El economista Pablo Ceriani aseguró que "Macri quiere justificar una actitud ofensiva y persecutoria contra los sindicatos". A su vez, hizo un balance de Aerolíneas Argentina, comparando los últimos gobiernos, y el presente de la industria aeronáutica golpeada por la pandemia. "La privatización dejó a Aerolíneas en un estado calamitoso", indicó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Por qué cree que la empresa estatal es uno de los principales objetivos del discurso de Mauricio Macri?
Forma parte de un posicionamiento político e ideológico, que tiene que ver con la interna de Juntos por el Cambio. No es la misma posición que tenía en 2015, cuando estaba a favor. Y la compañía está mejor que en 2015.
¿O sea que lo que propone hoy es privatizarla, a diferencia de los que decía en su campaña en 2015?
Claro, Mauricio Macri hace un cambio que tiene que ver con su giro a la derecha.
¿Puede decirnos cómo dejaron la empresa la última presidencia de Cristina Kirchner y la de Macri? ¿Cómo está hoy?
Nosotros veníamos en un proceso de reconstrucción y de puesta en valor de la compañía. La privatización dejó a Aerolíneas en un estado calamitoso: había baja conectividad y la flota era obsoleta. En 2009 tomamos la compañía y transportaba 5 millones de pasajeros. En el 2015, más del doble, es decir, que había mejorado mucho.
Mientras que en 2019 fue de 13 millones de pasajeros. Ellos mantuvieron bastante el plan de flota que habíamos dejado y ejecutaron las órdenes de compra de aeronaves. Llegó a una flota de 80 aviones, que es lo que tenemos ahora, cuando nosotros la habíamos tomado con 40, pero todos viejos.
Por el tema de la pandemia hicimos muchas transformaciones, como la fusión de Aerolíneas y Austral, lo cual generó mucha sinergia. Estamos esperando la recuperación de la demanda entre el año que viene y el próximo.
Durante los tres gobiernos kirchneristas se pasó de 40 a 70 aeronaves y Macri agregó 10 más, que se mantienen hasta hoy. Al final del gobierno de Cristina, había 10,5 millones de pasajeros, y al final con Macri cerca de 13 millones. ¿Cuánto hay hoy?
Estimamos que en 2022 vamos a terminar con 11 millones, y el año que viene con 13 millones, que está en línea con lo que está pasando en el mundo. Vale destacar que hay una reducción de la oferta mundialmente, que hace que la recuperación sea más lenta.
Para comparar con datos objetivos: Macri no redujo Aerolíneas, ya que aumentó las naves y los pasajeros. ¿En este período postpandémico se va a llegar al 2023 con la misma cantidad que el 2019? ¿Y al respecto del déficit comparado?
El déficit va a estar bastante reducido, ya este año lo redujimos respecto al 2019. Y para el año próximo se pronostica una baja de 100 millones de dólares. Más bajo aún que el déficit que dejó Macri.
Recuerdo que Isela Costantini, una de las CEO de la compañía, fue echada a los dos años de haber comenzado el mandato de Macri porque no hacía las reducciones que ellos esperaban.
Lo de ella tenía que ver con la entrada de las low cost, ya que eso tenía que pasar por un procesos de audiencia pública. Aerolíneas tiene la obligación de pronunciarse en esas audiencias para decir el riesgo de la entrada de nuevos competidores y, cuando manifestó su posición, fue donde surgió la controversia. Tuvo que ver más con la puja con Guillermo Dietrich al respecto de las low cost.
Pareciera haber un discurso de Macri distinto a los hechos, porque finalmente en su gobierno la empresa creció. ¿O usted considera que si vuelve a la presidencia intentaría privatizar Aerolíneas Argentinas?
Es un discurso inconsistente y antisindical. Y es contra la cuestión de que el Estado participe en la economía.
Dietrich se quejó de que el Ministerio de Trabajo actúa a favor del sindicato y no con equilibrio. ¿Una de las hipótesis que maneja es que Macri no tiene un tema particular con Aerolíneas, sino con los sindicatos en general?
Creo que sí, es una de las cuestiones. Quiere justificar una actitud ofensiva y persecutoria contra los sindicatos, en general, y contra los aeronáuticos, en particular.
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¿Cómo imagina que se va a recomponer la actividad comercial de los aviones luego de la pandemia y por qué se demora, a diferencia de otras actividades?
Lo que pasó con la pandemia, y ahora con la guerra, es la suba del precio del combustible y la irrupción en la cadena de suministros, que trae problemas en la producción y en la puesta en valor de los aviones. Por eso hay una retracción en la oferta mundialmente.
O sea, menor fabricación, que constantemente tienen que venir a renovar la flota de aviones que están obsoletos y, en lugar de cambiarlos, se reducen frecuencias.
Claro, la cantidad de aviones que están produciendo las principales compañías por mes, es menor a antes de la pandemia. Y también hay cuellos de botellas en cuanto a la reparación de aviones viejos. Todo esto reduce la oferta. Pero lo beneficioso es que las tarifas son más rentables que antes de la pandemia.
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Ahora que hay más demanda, ¿crecerá la fabricación de aviones?
Debería, pero hay otros problemas vinculados con el aumento de la tasa de interés y la crisis inflacionaria a nivel mundial. Por esto hay cierta incertidumbre sobre cuándo se va a resolver esta cuestión de la cadena de suministro. En teoría, por lo que dicen los fabricantes, en los próximos dos años se normalizaría. Pero puede llevar su tiempo.
Le tocó un momento complicado para dirigir la empresa, teniendo en cuenta todo lo que pasó: covid, aumento de transporte y alta tasa de interés.
Es el peor momento de la historia para dirigir una compañía aérea.
AO JL