La Argentina, desde hace muchos años ha elegido siempre el camino equivocado. El resultado está a la vista: el pueblo cada vez vive peor a todo nivel. La mayoría de los políticos de Argentina se dan cuenta de la situación que se vive aquí y en el resto del mundo y simplemente reinciden en tomar el camino no conveniente, porque les conviene de modo personal.
En América del Sur la situación no es muy diferente. Quedó en evidencia con el Foro de San Pablo y el Grupo de Puebla, con un procedimiento de subversión ideológica a través de gobiernos totalitarios que han empobrecido y desmoralizado a los pueblos de una forma criminal.
La agenda de ellos era y es en lo principal el aborto, la legalización de las drogas, la desmitificación de la religión, el control de la educación para adoctrinar en la lucha de clases, la introducción de personas afines al partido/grupo en las fuerzas armadas para tenerlas controladas y adoctrinarlas, la persecución de ex militares bajo el pretexto de derechos humanos, la cobertura adecuada de ex terroristas para que no sean juzgados, la persecución de empresarios y medios de comunicación, las expropiaciones masivas, la colocación en manos del Estado de los bienes de producción y la reforma de la Constitución Nacional.
Existen países que en los últimos 70 años han logrado un standard de vida para su población realmente significativo. No lo han logrado de casualidad, sino que se ha tratado de la implementación de políticas acertadas para su gente. Me refiero, por ejemplo, a Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, etc.
Obviamente que algunos de estos países tienen políticas restrictivas en cuanto a la libertad de expresión, a la libertad individual y sexual, con gobernantes que se han perpetrado en el poder, pero tomemos de ellos lo que nos asegura bienestar para el pueblo y descartemos lo que vemos contrario a nuestros principios.
Los citados países eran sumamente pobres, donde el alimento era escaso y se debían compartir las cocinas y los baños entre muchas familias. Sus políticas se centraron en 4 ejes:
- Lucha contra la corrupción
- Libertad económica
- Reforma del sistema de salud
- Reforma del sistema educativo
- Promoción de industrias estratégicas
- Severidad en la aplicación de la ley
- Avances significativos en materia tecnológica
Todas las políticas económicas estuvieron orientadas al libre mercado, respetando la competitividad y la propiedad privada, con reducción drástica del gasto público, reducción significativa de la presión fiscal y logro de un superávit comercial.
La reforma educativa logró un capital humano con excelente capacitación en Universidades que están entre las mejores del mundo.
Muchos dicen que lo verdaderamente revolucionario que se ha hecho en Singapur, por ejemplo, “fue utilizar las instituciones democráticas y el régimen de derecho para frenar el apetito predatorio de la elite gobernante”.
Mientras todo esto sucede, Argentina sigue defendiendo regímenes como los de Cuba, Venezuela, Honduras, Irán, etc.
Venezuela es un caso muy raro, porque debería situarse entre las economías más ricas del mundo por sus reservas de petróleo. Sin embargo, la implementación de políticas equivocadas, la han llevado a situaciones muy críticas con las cuales ha destrozado el poder adquisitivo de los venezolanos.
Solo para poner un ejemplo, tanto Singapur como Venezuela, Cuba, etc., tienen restricciones a las libertades individuales, de expresión y sexual, con gobernantes que se perpetúan en el poder por años a través de un único partido político, pero sin embargo los resultados en la aplicación de sus políticas económicas y educativas marcaron la diferencia porque han llevado a su población a una situación digna y decorosa.
Argentina: entre el poder y la gloria
Argentina debe tomar la senda correcta y aplicar todo aquello que ha resultado en bienestar para el pueblo en otros países. La justicia debe poner un freno definitivo al apetito predatorio de la elite Gobernante. Mientras esto no suceda, la Argentina no tendrá destino adecuado para ser un país grande con merecida dignidad para su pueblo.
* Teodoro Kreckler y Adalberto Russo. Abogados. Miembros fundadores de República Unida