En circunstancias de fragilidad como las que está atravesando la economía argentina, las fluctuaciones en los niveles de confianza pueden cobrar gran protagonismo. Pueden ser la diferencia entre la tensa calma y el espiral descendente. Es por esto que las manifestaciones observadas en el mes pasado constituyen una advertencia de relevancia.
Durante el mes de enero, el Índice de Incertidumbre Económica UCA, un termómetro de las opiniones económicas en redes sociales, aumentó un 33,6% con respecto al valor observado en diciembre de 2022. Este último dato revierte cinco caídas consecutivas que se habían observado desde la llegada de Sergio Massa el Ministerio de Economía. Es decir, se quebró la tendencia que se observaba luego del tormentoso mes de julio en el que renunciaron dos ministros de Economía.
De esta manera, la medición más reciente del indicador que resume mensajes económicos se ubicó en niveles extremos solo comparables con los momentos de mayor nerviosismo del año 2022. Para interpretar las implicancias de esta medición, es importante destacar que altos niveles de incertidumbre resultan en una transformación en la forma en que se comportan los actores económicos. En estas circunstancias, consumidores y empresarios se vuelven más temerosos y postergan decisiones de gasto. Los inversores están dispuestos a resignar más oportunidades de lucro a cambio de conseguir refugio en activos seguros. Adicionalmente, las preocupaciones de corto plazo desplazan las iniciativas de largo alcance. Naturalmente, esto impacta negativamente en los niveles de actividad y, al mismo tiempo, reduce las chances de que se produzcan avances en la productividad de la economía. En el límite, niveles extremadamente altos de incertidumbre pueden llegar a dificultar las transacciones más simples y, de esta manera, provocar una caída violenta en los niveles de actividad y grandes cambios en los precios de activos, bienes y servicios.
La evolución reciente del indicador ha estado asociada la intensa y persistente preocupación por el problema de la inflación. En particular, durante el mes de enero, los mayores valores del índice se observaron en días en los que la inflación fue un elemento focal de las discusiones económicas. En primer lugar, el jueves 12 el índice se disparó cuando se anunció el valor del IPC correspondiente a diciembre. Pero este pico fue sobrepasado el día siguiente. En esa jornada se difundió información sobre controles de centros de distribución en los que el Sindicato de Camioneros colaboraría con la Secretaría de Comercio. Este día, el valor del índice alcanzó el valor más alto del mes. Finalmente, podemos observar que el segundo valor más alto del índice corresponde al lunes 23. En ese día se conoció que, en una entrevista, el presidente Alberto Fernández discutió las causas de la inflación.
Si bien existen dificultades asociadas a extraer una señal a partir de contenidos en redes sociales, estudios previos indican que estas reacciones son informativas del estado de la opinión pública y son relevantes para anticipar dinámicas económicas. Más allá del protagonismo de la inflación, la evolución del indicador debe ser interpretada en el contexto de múltiples dificultades económicas observadas en la actualidad. Entre ellas se pueden destacar las dificultades financieras del sector público y la inestabilidad en el mercado cambiario.
El tipo de estudio descripto en esta nota, el análisis de contenidos digitales para analizar la realidad social, es un ejemplo de una creciente tendencia observada en el ámbito de las ciencias sociales. Por un lado, esto es el resultado del creciente uso de plataformas digitales en diversas interacciones sociales y económicas. En paralelo, esta tendencia es facilitada por una mayor disponibilidad de contenidos digitalizados, en conjunto con la existencia de expansiones en la capacidad de cómputo y el desarrollo de nuevos modelos de aprendizaje automático. Estas herramientas proveen novedosas descripciones de la realidad económica y han llegado a captar la atención de oficinas de gobierno.
*Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA) y IIEP.
