OPINIóN
Día mundial de la educación

Deudas pendientes

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Argentina. Dos de tres niñas y niños son pobres o privados del acceso a la educación. | telam

A pocas semanas del inicio del ciclo lectivo, nos encuentra con un nuevo interrogante vinculado a la enorme deuda que aún existe con la educación en nuestro país. Una situación que se une a un panorama por demás desolador que impacta de lleno en las infancias y adolescencias. Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia arrojó que dos de cada tres niñas y niños en Argentina son pobres o están privados de derechos básicos como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda o a un baño adecuado, al agua o a un hábitat seguro.

Una vez más, lejos de saldarse, esta deuda que existe con las infancias del país se profundiza. Estamos hablando de que aproximadamente 8,8 millones de chicas y chicos viven en la pobreza, una pobreza que se profundiza con el correr de los años y que no vislumbra un horizonte de salida. Peor aún, encuentra un Proyecto de Ley de Presupuesto 2023 con una reducción de recursos invertidos en la niñez y la adolescencia, que de aprobarse sin modificaciones impactará de lleno en algunas iniciativas vinculadas a la política alimentaria, o a acciones de protección de ingresos, o incluso a la expansión de la oferta de servicios de educación y cuidado de la primera infancia.

Una vez más, el impacto negativo es muy fuerte y se verá reflejado de manera directa en la falta de programas o políticas que promuevan el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, quienes siguen transitando un camino de vulneración y precarización.

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Las expectativas no son positivas, más aún si tenemos en cuenta que el 79% de las niñas y niños entre 0 y 3 años no accede a servicios de cuidado y educación, que existe un déficit de escolarización en el nivel inicial del 24,2% y del 11,9% en el nivel primario (datos de 2021), y que el 12,6% de las chicas y chicos de entre 0 y 4 años no realizaron al menos una consulta médica en los últimos 12 meses.

Las dificultades son muchas y enormes. Sin embargo, seguimos creyendo necesario impulsar cambios desde los distintos sectores, incluso convocando al Estado. Porque entendemos que no solo es necesario, sino también posible, dar mayores posibilidades a las infancias para que crezcan en entornos más seguros y protectores.

Creemos que los procesos articulados efectivos: un presupuesto que cubra todos los procesos, herramientas y recursos necesarios para el despliegue de programas, proyectos, políticas y desarrollo de instituciones, y un Estado que garantice el acceso a derechos, es hoy una deuda, pero también la más alta de las prioridades en materia de protección y desarrollo de niñas, niños y adolescentes.

La agenda 2030 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) describe el objetivo de educación mundial (ODS4) que propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Es allí hacia donde debemos ir: el acceso; la equidad; la calidad; los recursos para sostener las trayectorias educativas; la inclusión, y presupuestos acordes que posibiliten espacios seguros y recursos humanos valorados, capacitados y apoyados.

Creemos en el trabajo articulado entre distintos sectores para recomponer esta deuda. Aunar esfuerzos entre el Estado garante de derechos, el tercer sector con su experiencia y sus especificidades para el desarrollo de soluciones e impacto social, el sector privado como generador de recursos y propiciando espacios de despliegue personal, y la sociedad completa siendo consciente, accediendo, generando recursos y oportunidades, responsabilidad, masa crítica, una sociedad participante y comprometida.

Hoy tenemos una enorme oportunidad frente a nosotros para generar una verdadera transformación en las oportunidades de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de nuestro país. Seguir trabajando por su desarrollo integral, para que puedan crecer con las herramientas necesarias para alcanzar una vida plena, es un compromiso de todos.

*Directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina.