Un día como hoy, 13 de septiembre del año 1974, el gobierno de Isabel Perón ordenaba sacar de la pantalla el programa “Almorzando con Mirtha Legrand”, que al mediodía transmitía Canal 13. La medida se basó en un comentario de Antonio Gasalla en dicho programa, quien había dicho que la televisión argentina respondía a un partido político y que los únicos que tenían vía libre para trabajar eran los peronistas.
El levantamiento de los almuerzos de la diva merece el rechazo de una parte importante de la opinión pública, no así por los sectores que responden a López Rega y a los Montoneros, los cuales coinciden en que comer como millonarios en la televisión es una verdadera ofensa para las familias argentinas que deliran por un pedazo de pan en la mesa.
La lista de cantantes y temas prohibidos por la dictadura
El mes anterior ya habían sido levantados los monólogos del popular cómico Bores en "Déle crédito a Tato" por considerarlos inapropiados. Ese mismo mes, varias entidades sindicales firman una solicitada apoyando la estatización de los canales; los canales 9 y 11 son tomados por grupos pertenecientes al Sindicato Argentino de Televisión, hasta que el Estado se hace cargo del 9, 11 y 13 de Buenos Aires, 7 de Mendoza y 8 de Mar del Plata.
“… en ejercicio de un acto de plena afirmación de su soberanía, ha recuperado un elemento vital para la formación cultural de los argentinos y para el mantenimiento de los valores espirituales que constituyen nuestra nacionalidad. La imagen y el sonido se ponen al servicio de la tarea histórica de la liberación y reconstrucción nacional.”
Los cinco canales privados, repartidos entre el Ejército (el 7 y el 9), la Fuerza Aérea (el 11) y la Marina (el 13), pasan a depender de la Secretaría de Prensa y Difusión.
Ricardo Balbín, líder radical y uno de los máximos referentes de la oposición política nacional, se opone a la estatización por haber visto “los resultados que produjo en el pasado. La televisión es un medio de difusión que entra en los hogares y debe ser autónoma y no dependiente del Estado".
Se clausuran diarios y revistas políticas y de humor político, acusadas de atentar contra la paz social. En el cine no soplan mejores vientos. Miguel Paulino Tato, nombrado interventor del Ente de Calificación Cinematográfica, resucita la ley 18.019/68 de la época de Onganía, y gana notoriedad prohibiendo.
"Las escenas o películas en las que se incurra en las siguientes faltas (a) la justificación del adulterio y, en general, de cuanto atente contra el matrimonio y la familia; (b) la justificación del aborto, la prostitución y las perversiones sexuales; (c) la presentación de escenas lascivas o que repugnen a la moral y las buenas costumbres; (d) la apología del delito; (e) las que nieguen el deber de defender la Patria y el derecho de las autoridades a exigirlo; (f) las que comprometan la seguridad nacional, afecten las relaciones con países amigos o lesionen el interés de las instituciones del Estado."
Por la película “La Mary”, considerada ofensiva para “la moral occidental y cristiana” reciben amenazas de la Triple “A” su director, Daniel Tinayre, y la pareja protagónica, el ex campeón del mundo de boxeo, Carlos Monzón, y la actriz Susana Giménez, los cuales, además de protagonizar escenas de sexo, viven en la vida real un romance, a pesar de que él es un hombre casado.
“He recibido del señor Lastiri (presidente de la Cámara de Diputados de la Nación) las más amplias garantías sobre mi persona. Me dijo que me quedara tranquila y que no le hiciera el juego a los que quieren provocar la histeria atacando a las figuras populares. Yo, por mi parte, digo que nunca he tenido la más mínima militancia política o gremial. Lo único que he manifestado públicamente es que soy hincha de San Lorenzo. A Carlos le dijo que se quedara tranquilo, que a Susana por levantar las piernas y a usted por ser una gloria nacional quieren atacarlos, pero nosotros estamos con ustedes…”, declara Susana Giménez.
El periodismo y la dictadura, a 35 años de recuperar la democracia
Alfredo Alcón es acusado de difundir ideas judeo-marxistas porque había actuado en la trilogía del dramaturgo Arthur Miller "Panorama desde el puente", "Las brujas de Salem" y "Muerte de un viajante". Le dan sólo dos días para que se vaya del país o lo tiran a los perros; otros compañeros suyos amenazados son David Stivel, Sergio Renán, María Rosa Gallo, y Leonor Manso.
Luis Brandoni, secretario general de la Asociación Argentina de Actores, un sindicato donde participan actores de las más diversas tendencias, también recibe una amenaza de muerte si no deja el país en 24 horas. Otros artistas, como Nacha Guevara, Horacio Guarany, Norman Brisky, y Héctor Alterio, optan por exiliarse.
Por último, hay que decir que 1974, más allá de los cortes de escenas, de los silencios que valen más que las palabras y las imágenes, y de las listas negras de actores y artistas, es el año de los grandes éxitos en boletería. Se estrenan La Mary, La Patagonia rebelde –basada en el libro de Osvaldo Bayer que investiga la matanza de trabajadores rurales en 1921, fue perseguido por la Triple A y debió refugiarse en la embajada de Alemania- Quebracho –dirigida por Ricardo Wullicher narra la lucha obrera en la empresa maderera inglesa La Forestal-; Boquitas pintadas, y La tregua, que va a ser la primera película argentina candidata al Oscar al mejor filme hablado en idioma extranjero.