¿Qué es un teatro? ¿Lo ves? Es un lugar donde se juega a fingir las cosas en serio. Se representan las comedias. Y nosotros haremos ahora la comedia. ¡Pero de verdad!
(Seis personajes en busca de autor, Luigi Pirandello)
Sentados en butacas prolijamente ordenadas, los espectadores aguardan el inicio de la función. Tras las cortinas, los actores ansían crear las condiciones para apelar al alma del auditorio. En la Poética de Aristóteles se describe a la catarsis presente en la tragedia como una purificación emocional, corporal, mental y espiritual que opera en el alma de las pasiones.
Cual director de toda obra, la búsqueda de aleccionar y enseñar al espectador se presenta como un horizonte apetecible. Ahora bien, ¿qué sucede cuando al mismo tiempo se es público y actor, espectador y protagonista de la misma obra? ¿Se puede hacer catarsis frente a la ausencia de espacio para la purificación?
Argentinos y franceses unidos en una misma comedia. El Presidente ha esbozado un rumbo o, al menos, promesas de campañas. Los discursos en una primera instancia son oídos con expectativa montados en un plano de esperanza frente al desasosiego del pasado inmediato. Poco a poco, la victoria electoral transforma los discursos en acciones políticas encontrando a franceses y argentinos sumidos como actores de reparto en una gran comedia donde se fingen relatos, resultados, realidades.
La victoria electoral transforma los discursos en acciones políticas encontrando a franceses y argentinos sumidos como actores de reparto en una gran comedia donde se fingen relatos, resultados, realidades
Primer acto. Argentinos y franceses sentados en las butacas. Mauricio Macri y Emmanuel Macron son el inicio de un periodo glorioso.
Segundo acto. Argentinos y franceses en el escenario interpretando roles que no habían sido convenidos. Repartos de último momento. Lo embustero no le quita lo chabacano e involuntariamente se actúa, se repite de memoria que vamos bien… que el camino es el acertado. Entonces, se nos priva de nuestra catarsis. Porque es la política la que tiene que subir al escenario. No nosotros. ¿El sistema político defrauda o son las circunstancias del entorno?
La intempestiva aparición en escena para la Argentina de factores exógenos llevaron al Presidente Mauricio Macri a un cuestionable grado de aptitud a la hora de analizar los indicadores de política económica doméstica. En tanto para Francia, el europeísmo de Emmanuel Macron convencido en impulsar una cooperación más estrecha entre los países de la Unión Europea en pos de superar la inminente salida del Reino Unido a través del Brexit, lo encontró con una serie de conflictos internos que han desembocado en el impulso de un voto de desconfianza por parte de la oposición.
La intempestiva aparición en escena para la Argentina de factores exógenos llevaron al Presidente Mauricio Macri a un cuestionable grado de aptitud a la hora de analizar los indicadores de política económica doméstica
El costo político ya se deja ver. El 14 de mayo de 2017, Macron, prometió en el palacio del Elíseo devolver la confianza a los franceses y relanzar la Unión Europea: “los franceses eligieron la esperanza y el espíritu de conquista”. El duro golpe que implica la inminente salida del Reino Unido del bloque exigiría un relanzamiento y reforma de la Unión. Al menos así se esbozó desde el discurso de campaña.
Se puede contar con las mayorías parlamentarias emanadas de las urnas pero no necesariamente con el poder para enfrentar a la calle. La hegemonía de La República en Marcha en la Asamblea Nacional no puede revertir el poder de los chalecos amarillos. El aumento del salario mínimo y los bonos anuales imprimirán en el gobierno un costo de 10 mil millones de euros pudiendo catapultar el déficit al 3,5% del PIB.
Legalidad versus legitimidad. Voto de confianza en términos fácticos políticos y voto de censura en términos del termómetro social. El desgaste mediático no sólo en el seno de la sociedad francesa sino lo que es aún más grave, las repercusiones internacionales hacia el resto de los Estados de la Unión Europea.
El pasado 12 de diciembre, Theresa May debió enfrentar un voto de censura impulsado por los conservadores. Los 200 votos a favor de la Primera Ministra británica le costaron su compromiso de no presentarse a elecciones en 2022. Sigue en marcha su proyecto de votar el Brexit antes del 21 de enero de 2019 no contando hoy día con el apoyo del Parlamento.
La convulsión que se está viviendo en Europa coloca en tela de juicio a cada uno de los liderazgos otorgando una clara lectura de empoderamiento de la ciudadanía. No resulta suficiente con la política, ni siquiera el apoyo de las urnas es aval necesario como para convalidar una gestión. Los manifestantes en las calles expresan esas voces sórdidas que la política ignora.
El gobierno argentino hace gala de los resultados más que positivos del G-20. Ha puesto foco en el acceso al mercado internacional de capitales para alcanzar crecimiento y desarrollo. Una vez más la parodia. El aumento de incertidumbre para un país constituye el principal enemigo de la economía real y los mercados a partir del deterioro que opera tanto en consumidores, inversores como empresarios. La inestabilidad en el sistema financiero doméstico conlleva retiro de los depósitos bancarios, menores créditos, retracción de la demanda, caída de la actividad productiva y, lo que es aún más grave, desilusión social. A tres años desde el 10 de diciembre de 2015, los incumplimientos de campaña abren espacios difíciles de cerrar: el desencanto.
Cuando la desazón llega al corazón de una persona, automáticamente se pierden los niveles de credibilidad depositados en el sistema político. La crisis se origina en la pérdida de confianza, en el desgaste de una relación que se construye poco a poco y pide de sí misma atención permanente. El diálogo entre el político y el ciudadano debe retroalimentarse con acciones constantes. La fidelidad y lealtad que está dispuesto a brindar el ciudadano, debe ser correspondida por el político teniendo la sensibilidad necesaria como para escuchar y corregir el rumbo de una embarcación antes de que colisione y sea ya demasiado tarde.
Puede que el político pida paciencia. Hoy estamos ya a varios meses luego del 10 de diciembre pasado y los inputs sociales se están haciendo sentir en el sistema político. Aún los outputs que emanan, no despiertan total apoyo social.
Pese a ello, el rumbo trazado por el Gobierno es claro. En materia internacional se busca un nuevo posicionamiento no sólo en la región sino a nivel global en lo que concierne a mercados financieros a partir de afrontar compromisos adquiridos.
En medio, las tormentas avanzan sin pedir permiso: inflación aún no controlada, pérdida del poder adquisitivo, aumento de tarifas.
Según el Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano (CENE), la caída de la actividad económica, iniciada a partir de la megadevaluación del peso, coincidió con un pico en la inflación que alcanzó un máximo de 6,5% en septiembre. “Octubre trajo cierto alivio, ya que los precios “sólo” crecieron un 5,4%.El Estimador Mensual de Actividad Económica mostró una variación negativa del 6,7% en junio, en comparación con igual mes de 2017; del 2,7% en julio; del 1,6% en agosto, y del 5,8% en septiembre”. Así, para el CENE, dos trimestres consecutivos de caída definen la recesión. Sumada a la inflación arroja un escenario de parate total: estanflación.
La bomba explosiva económica presenta componentes como fuerte depreciación del peso, tasa de inflación acelerada, erosión continua del salario real con un corolario social preocupante: 33,6% los argentinos son pobres conforme al Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.
¿Por qué continúa la alta inflación aún con fuerte contracción en la actividad económica? La inercia inflacionaria provoca que la inflación pasada determine la inflación futura. “En presencia de una política monetaria restrictiva, se ajustan primero las cantidades -merman la producción y el empleo- y sólo en último término cae significativamente la inflación” (CENE).
Tanto Macri como Macron resultan exponentes de la inconsistencia. No han demostrado la capacidad suficiente como para expresar coherencia entre el apoyo del electorado en las urnas y la insensibilidad frente a los problemas sociales.
El Presidente de Francia puede jactarse de las urnas y la “tranquilidad” de una mayoría en la Asamblea Nacional. El Presidente de Argentina con gran expectativa frente a la cosecha que espera al capitalizar logros de la Cumbre del G-20.
En ambos casos se requiere del desarrollo de un componente más que fundamental: percatarse que la ciudadanía se encuentra hastiada de comedias. Argentina debe emprender un camino certero hacia el desarrollo económico sostenible con inclusión social.
Es tiempo de cumplir con el pacta sunt servanda, guardar la palabra empeñada dejando de lado fraudes, desencantos y absurdos descaradamente infinitos.“Donde no hay visión, el pueblo se extravía” (Proverbios 29:18)
* Analista Política. Magister en Relaciones Internacionales Europa – América Latina (Università di Bologna). Abogada, Politóloga y Socióloga (UBA).
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