MODO FONTEVECCHIA
CULTO FRANCÉS

Pascal Quignard ganó el Premio Formentor

El escritor francés de 74 años fue distinguido este miércoles con el Premio Formentor de las Letras 2023.

Pascal Quignard
Pascal Quignard | TELAM

El jurado considera al autor de culto francés uno de los escritores europeos que renovó la potencia expresiva del lenguaje y enumeró sus razones para otorgarle el premio: “Por la maestría con que ha rescatado la genealogía del pensamiento literario, por la destreza con que se sustrae a la banalidad textual, por haber resuelto las dimensiones más inesperadas de la escritura, por la composición de su gran tratado sobre los enigmas literarios del alma humana”.

Quignard es autor de más de medio centenar de obras, entre las que sobresalen El salón de Wurtemberg (1986), Las escaleras de Chambord (1989) Todas las mañanas del mundo (1991, adaptada al cine por Alain Courneau y protagonizada por Gérard Depardieu, Una terraza en Roma (2000), Villa Amalia (2006), Las sombras errantes (2002, premio Goncourt) y El amor el mar (2022). El jurado hizo hincapié en su respeto por la tradición de los clásicos y de la literatura universal: “En sus numerosos libros una deslumbrante erudición renueva la energía creativa de las primeras fuentes. Es el legado grecolatino, medieval y barroco, el pensamiento oriental y la filosofía occidental, lo que alienta el asombro por la monumental invención de la literatura universal”.

Su estilo, que él mismo califica de “barroco”, es inclasificable, ya que conjuga relato, ensayo, aforismo, historia, filosofía y poesía. “Soy un barroco. Busco la intensidad de la emoción por cualquier medio. No soy un clásico, no busco la perfección. Los barrocos buscan la intensidad, no la belleza. Si podemos hacer llorar somos felices”, dijo.

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Quignard se desdibuja de la imagen clásica de intelectual francés. Aunque en los 90 trabajó para Gallimard, donde desempeñó varios cargos que lo posicionaban como un hombre poderoso en el París literario, ocupó el cargo de secretario general de la editorial, un día decidió dejarlo todo y retirarse a escribir. Para ello, se instaló en Sens, a 130 kilómetros de París, en el departamento del Yonne. Desde entonces, lleva tres décadas alejado del bullicio parisino. Además de escritor, Quignard es músico y toca el piano (el violín ya no, por la artritis).

En la Argentina, gran parte de su obra está publicada por el sello El Cuenco de Plata, que acaba de publicar El hombre de las tres letras.

MVB JL