La Shoá (Holocausto) fue la persecución y el asesinato organizado de 6 millones de judíos por parte del régimen nazi y sus colaboradores. El nacional socialismo alemán cuyo líder fue Adolf Hitler desarrolló una maquinaria de aniquilamiento y destrucción jamás vista en la historia de la humanidad.
Hacia 1948, luego de la creación del Estado de Israel, el primer líder, David Ben Gurión, decidió establecer el día de recordación, vinculado al levantamiento del Gueto de Varsovia, que comenzó el 19 de abril de 1943 y en el que un grupo de judíos comandados por el recordado Mordejai Anielewicz, del movimiento "Hashomer Hatzair", resolvieron resistir las deportaciones a los campos de la muerte. Fue una lucha despareja y heroica.
La batalla se extendió por casi 4 semanas, prácticamente ningún enfrentamiento fue tan prolongado hasta ese momento. Sin armas, alimentos, ni entrenamiento militar, la resistencia judía logró responder día a día a los avances del ejército Nazi.
Diversos historiadores ubican este acontecimiento como la primera derrota del Nazismo, ya que se trató de uno de los primeros indicios de ineficiencia o debilidad de la maquinaria alemana ¿Cómo podía ser que un grupo de judíos, en evidente inferioridad pudieron repeler los ataques de los soldados alemanes?.
En tiempos tan difíciles como los que vivimos, sigamos su ejemplo de valiente lucha en la adversidad más extrema.
En el día del Holocausto, se recuerda a los 6.000.000 de judíos asesinados, pero también la lucha constante de la dignidad sobre la barbarie, la resistencia a la opresión, la grandeza sobre el odio y la vida por sobre el odio.
Nuestra responsabilidad es recordar. Es la mejor manera de no repetir los errores del pasado.
El virus del nazismo eliminó a 70 millones de personas. La forma de combatirlo es recordar, la prevención es la información y la vacuna es la concientización.
Para finalizar, me adhiero al encendido simbólico de las 6 velas que se dará a nivel mundial. Y con enorme emoción ruego “Nunca más”.
