La pandemia de coronavirus ha impactado en múltiples aspectos de la vida diaria y en especial sobre los mayores, quienes presentan mayor riesgo de sufrir una enfermedad mas severa. Es evidente que cuanto mayor uno es, mayor es el número de comorbilidades metabólicas, respiratorias y cardiacas que han sido establecidas como factores de riesgos que se suman a la edad para una enfermedad mas sintomatica. No obstante, en el caso de las personas con enfermedad de Parkinson como el resto de las enfermedades neurodegenerativas la misma no constituye un riesgo mayor para poder contraer Covid-19 ni para un peor pronóstico de la enfermedad en comparacion a presonas sanas de la misma edad.
No obstante, como en general, el cuidado de los pacientes neurológicos es más complejo, hay que ejercer al máximo la protección de los mismos para que no resulten infectados y evitar así su internación.
El cuidado de los pacientes neurológicos es más complejo, hay que ejercer al máximo la protección de los mismos para que no resulten infectados y evitar así su internación
Si bien el aislamiento social es fácil en la mayoría de las personas, existen pacientes con una alta demanda de cuidados kinesiológicos, fonoaudiólogos y de enfermería. En este contexto, el aislamiento social es complejo y antes de generalizar una recomendación de aislamiento absoluto, se deben sopesar en cada caso particular los efectos negativos de la suspensión de las terapias de soporte versus el riesgo de contraer una infección por Covid-19.
Por tal motivo, en la mayor parte del mundo durante este período, casi el 90% de los pacientes con enfermedad de Parkinson están siendo atendidos a través de consultas virtuales a distancia (video-telemedicina) a través de múltiples y populares programas de comunicación, facilitando el control médico reduciendo al máximo la posibilidad de contagio.
La video consulta permite observar al paciente en su ambiente natural, reduce el efecto del stréss inducido por el consultorio médico y permite la mayoría de las maniobras del examen de un paciente con enfermedad de Parkinson en seguimiento, a quien el médico ya conoce.
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Como en toda situación de crisis la tecnología da un salto cualitativo y es en esta circunstancia donde ya se estén probando una serie de equipamientos que a través del teléfono permiten controlar los equipos de estimulación cerebral, medir la rigidez o el temblor o manejar de manera telemetrica las bombas de infusion continua de medicamentos.
Indudablemente esta pandemia como tantas otras pasará, pero sin ningún lugar a dudas nos habrá traído una serie de cambios en el modelo de atención a los pacientes que redundará en una más rápida y eficiente atención médica de aquí en adelante.
*Jefe del Servicio de Movimientos Anormales de Fleni. Investigador Principal Conicet.
