El cuerpo de Gissella Solís Calle no presentaba lesiones, ni signos de asfixia o ataque. Así se desprende de la autopsia del cadáver de la odontóloga encontrado este martes a la vera de una ruta que une las localidades de Villa Elisa y Punta Lara en La Plata, conocida como Camino Negro (ex ruta 19).
De acuerdo al informe pericial, el estudio no mostró ninguna causal de muerte evidente, por lo que se esperan los análisis de toxicología e histopatología para determinar las razones de su fallecimiento.
De esta forma, la autopsia refuerza la hipótesis del envenenamiento planteada por los investigadores luego de encontrar un insecticida entre la ropa de Abel Casimiro Campos, la pareja Gissella, que se suicidó cuando fue encontrado por la policía.
La camioneta amarilla, la clave en la búsqueda de la odontóloga
Según los investigadores, se trataría de Lannatte, un insecticida cuya ingesta puede ocasionar dolor de cabeza, mareo, fatiga, debilidad muscular, letargo, pérdida de conciencia, náuseas, dolor abdominal, lagrimeo y salivación anormales. En la casa de Solís Calle, además, fueron encontradas dos copas con restos de vino y vómito en el baño.
Tras una búsqueda que duró 13 días, el cuerpo de la mujer de 47 años fue encontrado este martes en cercanías del denominado Camino Negro, que une la localidad de Villa Elisa, partido de La Plata, y Punta Lara, en Ensenada. El cadáver estaba a metros del Arroyo Miguelín envuelto en una sábana, el elemento que faltaba en la casa de la odontóloga.
Según indicaron policiales, las pericias se habían concentrado en determinar los movimientos posteriores a la desaparición de la profesional, concretados por quien era su novio, Abel Casimiro Campos, en su camioneta Nissan amarilla.
El excombatiente de Malvinas de 56 años se suicidó de un disparo en la cabeza el 20 de enero pasado en la habitación de un hotel de La Plata antes de declarar ante la policía.
Con la colaboración de Leonardo Nieva, editor de Policiales de Diario Perfil
M.S./F.F.
