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Diario de la peste: 1 de mayo – La distancia social

La tapa de hoy de Liberation exhibe un puño alzado como gesto clasista pero que encierra entre los dedos el ratón de una computadora.

Diario Liberation
Asi refleja el diario Liberation el 1ro de mayo de 2020 en medio de la pandemia | Captura

Mi amigo Abel Mas colgó en su página de Facebook un hallazgo arqueológico: la canción de Federico Peralta Ramos, «Tengo un algo adentro que se llama el coso» [1]. Canta o dice Federico «El coso es una cosa invisible, inaudible, intangible que nosotros tenemos adentro» y, como se va agrandando, según cuenta, «las conversaciones no son de cuerpo a cuerpo sino de coso a coso». Abel simplemente titula el enlace así: el virus / el coso. El ministerio de Sanidad se refiere a la separación higiénica entre los cuerpos, los nuestros de manera técnica: distancia social. No es solo una recomendación, es una orden ya que la policía patrulla para que se respete el metro mínimo entre un ciudadano u otro. O, mejor, entre dos cosos, en acto o en potencia.

«Coso» viene de cosa. El uso coloquial de «cosa» («¿Cómo va la cosa?») se utiliza, posiblemente, en Argentina por la influencia de la inmigración italiana ya que, en Italia, el sustantivo, extiende su mancha semántica a todo aquello que es difícil de definir o, también, por la pereza de enunciar algo que requiere algo de precisión o enunciar al otro (el tango Los cosos de al lado [2]). Cambia de genero, aventuro, para acentuar su indefinición. La cosa se llamó en Italia al Partido Comunista a partir del momento que se anunció su disolución y convertirse en algo incierto. Así tituló Nanni Moretti un documental, La cosa [3], que recoge, a lo largo y ancho de Italia, fragmentos de las asambleas en las que se discutía el futuro del partido. En una secuencia se puede ver un partisano que pide la palabra y dice, más o menos así (cito de memoria): «No tengo ningún problema en que se disuelva el partido, preferiría que continúe, pero si se vota su disolución, quiero que me devuelvan la pierna que perdí combatiendo al fascismo».

El ministerio de Sanidad en España no dice distancia física, que es lo lógico: mantener una separación higiénica entre dos cuerpos para evitar un posible contagio. Dice distancia social y la separación toma un cariz clasista inevitable lo cual se convierte, de algún modo, en un lapsus o un «coso» ya que, como se sabe, el gobierno español esta formado por una confluencia de partidos de izquierdas con un arco que va desde el socialismo hasta el comunismo. El malentendido me recuerda otra obra de Federico Peralta Ramos, un cuadro en el que se leía (marcador sobre tela): «Misterio de Economía» [4]. Un hallazgo que se puede aplicar tanto a Sanidad como a la pierna de aquel partisano.

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Hoy es primero de mayo, las calles siguen vacías cuando se cumplen 48 días de cuarentena. No habrá manifestaciones. Los líderes sindicales de las dos centrales obreras, la Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras, van de emisora en emisora, haciendo declaraciones a lo largo de esta mañana nublada en Madrid, algo despistados, en parte por la desmovilización forzosa, en parte por la incertidumbre. La tapa de hoy de Liberation  [5] exhibe un puño alzado como gesto clasista pero que encierra entre los dedos el ratón de una computadora.

«Teletrabajadoras, teletrabajadores…», dice el titular y en el texto de las páginas interiores, dan cuenta de las encuestas realizadas por los sindicatos y destacan algunas ventajas e infinidad de inconvenientes que van desde la ansiedad del confinamiento a la falta de herramientas informáticas en los hogares.

Si bien en Europa la brecha digital es menor que en la de los países emergentes, la tercera edad, por ejemplo, sufre una distancia social extrema ya que al no disponer de medios telemáticos su confinamiento no solo es físico.

Mañana saldremos a la calle por primera vez desde que comenzó la cuarentena. Será solo por una hora a elegir entre las seis y las diez de la mañana o desde la ocho hasta las once de la noche.

Apunta Virginia Woolf en su diario, en la entrada del 1 de mayo de 1925: “Acabo de salir de la etapa del temor y la esperanza y ahora veo mi decepción flotando en mi estela como una botella vieja y estoy lista para emprender nuevas aventuras.” ¿Cómo serán las nuestras, en tanto «cosos» deambulando alrededor de nosotros mismos?

[1]https://www.youtube.com/watch?v=kCVDRe_HmUM&fbclid=IwAR3qeUtHK_lDAX3XlJyyL-dUiMfZzdoB6tvOZavLvJJmpCWq45eMEbiHxBE

[2] https://www.youtube.com/watch?v=7DdBA1S956o

[3] https://www.imdb.com/title/tt0099307/?ref_=nm_flmg_dr_16

[4] https://theobjective.com/further/federico-manuel-peralta-ramos-del-infinito-al-bife/

[5] http://kiosko.net/fr/np/liberation.html