OPINIóN
Futuro

“Lo mejor está por venir”

¿Cuándo “se jodió” Argentina? ¿Fue el 6 de septiembre de 1930? ¿O el 24 de marzo de 1976? ¿O el día en que se quiso abandonar el modelo agroimportador y “se durmió” Vaca Muerta? ¿O con los 5 años de demora para iniciar el gasoducto Néstor Kirchner?

bandera Argentina
Feliz día de la Patria | Télam

Es el título del film de Nino Moretti, el famoso cineasta italiano, que fuera recientemente estrenado en Bs. As, y que a su vez es un homenaje a Federico Fellini y una entrañable muestra de cómo el cine peninsular no se ha olvidado de mostrar las sensibilidades y los sentimientos humanos, desde Roberto Rosellini y Vittorio de Sica, los Maestros del neorrealismo a la fecha.

Pero el film en cuestión tiene una perla que no puede dejar de ser señalada. Ubica el momento clave del derrumbe del Imperio soviético, constituido al final de la Segunda Gran Guerra, que no es precisamente en 1989, con la caída del Muro de Berlín, sino mucho antes.

Moretti, con su maestría habitual, muestra la entrada de los tanques soviéticos a la Hungría que se había levantado contra la dictadura stalinista en 1956 y la solidaridad del comunismo italiano con dicho levantamiento, interpretando que cada país podría darse el régimen que determinara su propio pueblo.

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La construcción del Muro de Berlín

Es decir el título…”Lo mejor está por venir” marca el momento exacto en que el ejército rojo, liberador del nazismo desde Moscú a Berlín en la segunda Gran Guerra, se convierte en un desembozado fascismo, al reprimir con sus tanques las ansias explícitas de liberación y autodeterminación del heroico pueblo húngaro.

Parafraseando la famosa pregunta de Mario Vargas Llosa podríamos decir que “allí se jodió el socialismo real” y su derrape final, pasando por la represión checoeslovaca en los 60, culminará con el derrumbe del Muro de Berlín en el histórico 1989.

Allí y entonces, rememorando a Félix Luna, el Imperio soviético implosionó por su propio anacronismo, al no responder su enorme burocracia a las necesidades y anhelos de sus propios y diversos pueblos.

La caída del Muro de Berlín y la gesta de traer el mayor bloque fuera de Alemania

 Aquí cabría entonces una segunda pregunta, parafraseando también al famoso autor peruano, ganador del Nobel de Literatura… ¿Cuándo se jodió Argentina?...

Algunos podrían argumentar que fuera el 6 de septiembre de 1930, cuando se quebró la frágil continuidad democrática, iniciada en 1916, con el voto masculino.

Pero el que esto escribe se inclinaría por una fecha francamente posterior, el 24 de marzo de 1976, es decir, el momento del inicio del siniestro Proceso, autodenominado de Reorganización Nacional.

Las razones son varias, ante todo, la derrota inevitable de la guerrilla, dado su casi nulo anclaje en las clases populares, fue a un costo altísimo, con desaparición de personas, bienes y bebés, una desindustrialización desastrosa, una desorganización nacional con una economía retrasada, exportadora sólo de materias primas.

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Y una deuda externa catastrófica de US$ 43.000 millones que Argentina nunca había tenido antes, más la pérdida de nuestras irredentas Islas del Sur, a través de la tragedia inconmensurable de Malvinas, ocupadas actualmente por OTAN.

Un notable libro: La Llamada de Leila Guerriero, que historia la vida de Silvia Labayru, que parió en la ESMA y que pudo sobrevivir milagrosamente al espanto de ese campo de concentración, puede ser una dramática ilustración y una prueba irrefutable de esos terroríficos tiempos de plomo y angustia.

Los remezones de ese inicuo proceso de desnacionalización, pauperización y desaparición de puestos de trabajo llegan a nuestros días, a través de la catástrofe económica que iniciara Martínez de Hoz, que se replicara en medidas económicas de administraciones posteriores, en la década del 90 y también en nuestro siglo XXI.

Lo mejor está por venir

Hace algún tiempo Eduardo Fracchia, en el Diario Perfil, mostraba cómo en la primera presidencia de Perón, año 1946, Argentina participaba en el 1,3% del comercio mundial y aquí y ahora no supera el 0,3% del intercambio mundial.

Y nuestro país, a pesar de tener un sistema previsional que cubre al 90% de su población, a diferencia de los países latinoamericanos que no lo hacen, la informalidad que surge desde el Proceso que alcanza al 40%; que nunca ha sido corregida, más la constante inflación incrementada en los últimos tiempos, convierte a los jubilados en el eje perpetuo del ajuste eterno.

A ello cabe agregar que el artículo aparecido en el diario Perfil, firmado por el ex secretario de Energía Jorge Lapeña, muestra cómo Argentina retribuye el gas boliviano con un precio excesivo de acuerdo a los parámetros mundiales y que, a su vez, el precio del gas natural en boca de pozo argentino duplica los costos del gas en los mercados internacionales competitivos, con perjuicio para todos.

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A su vez Catherine Remy, titular de Total Austral con presencia en Vaca Muerta, esa Bélgica debajo de la tierra con reservas de gas para 200 años, enfatiza las ventajas propias, a través de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, la reversión del gasoducto Norte que permitiría la llegada del gas natural a todas las provincias del Norte y la eventual exportación a nuestros países vecinos como Brasil y Chile.

A ello habría que agregar la construcción de la fábrica de gas licuado, lo cual colocaría a Argentina dentro de los países exportadores de gas a nivel mundial, con las consecuencias sumamente deseables, de dejar de depender de las nubes.

Sin embargo, ese sueño de abandonar el modelo del atraso agroimportador, ya señalado e intentado revertir por Arturo Frondizi en la década del 60, sigue en nebulosa, porque el gasoducto Néstor Kirchner debió iniciarse en 2017 y se inició en 2022, falta su compresión y la reversión del gasoducto Norte se demoró por la actual administración y la fábrica de gas licuado sigue siendo un sueño no realizado.

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Mientras tanto aquí y ahora el país no tiene gas licuado en las provincias del Norte, las industrias tienen que paralizarse y se demoró la importación urgente desde Brasil, porque esta Administración en los hechos, se ha peleado innecesariamente con nuestros principales socios comerciales, además de las obras demoradas.

Lo que es claro, es que si Argentina no retoma el sendero del desarrollo: científico tecnológico, educativo-cultural y económico-social e integrativo de su tan vasta geografía, está condenada a repetir esta variante tan dolorosa de subdesarrollo y desintegración de sus tan variadas potencialidades, a pesar de los cantos de sirena.

Porque como ya sabemos y cómo asegurara Pablo Picasso, los hechos palpables, surgen de lo que se hace en el país real, no de lo que se declama incesantemente.

Para ello es indispensable el obstinado rigor de Leonardo y un diálogo sin exclusión alguna, primando sobre el otro, que es el tú, la mirada y la escucha con amor y generosidad y no el insulto permanente, ni mucho menos el odio y la crueldad.

El 1 de febrero 1900 Pablo Picasso realizó su primera muestra individual de dibujos

Pero para que ello ocurra es indispensable una Justicia cuya balanza no se incline siguiendo fielmente los vaivenes de la política, hacia algún lado en particular.

Porque si no estaríamos entrando en la neblina de la frase que tanto impactara a Gilles Deleuze en el siglo XX y que formulara Baruch Spinoza en el siglo XVII, cuando observó que “los hombres trabajan por su esclavitud como si fuera su libertad”.

Y para peor, estaríamos abandonando la esperanza de “Lo mejor está por venir” …