A raíz de las disposiciones sobre el aislamiento social, preventivo y obligatorio dictadas por el Gobierno Nacional, con el propósito de evitar la trasmisión del COVID-19 (Coronavirus), las universidades privadas debieron tomar las medidas necesarias para preservar la salud de sus alumnos, profesores y colaboradores.
Con ese propósito, la totalidad de las carreras que dictan las facultades de Arquitectura y Urbanismo, Ciencias Agrarias, Ciencias de la Salud, Ciencias Económicas, Ciencias Exactas y Naturales, Derecho y Ciencias Sociales, Humanidades e Ingeniería y Tecnología Informática de la Universidad de Belgrano, junto con sus escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo, y de Lenguas y Estudios Extranjeros, comenzaron a aplicar un esquema de educación virtual, para sus 5.000 alumnos.
El medio vaso lleno en tiempos de coronavirus
Lo hicieron cumpliendo los mismos horarios programados originalmente para las clases presenciales, lo que le permitió reunir de este modo la participación activa de casi la totalidad de los estudiantes matriculados.
A tal efecto, una herramienta clave es la de las plataformas educativas virtuales que ya venía utilizando su Facultad de Estudios a Distancia y Educación Virtual (FEDEV), que desde hace tres décadas imparte educación superior en esa modalidad.
Además,se apeló a un protocolo de acción especialmente diseñado. Incluye el envío a los alumnos de la totalidad de los programas analíticos de las materias que les corresponden cursar. Contempla el uso de herramientas digitales como Moodle de Aula Virtual, Google Classroom, Facebook Live, Zoom, Meet y Edmodo, tanto para la realización de las clases teóricas como para el seguimiento en vivo y la corrección de los trabajos prácticos y proyectos.
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También dispone de envíos semanales por mail del material correspondiente, además de videos, audios y documentos con lecturas y casos simulados, que aplican los diferentes conceptos,además dehabilitar la posibilidad de responder las preguntas de los estudiantes dentro o fuera del horario habitual de clases.
El rol tradicional de los docentes, de esta manera, muta al de facilitadores del aprendizaje, en busca de orientar y guiar a los estudiantes para que alcancen los objetivos previstos. La diversidad de experiencias previas en el cuerpo docente de una institución exige de programas de formación específicos.
El cambio llegó, ya nada será igual
En el caso de la Universidad de Belgrano, sus estatutos y una serie de capítulos en los que se especifican las normas que regulan aspectos relativos a la vinculación de la institución con su plantel académico, así como el programa de formación de los docentes, lo reflejan específicamente.
Dentro de ese marco, se venía desarrollando desde hace varios años un programa de formación en el mismo entorno virtual que se utiliza para los estudiantes. Los propósitos consisten en lograr que los docentes se familiaricen con la propuesta de la educación a distancia de la institución, utilicen las herramientas que la modalidad y la tecnología brindan para el proceso de enseñanza, además de adquirir en la propia práctica los conocimientos y experiencias necesarias que la función docente a distancia y entornos virtuales así requiere.
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Por supuesto, también resultan clave las herramientas empleadas. Una de ellas es la información suministrada para conocer la actividad de cada alumno y, de esta manera,poder orientarlo a partir de lo observado.A partir de ello, los docentes están en condiciones de reflexionar, junto con los propios estudiantes, acerca de los resultados obtenidos, para orientarlos en la forma de encarar los estudios.
* Directora académica de la Facultad de Estudios a Distancia y Educación Virtual (FEDEV) de la Universidad de Belgrano y miembro de la Academia Nacional de Educación.