OPINIóN
Nueva educación

La pandemia como acelerador de los desafíos educativos

No se trata sólo de una crisis sanitaria. Es una crisis de sentido, de identidad, de certezas. Sin embargo, muchas de las preguntas que ahora nos hacemos no son nuevas.

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Educación en casa | cedoc

La pandemia no es sólo una crisis sanitaria. Es una crisis de sentido, de identidad, de certezas. Sin embargo, muchas de las preguntas que ahora nos hacemos no son nuevas, aunque esta pandemia las ha apurado.

Y la educación no es la excepción. Con los límites desdibujados entre la escuela y el hogar, muchos de nosotros nos hemos visto en la necesidad de reenfocar nuestra mirada para tratar de responder estas “nuevas viejas preguntas”.

¿Cómo hacemos para que los estudiantes no pierdan el interés por aprender? ¿Cómo utilizamos nuestro contexto para “provocar” el interés de chicos y chicas?  ¿Qué vale la pena enseñar hoy? ¿Cómo enseñarlo? ¿Para qué enseñarlo? ¿Cómo aprovechar la virtualidad para generar nuevas propuestas?

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Educación a distancia: la otra escuela

Los desafíos de estas semanas también se relacionan con la humanización de los vínculos, incluso cuando está mediado por la tecnología. Volver a hacernos preguntas que tienen que ver con crear propuestas. Por otro lado, muchos niños y docentes han demostrado que necesitan más autonomía y libertad. Muchos nos hemos dado cuenta de que algunas situaciones no funcionaban tan bien como creíamos, pero otras sí. Hemos visto que podemos ser colaboradores de los maestros. Y al revés. Hemos tenido la posibilidad de aprender a usar el tiempo libre, de pensar el sentido de lo que hacemos.

Cuando termine la cuarentena ¿vamos a pedirle lo mismo a los docentes? ¿O ya que nos hemos puesto en sus zapatos por unos días vamos a asociarnos en la tarea? ¿Vamos a volver a pedirle que continúen en soledad? ¿O vamos a acompañarlo a transmitir la pasión por aprender?

Por último, podemos decidir recuperar el tejido de la confianza que a veces parece lastimado. Mucho se ha puesto en jaque en este último tiempo. Sin embargo, la figura del maestro no parece haber sido socavada por el virus.  Como sociedad podemos transmitir juntos, padres, madres y maestros, las herramientas para poder aprender por el resto de la vida.

La normativa ministerial y la presencialidad remota en la educación universitaria

La educación es diálogo y empatía. Es hacerle ver a los estudiantes que no están solo y que sus sentimientos son comprendidos, tenidos en cuenta, compartidos. Educar en la empatía puede contribuir a mejorar la sociedad que nos rodea, a crear personas que sean capaces de comprender, respetar y aceptar los sentimientos de los demás.

Cuando hayamos atravesado la crisis, muchas personas habrán sufrido pérdidas inimaginables. Sin embargo, durante este tiempo hemos visto situaciones fantásticas. No sólo hemos aprendido a valorar de otro modo a maestros y enfermeros. Entonces, ¿no debemos permitirnos también soñar? Este tal vez sea un momento en el que se pueden impulsar reformas muy esperadas para que sea un mundo mejor.

La educación post coronavirus

La clave para derrotar la pandemia es la educación. Cuando los chicos vuelvan a sus aulas, la escuela no será la misma. Habrá sido una oportunidad si sabemos aprovecharla para animarnos a experimentar lo que funciona y dejar atrás lo que no.