En tiempos cambiantes y desafiantes como los que transitamos en la actualidad, la logística internacional cobra una relevancia especial, ya que hechos disruptivos como la crisis sanitaria, el bloqueo del Canal de Suez y las guerras comerciales, entre otros, hacen visible para toda la sociedad la importancia de las cadenas globales de abastecimiento y también su fragilidad.
Como en toda cadena, los movimientos de un eslabón repercuten en todo el conjunto. Si analizamos en profundidad los esquemas logísticos actuales, entenderemos la importancia de un actor en particular, uno que podríamos decir que está conectado con todos los demás. El que vincula físicamente a importadores y exportadores con los mercados globales: hablamos del operador o asesor logístico para el Comex, un verdadero integrador de la cadena logística.
La particularidad de este actor logístico es su capacidad de conectar de manera efectiva las necesidades de todas las partes, analizando las posibilidades y características de todo el entramado que hace al comercio internacional.
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Llevado al contexto actual de recuperación económica global tras los grandes impactos del inicio de la pandemia, este actor logístico enfrenta una alta demanda de servicios que lo impulsa a avanzar, exigiendo el transporte y gestión de productos desde y hacia los mercados internacionales, para lo que es preciso armonizar un gran número de proveedores y factores particulares de cada operación, para finalmente brindar una solución que le permita a la cadena seguir el ritmo que impone en la actualidad la dinámica del comercio exterior.
General y particular
Quienes lideran la gestión de este tramo de la cadena logística deben tener la capacidad de interpretar de forma precisa las necesidades particulares de cada operación, para luego convertirse en verdaderos representantes de quien contrata los servicios para la carga, poniendo toda su capacidad y experiencia a disposición de diseñar la mejor solución posible para el movimiento y gestión de las mismas, incluso sugiriendo cambios en las formas de pensar las operaciones, siempre enfocados en alcanzar o superar los objetivos planteados.
La cadena circula, pero antes es preciso conocer las características de la carga y sus exigencias para el transporte y/o almacenamiento, donde entran en juego los volúmenes y formas de manipulación, los tiempos requeridos, si se trata de carga crítica, las formas de estiva, si existen condiciones especiales para su traslado que requieren permisos adicionales, entre otros muchos factores.
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En base a esto se debe analizar el esquema más eficiente para coordinar los envíos, ya que la optimización de costos de transporte es un factor fundamental para la gestión logística. Es por eso, que en muchas ocasiones se opta por combinar dos o más medios, como en el caso del ferrocarril y el camión, buscando aprovechar las ventajas competitivas que ofrecen los trenes para los trayectos largos, junto a la flexibilidad del camión para los tramos iniciales y finales de los recorridos.
Los barcos lideran el transporte de bienes en las cadenas globales, conectando a todas las regiones del mundo y los aviones, si bien son el modo de transporte más costoso, son los que brindan la posibilidad de llegar más rápido, lo que en muchos casos es una condición fundamental.
La gestión aduanera y todo lo relativo a los aspectos legales y burocráticos de cada país resulta también un aspecto vital, que debe estar perfectamente aceitado porque el más mínimo error en la instancia de importación o exportación puede resultar en grandes extra costos y demoras que afectan a toda la cadena.
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Y es importante también contar con la capacidad de realizar la trazabilidad de todo el proceso, tanto para informar continuamente al propietario del estado de sus cargas, como para poder actuar rápidamente ante cualquier imprevisto, ya que el impulso de la cadena continúa y no se detendrá hasta completar su ciclo.
Los especialistas advierten sobre la complejidad creciente que enfrentan las cadenas globales, que se ven afectadas por desastres naturales, pandemias, interrupciones repentinas, guerras comerciales, problemas políticos, entre otros. Y siempre será la gestión logística la encargada de armonizar los eslabones que permiten que el mundo siga girando.
* Javier Carrizo, CEO de GEA Logistics.
