La empresa estatal rusa Gazprom cerró el grifo por completo. Europa no recibe gas por el Nord Stream1 debido a una supuesta fuga de aceite. Aduce su presidente, Alexei Miller, que las sanciones impuestas por la comunidad internacional como represalia por la invasión de Ucrania dificultan las tareas de reparación, que corresponderían a la firma alemana Siemens.
Según el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, las exportaciones rusas pueden seguir su curso, pero deben ajustarse a un precio que limite los ingresos de Rusia y atenúe el daño económico a los europeos. La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, propuso que Europa fije su propio límite a los precios del gas de Rusia. Desde el Kremlin, el vocero Dmitri Peskov aseguró que los países que apoyen esa iniciativa dejarán de recibir petróleo ruso.
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Más tajante, el expresidente y ex primer ministro ruso Dmitri Medvédev, subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia, afirmó que no habrá gas ruso si los Veintisiete ponen un tope al precio del combustible. “Una desintegración forzosa de una potencia nuclear es siempre un juego de ajedrez con la muerte en el que se sabe precisamente cuando llega el jaque y el mate: el fin del mundo para la humanidad", escribió en Telegram.
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