Dos jóvenes de 23 años, oriundos de Venezuela, fueron detenidos en el barrio de Recoleta, acusados de estafar a un hombre de La Pampa por un millón de pesos. Los perfiles de redes sociales de los acusados, en los que se describían como “creadores de contenido”, y posteaban fotos en festivales de música, viajes y bares de la ciudad, fueron claves para la investigación. Ambos detenidos se habían instalado en la Ciudad de Buenos Aires, ella vivía en Balvanera y tenía un emprendimiento de venta de donas, y él trabajaba en un restaurante de Recoleta.
La estafa se realizó con la modalidad del "cuento del tío", pero de forma virtual, debido a que el hombre de Santa Rosa fue contactado a través de WhatsApp. Tal como pudieron reconstruir los investigadores, los acusados hackearon la cuenta del abogado de la víctima y, haciéndose pasar por él, le ofrecieron un “contacto que podía venderle dólares” en el mercado informal. La propuesta convenció al hombre, que creía hablar con una persona de su total confianza, y aceptó. Luego de eso, los detenidos lo contactaron desde otro número de teléfono, alegando ser ese contacto recomendado, y le ofrecieron concretar la operación por medio de una transferencia bancaria.
Alertan por una estafa a través de WhatsApp en nombre de Mercado Libre
Así, el 13 de agosto de 2021, el hombre identificado como J.B, transfirió 356 mil pesos a una cuenta del Banco Nación. Desde otra cuenta hizo seis depósitos más: de $100.000, y un último de $34.000 en las cuentas de Daifrany Mariñez (23) y Teodoro Istillarte (23), por un total de un millón de pesos. Tras realizar los depósitos y no recibir los dólares a cambio, el hombre realizó rápidamente la denuncia ante la Justicia de La Pampa, y el caso recayó en la Unidad de Delitos Económicos. En ese sentido, la Justicia pampeana comenzó con la investigación para dar con el paradero de los estafadores, mediante un entrecruzamiento de datos de los teléfonos celulares y cuentas bancarias. De esa forma, llegaron a la División Prófugos de la Policía de la Ciudad, que los identificó por sus cuentas de Facebook, Instagram y Twitter. Luego los siguieron y rastrearon sus antiguos domicilios hasta encontrarlos.
Mariñez, fue seguida en subte, y las autoridades pudieron reconocerla cuando se quitó el barbijo en la estación Palermo, donde fue detenida. Istillarte, por su parte, fue capturado cuando salió a la puerta del restaurante donde trabajaba para fumar un cigarrillo, frente al cementerio de la Recoleta. Luego de las detenciones, ambos quedaron a disposición del fiscal Máximo Paulucci, de la Fiscalía General de Santa Rosa, La Pampa.
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