La cuarentena obligatoria, que es sacrificada pero tampoco son cuarenta días, debería extenderse por lo menos hasta el lunes 13 de abril para abarcar los feriados de Pascuas si tenemos en cuenta lo que pasó en otros países, en especial en Europa, y nuestras dificultades propias para interrumpir los contactos familiares y sociales.
Si tenemos dudas, veamos lo que está ocurriendo en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, con colas de autos queriendo volver de las casas de fin de semana y los lugares en la costa, luego del feriado largo.
Lo mismo pasó en Europa, no solo en Italia y España, los lugares desde donde vienen los antepasados de la mayoría de los argentinos y que seguramente explican nuestros hábitos de vida, muy buenos en las épocas normales pero realmente peligrosos en situaciones como esta pandemia, donde el remedio más eficaz es reducir al máximo los contactos sociales.
Es que los médicos de Finlandia y del norte de Alemania descubrieron que la mayoría de sus contagiados habían ido a esquiar a Austria, Suiza o Italia en la última quincena de febrero y la primera semana de marzo.
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La temporada de esquí en esos países es un atractivo muy fuerte y un negocio del que viven muchos en los países donde se puede practicar. Lo mismo sucedió en un partido de fútbol en Bérgamo —una de las ciudades más ricas de Italia, convertida ahora en epicentro de las muertes por el coronavirus— y en una concentración en Madrid.
Todo eso muestra claramente que conviene ser muy estrictos para impedir la circulación de personas; de la concentración de personas, ni hablar. Pero, la circulación está siendo un punto a corregir en nuestro país aunque la pintura general nos muestra el gran esfuerzo de la mayoría de los argentinos para cumplir con la cuarentena.
Una razón más, y no la última: los países europeos tienen —algunos más, algunos menos— recursos sanitarios y económicos para enfrentar esta crisis. Nosotros carecemos de tantos recursos; nuestro punto de fuerza en esta crisis consiste reducir al mínimo la circulación social de este virus aún desconocido para que no termine impactando tanto en nuestro sistema de salud.
Obviamente, todo es muy dinámico; si nos cerramos ahora ya habrá tiempo para volvernos a abrir porque la cuestión económica es también muy importante.
