La embarazada y el bebé tienen una de las más importantes tasas de vulnerabilidad. Los primeros mil días de vida -desde la concepción hasta los primeros dos años- son importantes para el desarrollo y tienen que ser libres de sustancias, tanto para la madre como para el niño. Fumar marihuana aumenta el nivel de monóxido de carbono en la sangre materna, pero tiene mayores efectos a nivel fetal.
El cannabis atraviesa tanto la placenta como la barrera hematoencefálica, es decir, el sistema nervioso del bebé. Puede causar un parto pre-término, la disminución del peso del recién nacido, la restricción del crecimiento intrauterino y algunas anomalías congénitas. Los efectos tienen relación con la dosis de consumo, ya sea en cigarrillos o vaporizador: a mayor dosis, mayor cantidad de partos prematuros y menor peso del bebé.
Fumar marihuana aumenta el nivel de monóxido de carbono en la sangre materna, pero tiene mayores efectos a nivel fetal
El vaporizador no es una solución, sino otro método de adquirir los alcaloides de la marihuana. Tiene menos efectos nocivos en cuanto a combustión y el monóxido de carbono, pero el problema no es el vehículo, sino el THC y los alcaloides que derivan de la planta. No elimina los disruptores endócrinos ni las alteraciones en el neurodesarrollo que genera la marihuana.
Cuando las madres son usuarias de altas dosis de cannabis, en los recién nacidos se puede ver temblor, respuestas visuales alteradas a la luz, síndromes de llanto persistente y trastornos del sueño. Un símil trastorno de abstinencia.
Durante el período de lactancia, el niño requiere contacto estrecho, con lo cual los efectos no son solo durante el embarazo, sino también el posparto. La marihuana puede afectar directamente esta relación de cuidado.
No hay ninguna droga que sea segura en el embarazo porque la propia fisiología cambiante de la embarazada la hace más vulnerable, y el bebé se ve afectado
El cannabis también pasa a la leche materna, puede causar una pobre succión y alteraciones en la adaptación al medio. Los lactantes expuestos a la marihuana tienen mayor tasa de apneas y muerte por apneas prolongadas. Como efectos a largo plazo en el bebé, a nivel funcional, puede alterar el desarrollo del sistema nervioso central y traer algunos defectos en los tabiques cardíacos.
Entonces, es importante dejar en claro una cosa: No hay ninguna droga que sea segura en el embarazo porque la propia fisiología cambiante de la embarazada la hace más vulnerable, y el bebé se ve afectado no sólo desde la concepción, sino también puede sufrir sus consecuencias a lo largo de toda su vida.
*Profesora de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y jefa de Toxicología y Medio Ambiente del Hospital Universitario Austral.