OPINIóN
Columna de la USAL

Quiles: jesuita y filósofo

R. P. Ismael Quiles S.J. sacerdote jesuita, filósofo y educador nacido en España en 1906 y fallecido en nuestro país en 1993. La historia de un sacerdote visionario.

Padre Quiles
Padre Quiles. | Usal

Pareciera que la vigencia de una obra gana en profundidad cuando la misma forma parte inseparable de la vida de su autor. Tal es el caso del R. P. Ismael Quiles S.J. sacerdote jesuita, filósofo y educador nacido en España en 1906 y fallecido en nuestro país en 1993.

En 1922 ingresó en la Compañía de Jesús y en el 1932, ya doctorado en filosofía y enfermo de tuberculosis, fue enviado a Santa Fe, Argentina, pues la República Española disolvió a principios de ese año la Compañía de Jesús. Aún no completamente recuperado, en 1933 continuó sus estudios de teología en el Colegio Máximo de San José en San Miguel.

De hecho, durante un año se vio obligado a proseguir sus estudios en la cama. Desde entonces su salud fue siempre muy precaria; pero su espíritu y su fino humor nunca lo abandonaron. Ya de muy mayor solía comentar, sonriendo, que cada vez que visitaba al médico y veía sus estudios, le decía que técnicamente estaba ya en el otro mundo.

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Pese a su enorme interés juvenil por la filosofía y, en particular por la escolástica, su salud le impidió dedicarse a su primera vocación, la física. Asimismo, por la misma razón, no pudo misionar en Bombay, en donde la Compañía tenía una sede. 

El Padre Ismael Quiles S.J. Un Jesuita Visionario

Tantas limitaciones templaron su ánimo y le permitieron ahondar en su vocación prioritariamente sacerdotal, pero también filosófica y docente. En 1936 se ordenó jesuita y en 1938 comenzó su carrera docente en filosofía. Más tarde, cofundó la Universidad del Salvador, de la cual fue Rector entre los años 1966- 1970.

Pascal decía que si la filosofía no sirve para la vida no vale la pena dedicarle una hora; recuerdo haberle oído acotar a Quiles enfáticamente: “¡y una hora es mucho!”. Desde luego, que la filosofía sirva para la vida no significa que sea útil; se trata de que el filosofar es un servicio. En efecto, para Quiles el auténtico filosofar es una actitud propia, ética y espiritual, de todo ser humano ante las cuestiones últimas. Y tal actitud lejos de ser estéril, es una respuesta vivencial a las concepciones y perspectivas nihilistas que en su época Quiles centraba, por ejemplo, en autores como las del filósofo Jean Paul Sartre, pero que hoy reaparecen en el marco de un mundo en buena medida desorientado.

Para Quiles el ser humano es esencialmente “in- sistencia”, pues “in-sistir” significa “estar parado adentro firmemente”. La experiencia de la propia interioridad, es el punto de partida para abrirse en un diálogo de amor al prójimo, a la naturaleza y a Dios. Según la visión del jesuita solamente el diálogo intercultural e interreligioso puede dar respuesta a los dos grandes males que entonces como hoy nos aquejan: el relativismo y el fundamentalismo. Con este criterio Quiles realizó numerosos viajes de estudio por el Oriente, publicó obras sobre hinduismo y budismo y fundó la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador en 1967, aún la única en Latinoamérica.

En junio de 1992 Quiles recibió una carta del entonces Monseñor Bergoglio felicitándolo por sus setenta años de ingreso en la Compañía. Allí, el ahora Papa Francisco le dice que ha vivido mucho, pero siempre transmitiendo, ofreciéndole a los demás como un don, nunca imponiéndose. Hoy se cumplen cien años del ingreso del R. P. Quiles S.J. a la Compañía de Jesús, pero permanecen vivos el testimonio de su obra escrita, la enseñanza que se imparte en la Universidad del Salvador y la memoria espiritual que alcanza aún a quienes no lo conocieron personalmente.  

*Por Bernardo Nante. Decano Filosofia, Letras y Estudios orientales USAL.