OPINIóN
La esperanza

El legado de Pepe Mujica para escribir “una nueva música”

El autor recuerda algunas de las frases memorables que dejó la entrevista que le realizó Jorge Fontevecchia, cuando hablaron de fanatismos, el rumbo del conocimiento, el rol de la política y mucho más.

José Pepe Mujica, en la entrevista con Jorge Fontevecchia en 2021.
José Pepe Mujica, en la entrevista con Jorge Fontevecchia en 2021. | Juan Obregón

En la historia no abundan, pero existen líderes políticos que han logrado aprender de sus limitaciones y errores, lo que les ha permitido madurar y dar un salto cualitativo en sus actitudes, enfoques y prácticas. Entre los casos más destacados se encuentran Nelson Mandela y José “Pepe” Mujica.

Sobre este último, Jorge Fontevecchia ha publicado diversas notas que analizan su trayectoria y la trascendencia de su legado. A su vez, Graciela Fernández Meijide, en una intervención en el foro de socios del Club Político Argentino, destacó “su coraje, su transparencia, su amor por la gente y por la libertad. Su decisión de abandonar la violencia y sustituirla por la política y al servicio de todos”, y recordó una de sus frases más emblemáticas: “No carguemos nuestra pesada mochila sobre la espalda de los jóvenes que nos suceden”.

Pepe Mujica, de guerrillero a líder democrático

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Retomando a Fontevecchia, en una entrevista íntima realizada en octubre de 2021, se habló de muchos temas. Desearía señalar algunos que considero de utilidad para que reflexionemos. En particular, para que podamos consensuar y elaborar entre todos (oficialismo y oposición) “una nueva música” que nos ayude a evolucionar hacia una Argentina mejor. Estos son:

  • “Hablar. Intentar construir puntos comunes. El problema es construir. Es muy fácil destruir. Construir es muy difícil, pero cuando se construye algo, queda en el tiempo. Si no, estamos siempre arrancando”.
  • “Hace mucho tiempo que acuné dentro de mí la lucha contra el fanatismo. El fanatismo envilece. Es generador de odio, que es una postura muy negativa y tremendamente destructora. Tiene en común con el amor que es ciego, y la ceguera es una forma de estupidez. Una cosa es ser pasional y estar convencido de lo que uno defiende, y otra es caer en el fanatismo, que no deja percibir los tonos de la realidad. En la alta política, es un mal mayor vivir con odio; pero en las relaciones humanas es peor: nos llena de imbecilidad…”

Pepe Mujica y la felicidad que no le llegó a costa de hoz, motosierra ni martillo

  • “Siempre hubo conflicto entre sociedad e individuo. Cada individuo es específico, y el papel de la política es atemperar, negociar, para que sobreviva el poncho de la sociedad que nos ampara a todos. Ese es el duelo que tiene la política.”
  • “El futuro será gente de túnica o de escritorio, de capacitación terciaria. La verdadera batalla está en las universidades y con las universidades. Implacablemente, la sociedad que viene es la del conocimiento. El problema es para qué y para quién trabaja el conocimiento”.
  • “Algunas claves que interpretábamos estaban equivocadas. Creíamos en el fantasma del Estado, en una visión un poco leninista del Estado y de las clases sociales. No nos dimos cuenta del peso que tenía la burocracia…”
  • Sobre la complejidad de la vida moderna, Mujica afirmó: “La verdadera lucha es cómo mejoramos la calidad del Estado… Una gigantesca batalla que aún no hemos dado”. También mencionó lo que aprendió de la experiencia china.

Fontevecchia le recordó su recomendación a los argentinos: ‘Hace falta que se encierren un mes a tomar mate, discutiendo, no puteándose por la prensa, para generar media docena de cosas centrales como políticas de Estado’. Y luego le preguntó: “¿Hay dificultades, no solamente entre la coalición y la oposición, sino también dentro del Frente de Todos, para sentarse y entenderse?”

A lo que Mujica respondió: “Sé que es muy difícil. Pero me doy cuenta de que el pueblo, la Argentina, precisa eso”.

A la última pregunta —sobre a qué partido se afiliaría si viniera a la Argentina— Mujica respondió: “Al partido de la esperanza”.

Los temas tratados en la entrevista invitan a reflexionar sobre los desafíos y las posibilidades que enfrenta la política y la sociedad argentina. ¿Seremos capaces, desde la cultura, las organizaciones de la sociedad civil y las diversas fuerzas políticas, de construir juntos ese “partido de la esperanza”? Tal vez se trate de una utopía, pero no por eso deberíamos renunciar a aspirar y luchar por ella.

*Economista, presidente del Club Político Argentino