El paradero de Nataniel Guzmán, el abogado de 38 años desaparecido desde el 27 de enero pasado, sigue siendo una incógnita. A cuatro meses de la última vez que fue visto con vida en Mendoza al subir a un colectivo, la investigación dio un giro y tiene una nueva hipótesis, vinculada a una presunta contratación de servicios sexuales.
En las últimas semanas, la policía realizó allanamientos en cuatro domicilios de la provincia de Mendoza donde se ejercía la prostitución y secuestró allí armas y municiones, pero ninguna pertenencia o indicio de Guzmán, que trabaja en el Juzgado de Familia de la localidad de Las Heras.
El fiscal Gustavo Pirrello, a cargo de la Fiscalía de Instrucción N° 17 de la Unidad Fiscal de Homicidios, dijo en diálogo con PERFIL que a esta línea investigativa se llegó mediante testimonios de allegados de Nataniel, que mencionaron que él “utilizaba estos servicios de manera virtual y presencial”, lo que luego se cotejó con sus recorridos en la tarjeta SUBE. “En el último mes hizo cuatro viajes hacia donde lo estamos buscando, donde estaba un periodo de dos horas y retornaba”, explicó.
Con esa información, la división de Búsqueda de Personas comenzó a trabajar en la zona, donde se localizaron varios departamentos en los que se ejercía la prostitución. Estos domicilios, dijo Pirrello, se delimitaron por un sector donde tomó señal la antena de teléfono del abogado el día de su desaparición.
Ese viernes 27 de enero, Nataniel salió de su casa en horas de la mañana después de despedir a unos amigos de Jujuy que lo habían visitado y se hospedaron en su domicilio.
En los registros de las cámaras de seguridad que pudieron obtenerse se lo ve, pasadas las 11.30 de la mañana, caminando por la zona de calle 25 de Mayo al 760 de la ciudad mendocina.
Nataniel tenía puesto un jogging negro, una remera de color morado, zapatillas deportivas y llevaba una mochila negra en los hombros. En calle Belgrano, frente al Metrotranvía, tomó un colectivo de la línea 630, el interno 72 de la empresa El Plumerillo que va a Las Heras. Esto fue alrededor de las 11.50: ese es el último rastro visible de su recorrido y la última vez que se lo vio con vida.
Los resultados de los allanamientos no arrojaron hasta el momento ninguna novedad ni elementos sobre el paradero del abogado, como el arma calibre 9 milímetros de la que era tenedor autorizado y la que, después de su desaparición, no se halló en su domicilio. De acuerdo a lo que infiere la fiscalía, ese día, Guzmán salió de su casa con el arma en la mochila.
Esto, sumado a una pelea de pareja que había tenido días antes y un regreso imprevisto de sus vacaciones en Mar de Ajó hizo que, en un primer momento, la hipótesis principal del fiscal fuera la del suicidio. La ausencia de datos en los rastrillajes que se realizaron dio lugar tiempo después a otras posibilidades, basadas en los testimonios de su entorno. Sin embargo, aclaró el fiscal Pirrello, no se descartó ninguna línea de investigación ni tampoco la posibilidad de encontrarlo con vida.
“La complejidad es la multiplicidad de posibles hipótesis de lo que puede haber pasado, y no descartamos ninguna línea. Estamos trabajando conforme a lo que la prueba nos va marcando, pero esa línea puede volver a mutar si de la prueba producida surge otra posibilidad. Lo estamos buscando desde el momento uno con un sinnúmero de medidas”, señaló a este medio el fiscal de Homicidios.
Esta nueva línea de investigación que se busca profundizar no parece razonable para Daniel Sosa Arditi, abogado penalista a cargo de la defensa de Silvia Saavedra, la mamá de Nataniel.
“No comparto esa hipótesis de ninguna manera, lo único cierto que tenemos es que Nataniel habría ido para esa zona, y a partir de ahí los investigadores empiezan a especular distintas razones. Todavía no tenemos ningún elemento que nos pueda decir realmente qué ha sucedido y por qué”, dijo el letrado en comunicación con PERFIL.
Sosa Arditi consideró que la posibilidad de que Nataniel hiciera ese recorrido para contratar un servicio sexual es “absolutamente descabellada”. “Hablamos de las afueras de la ciudad, si buscaba ese tipo de servicio podía tenerlo a cuadras de su casa, no necesitaba viajar ni siquiera tomarse un colectivo”.
El arma que Nataniel tenía en su casa y con la que practicaba tiro es, también para la familia de Nataniel Guzmán, parte de la incógnita que rodea al caso del que exigen su esclarecimiento. En diálogo con este medio tiempo atrás, la mamá del abogado cuestionó que se asegurara que Nataniel había salido de su casa con el arma de fuego, e incluso pidió que se investigara quién más tenía llave del departamento de su hijo.
Para una nueva pericia, la querella solicitó que se contrate a Ariel Garbarz –perito informático, ingeniero en Telecomunicaciones y especialista en geolocalizaciones– para intentar precisar dónde se encontraba el teléfono de Guzmán en el momento de su última comunicación.
Este pedido se hizo ante el Ministerio Público Fiscal y está pendiente su aprobación. El fiscal Gustavo Pirrello dijo que se está analizando si ese trabajo pueden hacerlo los peritos de la provincia de Mendoza y a partir de eso, deberán evaluar los pasos a seguir para avanzar en esclarecer el caso.
El Ministerio de Seguridad de la provincia de Mendoza ofrece una recompensa de $1.350.000 a quienes puedan aportar datos certeros sobre su paradero. Por datos, comunicarse con la Dirección de Investigaciones de Mendoza a través de las líneas telefónicas gratuitas 0800-222-7627, 0261 3857138 y 911 o a la Dirección de Inteligencia Criminal al 0261 3859033.
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