La pandemia ha cambiado conductas fuertemente arraigadas y ha creado nuevos hábitos, fruto de una nueva priorización de valores y creencias. El encierro, la incertidumbre y la vulnerabilidad frente a la salud y a la economía han dado paso a una nueva cosmovisión acerca de donde depositar la confianza y las certezas.
El sector de los seguros, un ámbito que ha cambiando poco en los últimos años, pero que está impactado de lleno por la disrupción tecnológica, no es ajeno al tsunami post pandémico.
Estudios propios realizados por Qualia entre sus más de un millón de asegurados, dan cuenta de algunos cambios ya perceptibles en la conducta de contratación de seguros de acuerdo a la edades, zonas geográficas y patrones de consumo marcados.
Una primera tendencia muestra que hay un interés creciente por asegurar bienes que las personas quieren asegurar versus aquellos que por norma deben asegurar. La gente busca modalidades de contratación on line, simples, rápidas, intuitivas y a su medida: atributos que la tecnología ha acelerado y puesto a la mano de las personas: se contratan vía celular en cuestión de minutos. Esto genera una nueva matriz de confianza: se trata de seguros sin letra chica, fáciles de contratar y con una interface de relación con el producto muy ágil y simple.
Son seguros que elige la gente para generar certidumbre frente a objetos o bienes de uso diario y a los que le atribuyen alto valor material y práctico . Se destaca, en este sentido, una fuerte inclinación a contratar seguros contra robo de bolsos, notebooks o bicicletas, en tanto éstos se han vuelto objetos de uso central. Para muchos hoy la notebook es una suerte de “oficina portable” o la bicicleta la herramienta central de transporte de cercanía, ya sea con intenciones laborales o recreativas.
No sorprende este dato si se tiene en cuenta el boom sobre dos ruedas: hoy Argentina cuenta con más de 8,5 millones de bicicletas: alrededor del 20% de la población anda en dos ruedas. Con la pandemia el uso de la bicicleta creció un 156% en el país y un 177% en la ciudad de Buenos Aires. Así, datos propios de Qualia muestran que en los últimos 3 meses, la contratación de seguros de bicicleta creció en 2,8 veces respecto a los 3 meses anteriores, a medida que se flexibilizan los controles y la gente sale más. Proporcionalmente, Santa Fe registra un boom de ventas de seguros para bicis en los últimos 6 meses (51% del total de ventas), seguida por Entre Ríos, y luego San Juan, según información de la empresa.
Una segunda tendencia pone al hogar en el centro y no en vano el seguro de hogar es el más vendido, según datos de Qualia: la casa está siendo revalorizada. Meses de uso intenso del hogar como epicentro de vida cotidiana, trabajo, estudio y hasta recreación, --casi de forma exclusiva--, le han dado al hogar nuevamente un valor simbólico, pero también un valor práctico inédito. Y parece que es una tendencia que llegó para quedarse: para citar un ejemplo, en lo que va del 2021, en la provincia de Córdoba se duplicó la compra de seguros del hogar con respecto al 2020.
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Un tercer aspecto a destacar es que hay diferencias en términos de las características de las personas. El citado estudio muestra que a medida que sube la edad se intensifica la contratación de seguros de accidentes personales y de vida. El estudio arroja que el seguro de vida es más contratado por hombres a partir de los 40 años y por mujeres a partir de los 50 años, al tiempo que las madres y padres suelen contratar más seguros de vida que las personas o parejas sin hijos.
La inseguridad, lamentablemente, despunta también como un driver para contratar seguros, del que parece haber una conciencia creciente: el estudio de Qualia demuestra que, en el último trimestre del 2020, la compra de seguros contra robo de bolso se duplicó respecto al anterior. En lo que va del 2021, la contratación de seguros contra robos en cajeros creció en 2,5 veces respecto al año anterior.
Estos datos dan cuenta de sutiles cambios de tendencias y reacomodamiento de valores y prioridades. Creemos que progresivamente se acentuarán los patrones de consumo, potenciados por la irrupción de la tecnología como interface central de relacionamiento entre las marcas y sus clientes. El ámbito de los seguros no es la excepción.
Vamos hacia un mercado signado por productos armados a la medida del cliente, fruto de una mayor interacción, productos simples, más democráticos y más accesibles desde la palma de la mano. También como en el mundo, la pandemia aceleró en Argentina este proceso que ya está entre nosotros.
*Diego Gentile, CEO de Qualia Seguros
