casa, más estudiantes, jubilados y pensionados.
El Censo 2022 y la población según el género y la diversidad
2001
El censo en medio del caos, entre el 17 y 18 de noviembre del 2001. Por primera vez se incluyó entre las preguntas la pertenencia a los pueblos originarios y la capacidad de acceso a bienes y servicios: heladera con o sin freezer, lavarropas común o automático, teléfono fijo y celular, televisión por cable, computadora y acceso a internet.
“Los censos son bastante líquidos -recuerda el artículo-. Cambian con las épocas y los modos de pensar”. ¿De qué preguntas se reirán los compatriotas del futuro?
JL PAR