POLICIA
Crimen y pueblada en monte hermoso

El femicidio que enardeció a un pueblo lleva cinco años impune

El caso de Katherine Moscoso derivó en el linchamiento de un sospechoso y una serie de ataques contra edificios públicos.

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Víctima. Katherine tenía 17 años. La enterraron viva en un médano. La joven desapareció después de ir a bailar al boliche Arenas. El hallazgo del cuerpo provocó la ira de vecinos y familiares que salieron a protestar y prendieron fuego la comisaría y varias oficinas municipales. | cedoc

Katherine Moscoso (17) tuvo una muerte horrible: fue enterrada viva en un médano de Monte Hermoso. El hallazgo del cuerpo, a siete días de su desaparición, derivó en una pueblada en la que un inocente fue asesinado a golpes por un grupo de manifestantes que creyó que el hombre tenía relación con el asesinato.

Hasta el día de hoy no hay registros de una oleada de violencia tan grande en esa ciudad como la que provocó el crimen de Katherine. Esa noche prendieron fuego la comisaría, varias oficinas de la municipalidad y hasta incendiaron la casa del por entonces jefe de Seguridad de la comuna, Ricardo Triches. Sin embargo, la indignación de un pueblo no alcanzó para que el caso fuera esclarecido. A cinco años del homicidio, no hay detenidos y todavía no está claro por qué fue asesinada Katherine.

La adolescente vivía con su tío y su abuela desde los 4 años. El domingo 17 de mayo de 2015 fue vista con vida por última vez en el boliche Arenas de Monte Hermoso, adonde había ido a bailar con sus amigas.

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“Ese fin de semana yo me fui a Bahía Blanca. Le dije que se portara bien y que le hiciera caso a la abuela”, recuerda a PERFIL su tío Ezequiel. 

Katherine tenía un leve retraso madurativo. Estudiaba en la Escuela Especial Nº 501 de Monte Hermoso, y le gustaba bailar. 

La familia de la víctima tiene su teoría sobre lo que pasó aquella trágica noche de 2015. “La llevaron a una fiesta sexual, se resistió y por eso la mataron. En la causa está acreditado que los patovicas del boliche organizaban fiestas sexuales junto con políticos”, dice el tío de la adolescente. 

La hipótesis que plantean es que Katherine fue asesinada por personas vinculadas al poder político de la ciudad y que tuvieron la posibilidad de encubrir el crimen, direccionar la investigación por medio de policía en los primeros tres días, y encubrir a los verdaderos culpables los días posteriores a través de la Brigada de Investigaciones (DDI).

La familia de la víctima también sostiene que hubo muchas irregularidades durante la búsqueda de la adolescente. Y destacan dos puntos centrales: el lugar donde apareció Katherine fue rastrillado el día anterior, con lo cual creen que el cuerpo pudo haber sido plantado, y la inexplicable declaración del fiscal Sebastián Foglia, quien dijo públicamente que “la joven se había comunicado por Facebook y no quería volver a su casa”. “Para nosotros la fiscalía también intentó desviar la investigación”, acusa Moscoso. 

Pueblada y condena. El mismo día que encontraron el cuerpo de la joven de 17 años fue asesinado a golpes Juan Carlos “Canini” González, abuelo de un chico que supuestamente había mantenido una relación sentimental con la víctima. Esta causa sí avanzó. En mayo de 2017 fueron condenados a cinco años de cárcel ocho de los nueve imputados.

La investigación por el asesinato de Katherine quedó estancada, pese a los reiterados reclamos de sus familiares.

Moscoso recuerda todas las trabas que sufrieron durante el proceso y asegura que 18 testigos fueron amenazados a lo largo de la investigación. “Desde mayo de 2016 venimos solicitando poder ver el expediente de la causa, que se encuentra en Bahía Blanca, pero lo mantenían como legajo reservado y no nos permitían verlo. Primero se lo pedimos al fiscal, luego a la jueza de garantías. Recién en julio de 2019 tuvimos acceso al legajo reservado, tras solicitarlo al procurador de la Provincia de Buenos Aires”, cuenta Moscoso. El mes pasado, junto a su madre, Marta Angeliza Mesa, y su abogado, Leandro Aparicio, denunció a 25 personas. “Entre ellos fiscales, ex instructores judiciales, comisarios, policías, bomberos, ex funcionarios y empleados municipales; por la probable comisión de los delitos de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado; sin perjuicio de formar parte todos ellos de una asociación ilícita, formada para ocultar pruebas, desviar la investigación, encubrir y proteger a los verdaderos culpables, presionar y amenazar testigos y policías”, señala.

Al día siguiente, ampliaron la denuncia exigiendo la detención de dos comisarios por nuevas pruebas recibidas. La investigación volvió a activarse, aunque aún no obtuvieron respuestas.

Hoy se cumplen cinco años del hallazgo del cuerpo, y la causa está como en aquel entonces: sin detenidos.

 

Prenden velas por la memoria de Katherine

Los familiares, amigos y allegados a Katherine Moscoso (17) se juntarán esta tarde al cumplirse cinco años del hallazgo de su cuerpo para reiterar el pedido de justicia.

Lo harán en la plaza del barrio Fonavi, donde la adolescente vivía con su tío Ezequiel y su abuela, a partir de las 5 de la tarde.

Los familiares aclararon que el acto se realizará con todos los cuidados correspondientes por la pandemia de coronavirus, con distancia entre los concurrentes y barbijos.  

La idea es recordar a la víctima con una vela y exigir a la Justicia que se reactive la investigación, ya que pasaron cinco años del brutal asesinato de la adolescente y la causa casi no se movió en los últimos años. Buscan terminar con una cadena de complicidad que se mantiene impune.

 

“Borraron la mayoría de las pruebas que podían incriminarlos”

El tío de Katherine Moscoso sostiene que en las horas siguientes a la desaparición y el hallazgo del cuerpo de su sobrina hubo una acción coordinada para entorpecer la investigación y lograr la impunidad de los responsables. “Borraron la mayoría de las pruebas que pudieran incriminarlos, incluyendo para ello la planificación de un linchamiento a una persona a quien previamente se había indicado intencionalmente como sospechoso y, al unísono, incendiar la comisaría y distintos lugares públicos y, sobre todo, aquellos donde se encontraban imágenes que pudieran comprometerlos”, explica Ezequiel Moscoso.

“Las pruebas que presentamos nos permiten afirmar que Katherine ingresó al boliche y conversó con Martín Fernández, dueño del boliche y hermano del por entonces intendente de Monte Hermoso, y los patovicas Martín Iribarra, Pedro Rupell y David ‘Kun Kun’ Tello”, señala el tío y tutor de la adolescente que desapareció después de ir a bailar al boliche Arenas.

“Otros indicios –agrega el tío en diálogo con PERFIL– indican que estas cuatro personas estuvieron con la víctima, yendo para el Sauce, a una casa llamada ‘La Érica’ con la colaboración de Sergio ‘el Pelado’ Sánchez. Ellos mintieron cuando afirmaron no haber hablado con la víctima en el boliche, ya que varios testimonios dicen lo contrario; brindaron versiones contradictorias sobre muchos aspectos de la noche y de la semana posterior al hecho y, por sobre todo, del conocimiento con el señor Sergio Sánchez, el ‘Pelado’ del Sauce, propietario del sitio donde se encontró ADN de la víctima, en unos palos de su patio y en su camioneta, el martes 26 de mayo. La camioneta fue prendida fuego intencionalmente en el incendio contra la comisaría de Monte Hermoso, ocurrido horas después de que el cuerpo de la víctima fuera plantado por policías en complicidad con bomberos, oportunamente denunciados”.