MODO FONTEVECCHIA

Víctor "Tucho" Fernández: "En un cara a cara, Hebe y el Papa Francisco lograron una verdadera reconciliación"

El obispo afirmó que “esa firmeza para enfrentar la muerte se ve en personas que han dado todo”. Además, contó que “Hebe me dijo, con una sonrisa, ‘ya estoy lista’, y yo le di el saludo del Francisco". Mirá la entrevista completa.

Mons. Víctor "Tucho" Fernández. 20221121
Mons. Víctor "Tucho" Fernández. | Cortesía UCA

El obispo Víctor Manuel Fernández contó que “Francisco decía que la pasión de la lucha de Hebe brotaba de sus entrañas maternas”. Y agregó: “De ese dolor, esta mujer no salió destruida, no se dejó vencer, sino que decidió, en homenaje a su hijo, hacer un homenaje a la vida, luchar por los que más tirados están en el mundo”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).

Usted compartió un tuit que dice “rezo por el eterno descanso de la señora Hebe de Bonafini, el viernes visité el hospital Italiano de La Plata y la encontré muy bien preparada. ‘Estoy lista’, me dijo con una sonrisa. Le di el saludo del Papa Francisco. Ella decía que volvió a la fe después de reconciliarse con él”. Me gustaría aprovechar su inusual presencia en los medios para pedirle dos reflexiones, una sobre la reconciliación y otra sobre estar preparado para la muerte.

La reconciliación es un tema importante para nuestro país. Todos sabemos que Hebe estaba enfrentada a Francisco, ha dicho cosas duras. Pero, en su momento, empezó a escucharlo a Francisco, a leer algunas cosas, y a decir, con ese tipo de expresión que solía usar ella “no son todos la misma mierda”.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Porque Hebe conoció curas que defendieron la dictadura, que se burlaban de los desaparecidos, y eso fue un golpe muy fuerte para su fe católica. Eso la alejó porque pensaba que eran todos lo mismo.

Pero después fue escuchando y leyendo, y hasta se encontró con Francisco. Hebe de Bonafini, en un cara a cara con el Papa Francisco, juntos, lograron una verdadera reconciliación. Y fue un cara a cara de brutal sinceridad, de decirlo todo sin pelos en la lengua, y terminaron en una verdadera reconciliación, que implica reconocer el valor del otro más allá de sus eventuales errores. 

A mi me duele muchísimo esa cultura de la cancelación. Que alguien comete un error y se borra todo lo bueno que pueda haber hecho en su existencia, como si fuera puro excremento, como si no hubiera hecho ningún bien. Por un error, por una metida de pata, no queda nada bueno. Así vamos a terminar todos mal, porque desaparece todo estímulo para hacer el bien.

Pero bueno, ellos dos supieron disculparse, abrazarse. Es más, ella le pidió que la confiese. Después de eso terminaron amigos y charlaron con frecuencia.

Alberto Fernández despidió "con profundo dolor y respeto" a Bonafini y dispuso tres días de duelo nacional

Tengo entendido que, para Francisco, la perspectiva femenina es muy importante ¿Cuánto es la relevancia de que sean madres y no padres?

Hemos hablado mucho de ese tema con el Papa Francisco decía que la pasión de la lucha de Hebe brotaba de sus entrañas maternas. “Acá es una madre que perdió a sus hijos, y los varones no podemos ni imaginar esa situación”, decía Francisco.

De ese dolor, esta mujer no salió destruida, no se dejó vencer, sino que decidió, en homenaje a su hijo, hacer un homenaje a la vida, luchar por los que más tirados están en el mundo.

Cuando esa lucha sale de las entrañas maternas doloridas, tiene una potencia, una pasión imparable y una fuerza que de otro lado no puede salir.

Hebe, la Maradona de la política

Vos colocaste en tu tweet que “estaba lista” para la muerte…

Fue lo único que me dijo. En otra ocasión me había dicho que había vuelto a la fe gracias al Papa Francisco, y que ese día se dio cuenta que sin fe no se puede vivir.

En la última visita, lo único que me dijo, fue “estoy lista”, con una sonrisa. Como diciendo “ya hice todo lo que tenía que hacer, ya cumplí mi misión en la vida”. Lista para encontrarse con Dios y reencontrarse con sus hijos, como habiendo cumplido el sentido de su vida en esta tierra.

Esa firmeza para enfrentar la muerte se ve en personas que han dado todo. Uno podrá discutir muchas cosas, no estar de acuerdo con otras, pero que metió el cuerpo y el alma en su lucha no se puede negar. La gente que vive así, generalmente muere mejor, parte en paz.

FM PAR