Evaristo Molina es un jubilado que se encontraba detenido por considerarlo sospechoso del asesinato de una mujer, identificada como Yamila Pérez, ocurrido el 18 de junio en el departamento sanjuanino de Chimbas. El jueves, delante de los jueces confesó que la mató. La víctima de 25 años fue mutilada y su cuerpo abandonado en un descampado.
"Yo le comenté a mi señora que yo había matado a Yamila Pérez, porque ya me sacaron una vez de mi casa y no quería que me saque para siempre... la chica no quería salir del auto... que le iba a decir a mi esposa que andaba con ella", fue parte de la confesión del hombre de 69 años ante la justicia, según consignó el medio local Diario de Cuyo.
El hombre había sido señalado como el autor del crimen por un compañero de celda, llamado Juan Ramón 'Cunta' Sosa, quien sostuvo que el propio Molina le confesó el crimen y le detalló cómo fue la situación: él caminó desde su casa (vive en el barrio Costa Canal I) hasta la esquina de Benavídez y Mendoza, Capital, donde la víctima buscaba ocasionales clientes y le pidió que la llevara a una farmacia.
En ese marco, agregó que el jubilado la llevó a una farmacia y al volver ella le propuso hacerle sexo oral a cambio de dinero y él le contestó que no tenía para un hotel. Sin embargo la mujer volvió a pedirle plata para no delatarlo con su mujer y que en ese momento él le propuso ir a un "campito" en Benavídez y Luna, Chimbas.
Al llegar ella bajó y se alejó un poco, él sacó un cuchillo del auto, la tomó del pecho y la atacó a puñaladas (le dio 8 en total, 6 en el pecho, 2 en la espalda) y al final la tapó con unos trapos y le puso los restos de una maceta en la cabeza.
Causa. Molina quedó imputado por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por violencia de género y continuará detenido. Fue trasladado al Servicio Penitenciario Provincial a la espera de que la causa se eleve a juicio.
