Tras la salida de la dictadura militar, a fines de 1985 el presidente Dr. Raúl Alfonsín creó un “Consejo para la Consolidación de la Democracia”, compuesto por una pluralidad de personalidades destacadas, bajo la coordinación de Carlos Nino. Este Consejo y el proyecto de Alfonsín-Maier (Código Procesal Penal de la Nación) sientan las huellas para la reforma constitucional y la incorporación de muchos institutos jurídicos de avanzada para la justicia federal, como finalmente se recoge en la reforma de la Constitución Nacional de 1994. Aquella experiencia puede servir para pensar hoy, varias décadas después, los cambios que necesita el país para su poder judicial y la administración de justicia.
Es muy importante una reforma profunda de la justicia para una mejor democracia y hacer realidad las garantías de la Constitución Nacional. Sobre la necesidad de hacer cambios, hay un amplio consenso. Pero se necesita un consenso transversal muy fuerte para no dividirnos en un tema que hace a la esencia misma del contrato social.
Relativizar este tema es seguir poniendo en riesgo los fundamentos de nuestra convivencia social. Unos dirán que es la justicia para los intereses de una determinada corporación (política, judicial, empresarial) y otros dirán que los que se oponen a la reforma son los que defienden intereses contrarios a nuestra nación. Llegado a ese punto ya está todo perdido.
Reforma judicial: los 8 principales cambios al proyecto en el Senado
Es por esto que debemos recuperar una justicia federal para la democracia y los argentinos. Nadie puede sentirse dueño de una reforma.
Como diputado nacional, voy a votar en contra del proyecto que va a salir del senado y no me voy a prestar a ningún acuerdo para su tratamiento.
Pero como estoy convencido de que es fundamental para nuestra democracia reformar la actual justicia federal de manera integral, voy a proponer junto a mi voto negativo, la creación de un ámbito político, técnico, plural, académico que nos permita encontrar el camino, los debates y los consensos políticos mayoritarios para avanzar en una reforma judicial, que como ya dije sea la reforma de los argentinos y no de un interés en particular.
Reforma judicial: las claves del proyecto que trata el Senado
La salida que propongo tiene que estar basada en los siguientes puntos:
- Crear un Consejo para la Reforma de la Justicia Federal cuya composición sea plural, política y académica, como lo fue Consejo para la Consolidación de la Democracia.
- Modernizar la justicia. Establecer plazos para el dictado de sentencias.
- Escuchar todas las voces, especialmente a los trabajadores judiciales.
- Terminar con los jueces de Instrucción del sistema inquisitorio.
- Impulsar el sistema acusatorio del Código Procesal Penal de la Nación.
- Nombramientos de más fiscales.
- Reorganizar el Poder Judicial Federal mediante la unificación de fueros sin crear nuevos cargos o estructuras para capital federal y si hacerlo para el interior del país, que es donde sufren los delitos federales como es el narcotráfico y trata de personas.
- Traspasar la justicia penal a la ciudad de Buenos Aires (hace más de 20 años que no se puede o se quiere hacer y las provincias están financiando la justicia de Buenos Aires)
* Diputado Nacional (FPCyS).