OPINIóN
Universidad de Belgrano

25 de noviembre | Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Un encuentro violento, aunque sea una vez, aumenta en la víctima el riesgo de padecir el “síndrome de corazón roto”, un ataque cardíaco, un derrame cerebral, una adicción al alcohol o el tabaco o un trastorno alimentario.

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Eliminación de la Violencia contra la Mujer. | Shutterstock

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora anualmente el 25 de noviembre para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. 

La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981, en conmemoración de la fecha en la que fueron asesinadas, en 1960, las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), en la República Dominicana.

En Argentina en el año 2009 se sancionó la ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrolle sus relaciones interpersonales.

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La violencia de género en el trabajo se produce fundamentalmente cuando existen vínculos afectivos, de parentesco o relaciones de poder en el entorno laboral. Normalmente, el agresor es un conocido, de ahí la reincidencia de los episodios 

En la actualidad existen diversas perspectivas teóricas que tratan de explicar porqué una persona llega a maltratar a su pareja. Algunas de ellas consideran el maltrato a partir de las características del agresor y otras a partir de la interacción de pareja. 

Independientemente del origen, en ambos casos existen consecuencias físicas como psicológicas en la mujer maltratada. 


Violencia contra la mujer: consecuencias 

Según la OMS, la violencia contra la mujer es esencial en el deterioro de su salud, declarándola prioridad de salud pública a nivel global. Las mujeres maltratadas experimentan más problemas de salud que otras y los existentes empeoran.

25 de noviembre, Día contra toda forma de violencia hacia la mujer

Experimentar un encuentro violento, aunque sea una vez, puede aumentar el riesgo de que una adulta joven sufra un ataque cardíaco, un ataque o derrame cerebral o una hospitalización por insuficiencia cardíaca años después, o síndrome de corazón roto, según una investigación preliminar que se presentò en las Sesiones científicas del 2022 de la American Heart Association. 

Además, el estrés asociado a una situación crónica de maltrato puede llevar a la mujer a realizar conductas perjudiciales para su salud; como abusar del alcohol y otras sustancias, tabaquismo y trastornos de la conducta alimenticia (Koss y col., 1991).

La repetición de episodios violentos incrementa el riesgo de síntomas físicos y lesiones, desde cefaleas y dolores crónicos hasta heridas graves. Además, se asocia con problemas de salud reproductiva, como embarazos no deseados, abortos y complicaciones durante el embarazo.

Violencia contra la mujer: consecuencias psicológicas 


La violencia psicológica es más difícil de demostrar que la física porque las huellas que quedan no son visibles. Consisten en actos que conllevan a la desvalorización y buscan disminuir o eliminar los recursos internos que la persona posee para hacer frente a las diferentes situaciones de su vida cotidiana. 

Este comportamiento continuado genera tensión y estrés, especialmente cuando el agresor es alguien cercano, lo que debilita física y psicológicamente a la víctima, quien termina creyendo lo que le dice la persona que ejerce la violencia.

El agresor es alguien conocido con quien la víctima mantiene fuertes lazos afectivos y, en su caso, convive. Lo que lleva no sólo a una mayor frecuencia de los episodios agresivos sino a una contìnua sensación de miedo e hipervigilancia que la van debilitando física y psicológicamente.

En Argentina hay un femicidio cada 31 horas

Esta forma de violencia, ocurre en lugares supuestamente seguros como el hogar, generando sentimientos de vergüenza y culpa que dificultan poner fin al maltrato. 

Además, la dinámica del maltrato refuerza vínculos ambivalentes hacia el agresor, llevando a la víctima a no denunciar, justificar o racionalizar la situación. 

La baja autoestima se traduce en comportamientos autodestructivos, afectando la salud mental con una serie de trastornos psicológicos entre los que se encuentran: depresión, trastornos de la alimentación, alteraciones del sueño, trastornos de ansiedad como agorafobia, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo, ataques de pánico, abuso de sustancias, intentos de suicidio, trastorno por estrés postraumático

Este ciclo perpetúa el maltrato, afectando la salud física y mental de la mujer. ¿Cómo cuidarse? ¿Cómo protegerse? ¿Cómo superar este padecimiento? Estas preguntas, aunque difíciles, son esenciales para romper el ciclo y pedir ayuda. Sin vergüenza, sin miedo.

* Docente Titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Belgrano