La brutalidad de la epidemia del Coronavirus queda plasmada cada vez que encendemos el televisor. Las consecuencias en materia humanitarias son devastadoras y, por supuesto, también en lo que respecta a la economía global. ¿Puede Argentina verse favorecida de esta situación?
El pasado 16 de febrero Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, advirtió que el crecimiento de la economía mundial, estimado en un 3,3% para este año, podría verse recortado entre un 0,1% y 0,2% por el coronavirus. Uno podría pensar que estas estimaciones fueron bastantes positivas, ya que la pandemia, lejos de estar controlada, parece mantenerse con fuerzas y la caída podría ser mayor.
El primer análisis de la OCDE sobre el impacto en la economía mundial y los países del G-20, asegura que la economía va a reducir su crecimiento un 0,5% durante este año. El caso más preocupante para Argentina es el de China, que tendría una retracción de su economía de 2%.
El FMI espera que China se recupere de virus, no sin incertidumbre
Por tomar algunos ejemplos para dimensionar lo que está ocurriendo, el brote podría generar pérdidas económicas a nivel global de hasta 600.000 millones de dólares, además, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo estimó que el coronavirus le provocará al sector pérdidas de 113.000 millones de dólares. El Banco Asiático de Desarrollo calculó que el brote podría generar pérdidas por 347.000 millones de dólares.
Pero claro, todo esto está todavía en un terreno de incertidumbre, aun hoy hay caídas bursátiles, baja del valor de las materias primas, fuga de los activos financieros y no se podría avizorar cual será el final.
Coronavirus: qué va a pasar con las clases, el transporte público y los boliches
¿Qué puede suceder en nuestro país?
Hay algunas circunstancias que son bastantes concretas. El panorama descripto anteriormente, con un crecimiento económico global menor, impactará duramente en la Argentina.
Un mundo que demanda menos productos hará que nuestro país caiga en sus exportaciones, además, el precio de esos bienes exportables, en nuestro caso materias primas, se verá resentido, tal como estamos viendo en el mercado de futuros, con una caída libre de los commodities. Entonces se exportará menos y por menos valor, en un contexto local donde los dólares son sumamente necesarios.
Cuarentena preventiva por coronavirus: a quiénes alcanza y en qué consiste
El tema de la deuda merece un párrafo aparte. Por un lado, se da una importante fuga de los activos financieros “de riesgo” hacia activos más seguro, lo que se conoce como “Flytoquality”, situación que aumenta las primas de riesgo, haciendo más difícil la negociación de nuestra deuda. Otros, en cambio, aseguran que el precio de los bonos está tan bajo, que un pago de intereses “más o menos interesante” podría hacer que nuestro país solucione ese tema de una manera más sencilla, pero debe hacerlo rápidamente porque ya asoman los buitres. Volvemos a que todo es incertidumbre y, en este caso, dependerá de las garras de Guzmán para pelear por lo intereses locales, hasta el cimbronazo viral, la situación venía encaminándose.
Ahora bien, lo que es innegable es que el mundo no solo dejará de comprarnos, sino que también dejará de vendernos productos y acá es donde se ve una luz de esperanza para nuestra economía.
Argentina ha tenido importantes periodos de industrialización por sustitución de importaciones. En 1930 la economía mundial colapsó, los países europeos dejaron de comprarnos bienes primarios y se puso en jaque el modelo agroexportador, eso fue el punto de partida para que nuestro país empiece a crear su industria nacional.
Wall Street suspende las cotizaciones por una caída del 7% en las acciones
A partir de este período, la Argentina se fue industrializando mediante la sustitución progresiva de los productos que otrora se importaban, y que ahora por la crisis, no nos venderán, lo que debe verse como una oportunidad.
La segunda guerra mundial empieza a darle forma a ese perfil industrial que venía un poco descontrolado. Durante ese periodo, la población obrera pasó de 760 mil argentinos a más de 980 mil. Para decirlo de otra forma, fue una brutal generación de empleo y de mayor calidad.
Así, desde 1946, con el gobierno de Juan Domingo Perón, se modificó, repensó y se volvió estratégico, el pensamiento industrial argentino, con Fabricaciones Militares, el IAPI, el IAME, con el avión Pulqui, motocicletas Puma, el tractor Pampa, el Rastrojero, SOMISA o Altos Hornos Zapla, por citar algunos casos. El fuerte impulso de la industria pensada por Perón, duró, en mayor o menor medida, hasta la llegada de la última dictadura cívico militar, que rompió con todos esos acuerdos.
Alberto Fernández cayó en una "fake news" sobre el coronavirus
La coyuntura nos presenta una oportunidad no solo para fortalecer la economía interna, sino que se podrán ocupar lugares en el mundo que quedarán vacíos por la pandemia. Esta situación, para que pueda llevarse a cabo debe acompañarse con subsidios a las Pymes, aranceles más altos a las importaciones, una firme intervención en la política monetaria, evitando el atraso cambiario, y sobre todo, con una fuerte planificación sobre el modelo económico que queremos para la posteridad. Esta situación puede, en el largo plazo, sentar las bases para generar empleo, obtener dólares y encausar nuestro país en la vía del desarrollo.
En fin, la economía mundial se verá duramente golpeada por el Coronavirus y Argentina no estará ajena a esa circunstancia, pero también se abre la posibilidad de retomar un camino por el que nuestro país supo transitar y que nos llevó a pleno empleo y a ser un ejemplo mundial.
Economista