Juan Marino, diputado de Unión por la Patria y fundador del Partido Piquetero, denunció persecución contra organizaciones populares y alertó que es probable que haya "un plan de movilizaciones del movimiento obrero ocupado" en caso de que el oficialismo decida avanzar con una avanzar reforma laboral "regresiva". "Este Gobierno vino a ejecutar un plan de genocidio económico", dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).
Juan Marino es un dirigente social, militante y fundador del Partido Piquetero y de Unidad Piquetera. Se desempeña como diputado de la Nación Argentina por Buenos Aires desde el año 2022, representando a Unión por la Patria, y es coautor del libro "Estrategia militante aquí y ahora".
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¿Qué está pasando con los movimientos sociales en medio de esta situación económica y en medio del avance que presenta y que plantea el Gobierno con la reforma laboral y las desregulaciones?
La situación es muy grave porque el Gobierno ha desplegado, desde que asumió, un ataque sin precedentes contra las conquistas históricas del movimiento piquetero. Ha quitado todo tipo de asistencia a los comedores populares cuando, en simultáneo, lo que ocurre es que aumenta la demanda en los comedores. A las jubiladas y los jubilados les quitaron los medicamentos gratuitos, y la jubilación ha perdido mucho poder adquisitivo, lo que genera que muchas jubiladas y jubilados se acerquen a pedir alimentos a los comedores. Ya los sueldos de un solo trabajo no alcanzan: la gente tiene que trabajar dos o tres trabajos y muchos trabajadores con sueldo, incluso, también se acercan a pedir alimentos, por lo cual la situación es grave.
Frenaron todo tipo de obra de urbanización que había sido conquistada por parte de las organizaciones en los barrios populares, lo que empeora las condiciones en esos barrios. Y recrudecieron mucho la persecución, el amedrentamiento, las amenazas, la represión. Esto que festeja Bullrich, de que no hay más piquetes en la 9 de Julio, es la paz de los cementerios, es porque no es que no hay más motivos para protestar. Ellos montaron todo un complejo dispositivo de persecución que dificultó las posibilidades de movilización del movimiento piquetero, con persecución judicial a dirigentes y amedrentamiento a compañeras que son responsables de los comedores. Vieron cómo entraba la Policía Federal a las cinco, seis de la mañana, a allanar comedores que al mismo tiempo son las casas, porque son las mejores personas de este país. Esas compañeras, en su barrio, en su casa, le abrieron la casa a su vecina y a su vecino para que vayan a comer ahí porque no tienen para comer. ¿Quién está dispuesto a hacer eso? Abrir la casa al que lo necesita para que pueda tener un plato de comida. A esas compañeras les allanaron violentamente los domicilios. Eso generó toda una situación de amedrentamiento y de persecución, por lo cual el movimiento piquetero está en una situación de repliegue.
En los barrios sigue habiendo un importante grado de organización y de movilización, con mucho esfuerzo, también con asistencia de municipios, de gobiernos provinciales. Subsisten algunos de los comedores que existían antes de la asunción de Javier Milei, no todos. Es importante, por lo tanto, que ese movimiento piquetero, cuyos cuadros, sus organizadores, siguen militando en los barrios, se vincule al resto de los movimientos de lucha que han sido muy multitudinarios en este país contra Javier Milei y, juntos, construyamos una alternativa política en contra de este Gobierno, que vino a ejecutar un plan de genocidio económico.
Viene la discusión de la reforma laboral. El Gobierno quiere que se apruebe, si es posible, en extraordinarias. ¿Cuál va a ser la reacción? ¿Cree que va a haber reacción justamente frente a esto? El Gobierno está tendiendo todos los puentes con los gobernadores, con los que puede tener como aliados para llegar al número en el Congreso. ¿Qué se viene a partir de esto?
Con el resultado electoral ellos se garantizaron el tercio. El tercio los blinda frente a cualquier iniciativa de juicio político y también les garantiza poder vetar toda iniciativa que la oposición pueda desplegar. También, naturalmente, el resultado ha impactado políticamente y psicológicamente sobre sectores opositores que hasta este momento venían acordando con nosotros en iniciativas importantes, como la ley de emergencia en discapacidad, la ley del Garrahan, y la ley de universidades. Ahora tienen una tendencia a buscar un acuerdo con el Gobierno nacional. Eso quizá les generó, durante un primer momento, las condiciones y el número para avanzar en alguna de sus iniciativas. Veremos igual, porque no tienen mayoría propia: tienen que lograr acuerdos. Están intentando, hay que ver si lo logran.
Me parece que el factor fundamental va a ser si existen o no estos 40.000 millones de dólares de Estados Unidos, si existen o no estas inversiones multimillonarias estadounidenses que generarían puestos de trabajo en las provincias. Hay que ver si todo esto que prometió el Gobierno con el acuerdo secreto que están haciendo con Estados Unidos, si genera resultados o no. Si no genera resultados, muy probablemente el crédito se le agote al Gobierno. Por lo pronto, lo que vemos es este acuerdo comercial que anunciaron, que la verdad que es peor que el Pacto Roca-Runciman, porque con el Pacto Roca-Runciman por lo menos se le vendía carne a Inglaterra. Acá directamente vamos a importar carne, pollo y leche de Estados Unidos. Tan nefasto es ese acuerdo.
No confiamos en que vaya a haber ningún resultado positivo y entendemos que la oposición, que no tiene confianza en el Gobierno, tiene que incidir activamente en la discusión sobre el acuerdo con Estados Unidos. Porque vos mencionabas el presupuesto, ¿pero qué presupuesto vamos a discutir si no sabemos si va a haber o no ese crédito de 20.000 millones de dólares para cubrir los vencimientos de deuda de los próximos años? Es una falacia la gestión del presupuesto que plantea el Gobierno.
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¿Pensás que puede haber algún tipo de oposición o reacción en cuanto a los movimientos sociales y movimientos sindicales, hablando sobre todo de lo que puede pasar con la CGT a partir de la discusión de la reforma laboral? ¿Puede haber ahí algún tipo de oposición al proyecto?
Sí, yo creo que sí. De hecho, el lunes hubo una reunión en la Cámara de Diputados de distintos sectores sindicales para criticar lo que trasciende de la reforma laboral del Gobierno. Porque todavía no está presentado el proyecto formal definitivo del Gobierno, pero todo lo que trasciende de parte de quienes supuestamente lo están escribiendo es muy regresivo en contra de los derechos de los trabajadores. Por lo cual, si ellos deciden avanzar en esa línea, es muy probable que haya un plan de movilizaciones del movimiento obrero ocupado, de los sindicatos, con el acompañamiento también de las organizaciones sociales de la oposición. Eso yo creo que va a ocurrir si el Gobierno decide avanzar en esa intención de reforma laboral regresiva.
Y dentro del Congreso, porque parece que se encamina a una fragmentación de lo que es la oposición. Los gobernadores se reúnen con el Gobierno, con el jefe de Gabinete, con el ministro del Interior. No hay consenso en cuanto a lo que puede pasar con la oposición. Hay un panorama. Por lo menos lo que está buscando el Gobierno es la fragmentación de la oposición. ¿Cómo ves lo que se puede venir a partir de ahí?
Esa fragmentación ocurre proporcional a la inactividad frente a lo grave que implica que le estén dando el control del Gobierno a Trump. Y, en ese sentido, también lo grave que implica no estar reaccionando frente a la agresión de Estados Unidos contra toda la región. La oposición en Argentina, en vez de estar discutiendo dividirse para ver quién puede arreglar algo con el Gobierno, tendría que estar discutiendo unida cómo defendemos a la Argentina y nuestra soberanía contra esta pretensión del Gobierno nacional con el acuerdo que está estableciendo con Estados Unidos, y cómo defendemos la unidad de toda la región.
A mí me preocupa mucho que estemos discutiendo dividirnos cuando tenemos al buque de guerra más poderoso del mundo, el Gerald Ford, el USS Ford, en el mar Caribe amenazándonos todos los días como parte de la operación Lanza del Sur, que definió el Pentágono estadounidense, donde se realizó y se está haciendo el mayor despliegue militar en décadas en nuestra región, y se están atribuyendo para sí el derecho a hacer ataques militares en territorio soberano latinoamericano. Y no es algo que se reduzca a Venezuela: es contra toda la región. De ahí las operaciones que están desenvolviendo contra los gobiernos de Colombia y de México. Hay que elevar la perspectiva, ver en perspectiva histórica y colocar a la Argentina en un mismo terreno de lucha en común con todo el continente, en defensa de nuestra soberanía latinoamericana.
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