MODO FONTEVECCHIA
A 26 AÑOS DEL ASESINATO DE CABEZAS

Gabriel Michi: "El asesinato de José Luis Cabezas fue el peor crimen contra la democracia"

Quien fue compañero del fotógrafo en Noticias remarcó qué lo cambió humana y profesionalmente: "El hecho de ser parte de una noticia, de estar del otro lado, me hizo ver los vicios de nuestra profesión", confesó.

Gabriel Michi: "El crimen de Cabezas fue el peor crimen contra la democracia"
Gabriel Michi: "El crimen de Cabezas fue el peor crimen contra la democracia" | Télam

Gabriel Michi, socio fundador de FOPEA, describió a José Luis Cabezas como "un apasionado por la profesión, afectuoso, divertido y un poco cabrón cuando se enojaba". Asimismo, admitió que el caso paradigmático del fotógrafo modificó la profesión: "No se tiene que  atravesar por una situación semejante en gran medida, justamente, por la enorme respuesta social y periodística que hubo en aquel momento", opinó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).

¿Cuántos años tenías en 1997?

Tenía 28 años y la madrugada del crimen, cuando cumplía 29 años, estaba declarando por este hecho.

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¿Qué les dirías a los periodistas que tienen la edad que vos tenías en ese momento? ¿Qué representó su asesinato en el periodismo argentino?

José Luis Cabezas era un gran fotógrafo desde lo artístico y desde la inmediatez que necesita el reportero gráfico que está en la calle. Tenía una prestancia que me maravillaba cada vez que lo veía en plena tarea. Era apasionado por la profesión, afectuoso, divertido y un poco cabrón cuando se enojaba.

José Luis Cabezas y Gabriel Michi, horas antes del crimen
José Luis Cabezas y Gabriel Michi, horas antes del crimen

Encontró un final terrible. El crimen de José Luis Cabezas fue el peor crimen contra la democracia, ya que hasta ese momento no se había producido una asesinato. Esto era una especie de acto anacrónico extrapolado de la época de dictadura, incluso por las características del crimen.

Con esto se buscó un mensaje de silenciamiento hacia toda la prensa, y tuvo el efecto contrario: se buscó de todas las maneras posibles que haya justicia.

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A las nuevas generaciones les diría que no se tuvo que atravesar por una situación semejante en gran medida, justamente, fue por la enorme respuesta social y periodística que hubo por este tema.

¿Qué te cambió a vos en lo personal?

Cambié mi mirada con respecto a las responsabilidades que tiene que tener el periodismo a la hora de informar. El hecho de ser parte de una noticia, de estar del otro lado, me hizo ver los vicios de nuestra profesión: la falta de chequeo, la falta de búsqueda de nuevas fuentes, entre otras cosas. Cuando un hecho así te atraviesa te hace repensar la forma en que cubrimos los temas.

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Hay un grado de responsabilidad adicional con hechos de estas características, que conllevan dolor para mucha gente. Me cambio desde lo humano y personal. Mi cercanía con su familia me hizo ver que esas tragedias son cotidianas para ellos, nosotros sólo lo vemos como parte de la misma vorágine de la profesión, ya sea cuando se cumplen aniversarios o pasa algo vinculado con ese tema.

AO JL