La pandemia del coronavirus ha invadido nuestras vidas, no hay otro tema en los medios y las familias. Podemos atribuirle a ella un mérito entre tanto miedo y preocupación que nos genera: ha sido capaz de acabar con la grieta política. Si profundizamos el tema podemos decir que la sociedad ante este serio problema exige unidad y por sobretodo ve con malos ojos la mezquindad. Bien por el Presidente Alberto Fernández que supo interpretar esta situación, bien por la oposición que entendió que estamos todos en un mismo barco y que no hay “nadadores” que puedan salvarse solos. Esto no es poco para la tarea gigante que queda.
Quiero reconocer en estas circunstancias a todo el personal de la salud, profesionales y trabajadores por su valentía, entrega y compromiso. Pero no me quiero olvidar de los que mantienen abierta las escuelas para que nuestros niños y familias necesitadas reciban su vianda. Por cierto quiero destacar a ese sector que muchas veces se estigmatiza como las organizaciones sociales que por estos días dan respuestas en los barrios más humildes haciendo funcionar los comedores comunitarios que también distribuyen el alimento a tantas familias.
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Todos los especialistas coinciden en que esto es solo el comienzo de la pandemia y que en los meses de abril y mayo quizás estemos en el pico de su desarrollo. Frente a este escenario creo que debe tenerse en cuenta que el 40% de los argentinos que viven en la pobreza tienen condiciones personales y estructurales más desfavorables, dado que al drama nutricional e inmunológico se le suma que dónde ellos se atienden hay un sistema sanitario muy precario. Por eso es urgente trabajar en la prevención y la distribución de elementos de higiene básicos como alcohol y lavandina.
Por estos días los precios de los alimentos en los barrios y grandes cadenas han tenido un importante aumento. Tiene el gobierno, en sus instancias nacionales, provinciales y municipales, que tomar cartas en el asunto y castigar estas prácticas. Se tiene que garantizar un ingreso durante el tiempo que dure la pandemia para aquellos cuentapropistas, monotributistas y demás sectores que son parte del trabajo informal.
Contagio y consumo en tiempos de coronavirus
Ha sido sin dudas un acierto decretar el aislamiento o cuarentena, la gran mayoría de los argentinos la ha cumplido. Hay una ínfima y dañina minoría que de manera irresponsable y egoísta no la acata y excluyo de esto obviamente a quienes salen a la calle porque no tienen cómo sobrevivir. Hay que instruir a las fuerzas de seguridad para que hagan cumplir la cuarentena, los derechos individuales deben ceder en estas circunstancias frente a un problema de salud pública.
Ojalá que de esta crisis sanitaria salgamos pagando los menores costos en vida posible; ojalá también nos sirva para pensarnos como Patria, Unidos y Solidarios, para reconocer el valor del Estado, para enfrentar los desafíos de una economía que sin dudas se agravará.
El Covid19 y un cambio en el paradigma económico
Tengo la esperanza que esta desgracia nos deje la lección de que sin renunciar a nuestras ideas podamos consensuar políticas de Estado que nos pongan en el camino de una Argentina que se desarrolle con justicia social.