El consultor político, Javier Gutiérrez, explicó cómo el bienestar económico peruano no se traduce en ordenamiento social y político. "La poca distribución de la riqueza ha hecho que el humor de la ciudadanía sea contestatario con el sistema político", aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9). A su vez, analizó la crisis política en Perú.
En la Argentina hay un desorden macroeconómico monumental desde hace varios años, mientras que en Perú su economía parece muchos más exitosa. ¿Cómo se explica entonces tanto desorden político?
El gobierno de Alan García en lo ´80 nos dejó al borde del precipicio. Pero desde los ´90 la macroeconomía ha venido funcionando y creciendo. Nuestro Banco Central de Reservas está a encabezado por Julio Velarde, que es estimado como uno de los mejores directores de Banco Central del mundo.
Esa fortaleza que tenemos en esa área permite que las crisis políticas en Perú no afectan el avance económico. Esta sería la primera gran característica.
Otro factor es que este Banco Central de Reservas se maneja de manera independiente, no aporta dinero al Estado. Si hay alguna necesidad económica, este organismo da la fortaleza macro para que Perú pueda apalancar préstamos a bajo costo en el mercado internacional.
Pedro Castillo: de dictador a detenido en apenas unas horas
De todas maneras, hay índices de inflación a los que no estábamos acostumbrados en los últimos años, pero siguen siendo bajos comparados con otros países de la región.
Esa es la causa de porqué la economía es exitosa, ¿pero por qué ese bienestar económico no genera un humor social satisfactorio con la política para no elegir líderes disruptivos?
Si bien es cierto que Perú ha venido creciendo económicamente, lo que no hay es una redistribución que haga que este beneficio llegue a todos los rincones del país. Es muy centralizada nuestra nación: más del 30% de la población del país vive en Lima.
Esta poca distribución de la riqueza en las zonas alejadas, sobre todo, ha hecho que el humor de la ciudadanía sea contestatario con el sistema político. Hay muchas desigualdades y poco desarrollo de infraestructura. Por eso esto se ve reflejado en las urnas, cuando eligen políticos fuera del Establishment político, como Pedro Castillo.
Dina Boluarte y la expectativa del pueblo peruano
Luego de la destitución de Castillo, Dina Boluarte es la nueva presidenta de Perú. ¿Podría resumir quién es más específicamente?
Antes de ser vicepresidenta no era tan conocida. Es una profesional que trabajaba en el registro de Estado Civil, tenía a su carga esa oficina. Es una incógnita, porque si bien se desempeñó como ministra en Desarrollo e Inclusión Social en el último año y medio, debido a esta crisis de Castillo, su protagonismo fue casi nulo. Se la relegó bastante, mantuvo un perfil bajo.
Castillo, Cristina y los cucos
Es una mujer de carácter fuerte, que lleva adelante sus ideas y que no se deja influir por los demás. Ayer, en su discurso, dejó en claro que quiere quedarse a cumplir los cinco años de mandato constitucional.
¿La mayoría de los peruanos ven esto con preocupación o con alivio? ¿Cuál es el humor hoy?
Tienen cierto alivio por la salida de Castillo del poder. Pero es relativo, en el sentido de que todavía se vive en incertidumbre porque no sé sabe lo que nos puede deparar con Boluarte. Durante la presidencia de Castillo la gente sentía mucha inestabilidad. El conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Congreso era casi cotidiano.
Se entiende que esa tensión no va a ser tan exacerbada. El ánimo es de cierta tranquilidad pero con mucha expectativa de qué podrá pasar, ver si el Congreso permitirá que Boluarte pueda gestionar el país en el corto plazo.
AO JL
