POLICIA
Ojo por ojo

El crimen del "jefe de los sicarios" y una guerra narco en Rosario que no tiene fin

El homicidio se planificó desde una cárcel chaqueña. La orden la dio un miembro de la banda de Los Monos en venganza a un ataque previo de su rival: Alvarado.

Rodrigo Sánchez 20200519
A Rodrigo Sánchez lo acribillaron en marzo pasado en Rosario | telam

En el interior de una cárcel en Chaco se planificó el crimen del ladero de un presunto capo narco de Rosario. Uno de los eslabones necesarios para llevar adelante el plan fue imputado ayer y le dictaron la prisión preventiva por dos años. Para los investigadores, detrás de esta maniobra están Los Monos que actuaron para vengarse de un ataque anterior de su contrincante: Alvarado. Una guerra entre bandas que parece no tener fin.  

Héctor B. fue imputado ayer por robo calificado y como participe primario del homicidio de Rodrigo Sánchez (44), conocido mediáticamente como el “jefe de los sicarios” de la banda de Esteban Alvarado y según la causa, era quien le mantenía los negocios y la estructura de la presunta organización fuera de la cárcel. Para los investigadores, Héctor B. fue el encargado de robar un auto que luego sería el utilizado para emboscar a la víctima. 

El crimen se cometió el 19 de marzo pasado. Sánchez circulaba en su Toyota Hilux gris hasta que fue interceptado en Wilde y San Lorenzo por un Renault Logan Rojo. Un hombre encapuchado se bajó y hubo una lluvia de disparos. Más de veinte tiros se escucharon a plena luz del día. Los atacantes aún no fueron detenidos. 

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A las pocas cuadras de allí, el Logan fue abandonado. De ese hilo pudieron tirar los investigadores para desmarañar este fuego cruzado. Para los fiscales del caso se trató de una venganza de la gente de Los Monos por el ataque a tiros que había sufrido días antes Mariana Ortigala, hermana de uno de los testigos más importantes en las causas contra Alvarado. 

Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, a cargo de la investigación, pudieron acreditar que Héctor B. se presentó el 15 de marzo en una pizzería, como cliente y pidió un remis. El chofer lo llevó hasta una zona lejana de Rosario, pero no pudo regresar en su vehículo porque le robó el auto. El Logan rojo fue “enfriado” durante cuatro días hasta finalmente entrar en acción aquel 19 de marzo en plena luz del día

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Schiappa Pietra explicó a PERFIL que por las cámaras del lugar pudieron identificar a Héctor B. y luego con escuchas telefónicas pudieron cerrar el círculo a su alrededor. “Está escuchado cómo arreglan y coordinan todo este robo con una persona que está presa en una cárcel federal de Chaco. Esa persona es su hermano y una persona con muchos vínculos a un sector de la banda Los Monos”, describe el fiscal.

En las escuchas se menciona al vehículo, se dan detalles y hablan de una tercera persona que va a actuar como apoyo. “Nosotros además corroboramos que hay otras dos personas privadas de la libertad que también tienen vínculos con Los Monos y están presas en Rosario. Tres días antes del robo del auto mandaron mensajes a otra gente para buscar personas para cometer este atentado. Este fue un hecho organizado por un sector de Los Monos”, aseguró.

Cronología. Con una treintena de tiros, atacaron el 13 de marzo a Mariana Ortigala en un barrio residencial de Roldán. La mujer recibió cuatro impactos en su cuerpo, pero sobrevivió. 

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Alvarado fue detenido en febrero de 2019 por el crimen de un prestamista.

Ese mismo día, el fiscal Edery fue a la clínica donde la mujer estaba internada y le muestra un video que había grabado en su celular de las cámaras de seguridad en donde se ve el ataque que había sufrido. Dos horas después esas imágenes estaban en los teléfonos de dos presos alojados en las cárceles de Rosario vinculados con la banda liderada por la familia Cantero.

Aunque no está acreditado cómo esas imágenes llegaron a estas personas, se cree que fue el puntapié para diseñar el plan de venganza. 

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Dos días después, Héctor B. se presenta en una pizzería de San Martín al 3800, en Rosario. Se hace pasar por cliente, hace su pedido y solicita a los empleados que llamen a una remisería para trasladarse. El acusado le pide que lo lleve a la calle Magaldi al 9800, al llegar bajo amenazas con un revólver hizo descender a su conductor y le robó el celular y el automóvil. 

El vehículo fue escondido y el 19 de marzo lo sacaron para atacar a Sánchez. El Logan fue abandonado en la esquina de Magaldi y Ezeiza. Los sicarios se dan a la fuga en otro vehículo.

El juez Mariano Alliau aceptó la imputación contra Héctor B. por los delitos de “robo calificado con arma” y “homicidio agravado por uso de arma de fuego”, el primero de ellos en carácter de autor y el segundo como partícipe primario. Le dictó prisión preventiva por dos años.
 

NG/MC