A Steven Spielberg le encantan los desafíos futuristas y les dedica películas, como los Reportes minoritarios, con Tom Cruise en el rol estelar, que transcurre alrededor de 2050 y cuya trama es la creación de una fuerza policial dedicada al precrimen. Los algoritmos, la bigdata, la robótica, la realidad aumentada, son puestos al servicio de anticipar los asesinatos premeditados que van a suceder y resolver los casos previo a los desenlaces.
La pandemia del coronavirus no solo brindó la oportunidad de expandir por streaming el mensaje, sino que detiene a las mentes pensantes que se devanan los sesos para desentrañar cómo será la normalidad del “día después” a decodificar las señales del “día antes” para que oficien de cimientos de los diseños futuros.
A través de una probada metodología, cada uno de nosotros podemos trazar coordenadas que permiten evaluar las alternativas que se nos presentarán a futuro, teniendo en cuenta las cuales podríamos tomar las decisiones cotidianas.
Aunque la prioridad pase ahora por despertar al máximo la creatividad aplicada al sentido de supervivencia, hay espíritus inquietos, a los que se suele clasificar como emprendedores, que desarrollan hipótesis en torno de lo que vendrá en materia de educación, mercadeo, turismo, deportes, entretenimientos, tecnología, movilidad… y todos los rubros que el prolongado confinamiento obligó a mutar de lo presencial a lo virtual, una invitación que va más allá de superar el difícil trance actual.
El crédito es una de las llaves de paso más fidedignas para conectar este presente incierto, de final aún abierto, y un mañana que podría ser venturoso o catastrófico, según cómo nos caiga la taba.
Existían en el mundo megatendencias ya definidas para atraer inversiones: el medioambiente, la sustitución de energías contaminantes por las limpias, transformación digital, la biomedicina, pero la clave está en descubrir los nichos, desarrollar las ideas y apostar por ellos.
En esta épica se encuentra abocado un, por ahora, muy selecto puñado de pymes, startups, emprendedores e innovadores. Se ve en agroalimentación, alrededor de parques eólicos, en la industria del conocimiento…
Eligen, virtualmente hablando, claro, la ventanilla de los bancos que viene inmediatamente detrás de la solidaria, que orienta los recursos que destinan los gobiernos a mantener con vida el tejido productivo y los empleos, en el marco de la situación excepcional que afrontamos.
No son muchos los que actualmente presentan solicitudes de financiamiento para proyectos de largo plazo vinculados a la reconversión de sus industrias, comercios o directamente a una reinvención como approach a desafíos futuros.
Pero aún en plena turbulencia se impone atravesarla sin dejar de pensar el mañana para poder posicionar el aquí y ahora.
* Vicepresidente del Banco Ciudad.