La Provincia de Buenos Aires y la Argentina necesitan un cambio urgente. No podemos seguir así. Pero el cambio es en equipo. No necesitamos a un mesías que juegue solo, sino a un equipo comprometido y valiente que esté dispuesto a poner el cuerpo para que vivamos en orden y en paz. Ya vivimos la experiencia de La Scaloneta. Nadie jugó solo. Fueron un equipo desde el primero hasta el último segundo del campeonato. Ahora Los Pumas nos muestran lo mismo.
Argentina necesita un equipo así, que está dispuesto a hacer los tackles que haya que hacer para sacar de la cancha a la pobreza, la miseria, la inflación, las calles tomadas, el desorden, al mesianismo, la corrupción y a los políticos corruptos. A las rutas destruidas, a la inseguridad. A las mafias como las que mataron a Cecilia y a Morena. Al adoctrinamiento. Y, sobre todo, al analfabetismo en las escuelas.
En unos días más, todos los argentinos estaremos sufragando para decidir quién queremos que nos gobierne.
Dentro de menos de un mes, vos, yo, mi mamá de 90 años, Juanchi de 17, el panadero de al lado de mi casa, el tractorista que está sembrando soja aquí cerca, y el cosechero que está recogiendo garbanzos en Santiago del Estero.
En unos días más, el gendarme que me paró ayer en la ruta para pedirme los documentos, mi sobrina que está terminando su residencia médica en el Hospital Naval, y el equipo de increíbles baqueanos que llevaron a mi hija y a sus amigas por una cabalgata en las montañas jujeñas.
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En unos días más, la señora que esta semana estacionó a un metro de la vereda y, sin mirar hacia atrás, abrió la puerta para bajarse provocando que a mi paso yo se la embistiera, destruyera mi auto y quedara en shock sintiendo que la podría haber matado, aunque ambas salimos ilesas.
En menos de un mes, las educadoras comprometidas que visité en una pequeña localidad de la provincia de Buenos Aires. Docentes que tenían los ojos llenos de lágrimas al intentar explicar que sus alumnos terminan tercer grado y no saben leer pero que ellas están obligadas a enseñar siguiendo un único programa.
En menos de un mes, las inspectoras que persiguen a esas educadoras analizando minuciosamente los cuadernos para ver si aparece la narración exacta que prescribe el programa bonaerense en un acto de “analfabetismo programado” como describe el maestro Santiago Kovadloff.
En menos de un mes, yo y toda la comunidad judía en Argentina que perdió a familiares y amigos en el ataque terrorista perpetrado por la organización Hamas contra el Estado de Israel, el sábado 7 de octubre.
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En días no más, yo y mi nuera Camila que lleva a mi nieta en su panza con la ilusión de que nazca en una Argentina próspera, unida, justa, en paz, que provea la defensa común y que asegure los beneficios de la libertad, una Argentina en la que mi nieta quiera vivir y en la que pueda crecer, educarse y desarrollarse.
En unas pocas horas, es mucho lo que está en juego en ese instante en el que ponemos nuestro voto en la urna.
En ese instante acordémonos de Los Pumas y de nuestros Campeones del Mundo. ¿Cómo lo hicieron? En Equipo. No necesitamos grandes individualidades mesiánicas. Necesitamos equipo.
* Escritora, investigadora, especialista en educación, profesora de la Universidad Austral. Directora de Educere ONG; miembro de la Coalición por la Educación.
