Jennifer tiene 7 años. En un mes y medio cumplirá 8. Pero nada será igual. Su papá asesinó a cuchillazos a su mamá en el interior de su casa de Escobar. Y ella fue testigo.
El nuevo femicidio en cuarentena ocurrió este lunes en una casa ubicada en la calle Las Rosas 2838, en el barrio Lambertuchi, cerca del Mercado de Frutos. Esperanza Chusco era boliviana y tenía 50 años.
Los primeros datos recolectados por los investigadores indican que la mujer fue atacada por su marido en medio de una discusión y que ella se defendió. En la pelea, Esperanza terminó con cinco heridas de arma blanca y varios cortes superficiales.
Los vecinos escucharon los gritos de la hija de la pareja y llamaron al 911. Los policías que ingresaron a la casa encontraron a la mujer en la habitación. Estaba muerta.
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Gerónimo Cruz, de 60 años y la misma nacionalidad, fue hallado desvanecido en una otra pieza. Tenía una herida profunda en el estómago y había perdido mucha sangre. Según fuentes policiales, fue trasladado de urgencia al hospital de Escobar, donde horas después falleció.
Jennifer, la pequeña hija de la pareja, recibió contención psicológica de parte de expertos del área de Niñez y Adolescencia de Escobar y quedó al resguardo de otros familiares que residen en esa zona, según se informó.
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Los voceros indicaron que no existen denuncias previas por maltrato, pero apuntaron que el femicida estaba bajo arresto domiciliario en el marco de una causa por el delito de "trata de personas".
Cruz había sido detenido en la provincia de Jujuy, aunque la última etapa de su detención estuvo alojado en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza.
El crimen de Esperanza se suma a otros trece ocurridos desde que se implementó el aislamiento social obligatorio, según los datos recopilados por la ONG la Casa del Encuentro.
LN CP