POLICIA
a un año del asesinato

Crimen de la "mansión swinger": sin pistas de los sicarios, la instigadora dejó la cárcel

Lulú, la ex esposa del profesor de inglés asesinado el 9 de julio de 2018, permanece bajo arresto domiciliario. No hay detenidos.

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Libre. Lulukhy Moraes inició una huelga de hambre por las pésimas condiciones en las que estaba detenida. | cedoc

La mansión swinger de Punta del Este cobró notoriedad internacional cuando su dueña fue detenida como presunta instigadora del crimen de su ex marido, asesinado por dos sicarios en su departamento de Maldonado. Fue hace un año pero la causa continúa abierta. La principal acusada dejó la cárcel beneficiada con arresto domiciliario y los ejecutores del asesinato todavía no fueron detenidos.  

Edwar Vaz Fascioli (45), profesor de inglés, fue asesinado el 9 de julio de 2018. Lo mataron sicarios que, según la Justicia, fueron contratados por su ex esposa, Lulukhy “Lulú” Joselyn Moraes Mel, para concretar el homicidio.

En la mansión Gipsy Queen (la reina gitana) se realizaban encuentros swinger, fiestas sexuales, y por esa razón se ganó el mote de la mansión del amor. Lulú era la propietaria del lugar que fue construido por ella en 2004 en el barrio Beverly Hills de Punta del Este y diez años después vendido a un magnate millonario brasileño, que dejó a Lulú como la encargada del lugar.

 

Polémica por la posible demolición de un ícono de Punta del Este

 

Una disputa monetaria entre Lulú y Edwar sería, según cree la Justicia, el móvil del crimen. Vaz Fascioli fue asesinado a balazos en la puerta de su departamento de Maldonado, Uruguay. Después de pasar detenida unos siete meses en prisión, Lulú fue beneficiada con un arresto domiciliario por noventa días. Dentro de dos semanas se realizará una nueva audiencia para evaluar la medida.

La acusada de ser la instigadora del homicidio cumple con el beneficio en su casa del exclusivo complejo La Alameda de Punta del Este. El arresto domiciliario se extenderá hasta el 16 julio a la espera de que la Fiscalía proceda a llevar adelante la audiencia de control de la acusación, según publicó el diario El País de Uruguay.   

Lulú no es la única que fue beneficiada con esta medida. La misma suerte corrieron los otros tres acusados por el crimen que estaban presos. Ellos son Mauro Machado,  que en el momento del hecho era la ex pareja de Moraes; Leticia Giacchino, amiga de ambos, y Franco Silvera, quien realizaba servicios de jardinería en la lujosa mansión Gypsy Queen. Este último está acusado de conducir a los sicarios hasta el lugar del crimen.

Hay un quinto detenido (Matías Guarteche) que ya gozaba del arresto domiciliario y continúa en esta condición. Este hombre está acusado de haber manejado el auto que llevó a los sicarios desde Montevideo a Punta del Este. Los que aún siguen sin ser detenidos son las dos personas contratadas para ejecutar el crimen.  

Los presuntos implicados en el homicidio pasaron al régimen de libertad vigilada bajo estrictas medidas de seguridad. Los vigilan las 24 horas del día con una guardia policial en la puerta de los distintos domicilios y le colocaron una tobillera electrónica a cada uno; así lo determinó el juez penal Diego González Camejo.

 

Mansión swinger: la pareja de la víctima teme una represalia

 

La decisión fue tomada por el magistrado al cumplirse el plazo solicitado por la Fiscalía para mantener en prisión a estas cuatro personas, que estaban en distintos establecimientos carcelarios del país. Los sospechosos están imputados de un delito de homicidio especialmente agravado por la premeditación.

Gitana. Lulú era profesora de Matemáticas antes de convertirse en la mujer conocida por organizar fiestas sexuales en Punta del Este junto a su amiga Leticia, que también fue  detenida por colaborar en la logística del homicidio. Lulú es la hija de un hombre conocido como el “príncipe de los gitanos” y por eso se ganó el apodo de “Gitana”. A partir de allí construyó su riqueza. A la mansión (con más de diez habitaciones, jacuzzis, un amplio predio verde y cocheras) del barrio Beverly Hills de Punta del Este le sumó distintos vehículos y propiedades.

Cuando la Gitana y Vaz Fascioli se divorciaron en 2016 comenzó una disputa por los bienes. Fue así como Edwar había iniciado una demanda por un millón y medio de dólares contra su ex esposa, a quien acusaba de realizar maniobras fraudulentas para ocultar bienes gananciales. En un acuerdo previo en la división de bienes, Edwar había aceptado entregarle algunas propiedades y vehículos para poder tener mayor flexibilidad en los horarios y días de visitas con las dos hijas que la pareja tenía en común, según contó su abogado entonces. Pero hacía siete meses que Lulú estaba alejada de todos esos lujos y convivía, según denunció (ver aparte), con ratas en una de las prisiones donde pasó su encierro. Ahora regresa a su vida anterior, aunque sea hasta el juicio en su contra.

Del jacuzzi a dormir con ratas

Desde julio pasado Lulukhy “Lulú” Joselyn Moraes Mel (35) dejó de estar rodeada de lujos, jacuzzis, habitaciones temáticas y diseños glamoroso, para pasar a vivir en una celda diminuta de la cárcel de Maldonado, Uruguay. Allí denunció que estaba rodeada de ratas y con que solo ingresaba la luz por una pequeña ventana. Moraes acusó, en marzo pasado, malos tratos y condiciones inhumanas en la cárcel de Colón.

Julio Pereira, el abogado defensor de la mujer acusada de ser la instigadora del crimen de su ex marido, explicó entonces que el pedido de cambio de unidad carcelaria se debió a la “situación de mortificación” que estaba viviendo la acusada.

Además contó que en su celda estaba sin luz y sin agua,  y que la única ventana de la habitación no tenía vidrios. Y que por allí “se le mojaba la cama y le ingresaban roedores”, informó. Lulú participó de la audiencia y con lágrimas en los ojos denunció la situación que estaba viviendo.

Fue así que las autoridades decidieron trasladarla de unidad. Y fue llevada a Unidad de Rehabilitación Las Rosas de manera provisoria. Pocos días después escuchó la mejor de las resoluciones para ella. El juez le otorgaba  la prisión domiciliaria por el vencimiento de los plazos solicitados por la fiscalía. Ahora cumple arresto en su casa rodeada de lujos.

 

Las Claves

  1. El 9 de julio de 2018 dos sicarios se presentaron en la casa de Edwar Vaz Fascioli y lo ejecutaron sin mediar palabra.
  2. La víctima tenía una nueva pareja. En 2016 se había separado de su esposa, Lulukhy Moraes, con la que tuvo dos hijos.
  3. Edwar había iniciado una demanda por un millón y medio de dólares contra su ex esposa, a quien acusaba de realizar maniobras fraudulentas para ocultar bienes gananciales.
  4. Los investigadores creen que ese habría sido el motivo por el cual Lulú encargó el asesinato a los sicarios.
  5. El auto en el que escaparon los autores fue encontrado en el barrio Kennedy. Lo manejaba un albañil que trabajaba en la casa de Lulú, quien confesó que habían actuado por orden de su empleadora.

CP