La Organización Panamericana de la Salud celebra, del 23 al 30 de abril, la Semana de Vacunación en las Américas, con una pregunta crucial: “¿Estás protegido?”.
En cada momento de la vida, las vacunas nos ayudan a combatir enfermedades infecciosas como el sarampión, la rubéola o la fiebre amarilla, de rápida propagación en grupos de personas no vacunadas.
En un mensaje de video, la directora de la OPS, Carisa Etienne, explicó que -a dos años del inicio de la pandemia y a uno de que empezara la distribución mundial de vacunas- el 64% de la población de la región recibió al menos una dosis contra el covid. Todavía no es suficiente.
“A aquellos que tengan dudas, quiero asegurarles que las vacunas son efectivas contra los cuadros graves, la hospitalización y la muerte”, recordó. “Pero lo más importante es que son seguras”.
La funcionaria pidió no descuidar la atención de las otras afecciones. Es que, a medida que la pandemia desbordaba los sistemas de salud, la cobertura disminuía en muchos países. “No podemos bajar la guardia frente a estas enfermedades prevenibles”, advirtió. “Debemos hacer nuestro aporte para mantener seguros a nosotros mismos, a nuestras familias y a nuestras comunidades”.
En Argentina, todas las vacunas del Calendario Nacional son obligatorias y gratuitas. Hasta los 18 meses, recibimos dosis y refuerzos de 11 de ellas: BCG, hepatitis B, neumococo conjugada, quíntuple, IPV, rotavirus, meningococo, antigripal, hepatitis A, triple viral y varicela.
Las aplicaciones luego se van espaciando: 24 meses, cinco, once y desde los quince años. Los adultos deben completar el esquema de la hepatitis B, aplicarse cada diez años un refuerzo de la doble bacteriana (contra la difteria y el tétanos) y -en caso de viajar a zonas de riesgo- protegerse de la fiebre amarilla y la fiebre hemorrágica. Los mayores de 65 reciben una dosis anual de la vacuna antigripal.
JL PAR